La historia de la diplomacia internacional en los países donde arraigaron las ideas de Bin Laden
Es muy difícil encontrar en nuestros medios de comunicación noticias positivas relacionadas con Afganistán y Pakistán. Los conceptos que están relacionados que solemos leer y escuchar son los de atentados suicidas con grandes masacres, guerra contra el terror, combates, al-Qaeda, talibanes … Si nos acercamos a la zona veremos que, en buena medida, el conflicto tiene como eje la frontera entre los dos estados y es en relación con este eje donde aparece otro de los conceptos habituales: el del pueblo pastún.
Y es que esta frontera divide casi por la mitad una etnia, los pastunes, la que, de acuerdo con la definición clásica de etnia, se caracteriza por compartir un nombre, una historia, una memoria, una cultura y un territorio. Precisamente todo lo que no tuvieron en cuenta los que, en el siglo XIX, los dividieron con una raya artificial sobre un mapa. Los pastunes son, por tanto, la población que sufre en su día a día todas las operaciones bélicas y jugadas geopolíticas que nos llegan a través de nuestros medios de información. ¿Pero sabemos quiénes son?
Una etnia de 2.500 años
La existencia de los pastunes se remonta más de 2.500 años. De hecho, ya aparecen en los libros del historiador Heródoto (484-425 aC). Su territorio, que alguna vez se ha llamado Pastunistan, forma parte de los actuales Afganistán y Pakistán. Nunca han tenido un estado propio. La razón debemos buscarla tanto en sus divisiones internas como en la actitud de sus vecinos, pero lo cierto es que la combinación de ambas circunstancias ha dado como resultado la existencia de un pueblo con un fuerte sentimiento identitario fundamentado en un código de comportamiento, el pastuwali, y un rechazo feroz a toda injerencia externa en sus asuntos. El pastuwali es un código muy primitivo, de carácter tribal, que se centra en los conceptos del honor, la venganza y la hospitalidad.
Así, por ejemplo, un pastún está obligado a dar refugio y protección a sus huéspedes, y en ningún caso los puede entregar a ninguna autoridad si no quiere perder su honor. Demasiado a menudo, en Occidente, confundimos este código con el islam, cuando no tiene nada que ver. Un hecho que ayuda a la confusión es que los pastunes son, mayoritariamente, musulmanes suníes. Y, no en vano, según datos del año 2007, en Afganistán hay 12,5 millones de pastunes, el 42% de la población, mientras que en Pakistán hay 30 millones, el 16%.
La responsabilidad de Occidente
Entre el Imperio Ruso y el Británico
Las fronteras en la zona se consolidaron a finales del siglo XIX, cuando Afganistán se convirtió en el estado tapón ideal entre dos imperios en expansión que jugaban “el gran juego”, según expresión de la época. Se trataba del imperio Ruso, que se extendía hacia el sur, el imperio Británico, que miraba hacia el norte desde la India colonial. Así, en 1893, una comisión británica presidida por Sir Edward Durand estableció la frontera entre Afganistán y la India bajo poder del Reino Unido. Era la línea Durand, de 2.400 km de longitud, que ha continuado hasta hoy como frontera entre Afganistán y Pakistán.
Y si bien esta línea, teórica y oficialmente, dividió y separó los pastunes en dos estados, lo cierto es que estos nunca han aceptado que la lealtad al territorio donde los sitúa la frontera pase por encima de la lealtad al grupo étnico al que pertenecen, un grupo étnico organizado alrededor del código pastuwali. Esta es, precisamente, la razón de fondo -junto con una geografía complicada y unas estructuras de estado muy débiles- de la enorme porosidad de esta frontera con la población de ambos lados cruzando a voluntad por desesperación , por ejemplo, de los mandos militares estadounidenses en la zona.
A todo esto debemos añadir que el actual gobierno de Hamid Karzai en Afganistán no gobierna más allá de Kabul. Y también que Pakistán permite que las provincias fronterizas con su vecino se autogobiernan con la mínima interferencia desde Islamabad. Por eso no debe sorprendernos que el área en cuestión se haya convertido en el escondite perfecto para todos aquellos que se oponen operativo militar occidental.
La agonía de un pueblo partido
La guerra fría, el comunismo y el fundamentalismo islámico
Lo que nunca hay que olvidar es el papel que han tenido las potencias occidentales en la creación de este estado de cosas, y no únicamente con el dibujo de la línea Durand, sino también con una decisión que nos es mucho más cercana y que ha supuesto unas consecuencias terribles. En abril de 1978 tuvo lugar un golpe de estado comunista en Afganistán. Una vez que, veinte meses después, recibió el apoyo de la Unión Soviética con una invasión que alargaría once años.
Entonces, en plena guerra fría, Occidente decidió combatir el comunismo con el fundamentalismo islámico y con la participación, principalmente, de Estados Unidos, Arabia Saudí y los servicios secretos de Pakistán. A partir de ahí se organizó un movimiento de guerrilleros islámicos para luchar contra el ateísmo comunista que se había instalado en Kabul. Eran los muyahidines, entre los que encontraremos pastunes de Afganistán y de Pakistán. La Unión Soviética, finalmente, se retiró de Afganistán en 1989, pero pagando el precio del arraigo del radicalismo islámico, que tendría su peor expresión primero con el gobierno de los talibanes, de etnia pastún, en Afganistán, y, después, con los atentados del 11 de septiembre de 2001 que se prepararon desde esta zona. El punto y final perfecto para este estado de cosas es aquel dicho que explica: “cuidado con lo que deseas porque quizá lo consigues”.
10 fechas para explicar el conflicto
Los efectos de una mala política colonial
- 12 de noviembre de 1893 : Acuerdo para establecer una frontera (conocida como línea Durand) entre Afganistán y la India colonial.
- 14 de agosto de 1947 : Partición de la India colonial. La línea Durand pasa a ser la frontera entre los estados de la India y Pakistán. (Nota del traductor: supongo que será una errata y debería decir Afganistán)
- 17 de julio de 1973 : Un golpe de estado del general Mohamed Daud derriba Zahir Shah, rey de Afganistán desde 1933, y establece una república.
- 29 de abril de 1978 : Un golpe de estado del Partido Democrático Popular (comunista) derroca al general Daud.
- 24 de diciembre de 1979 : La Unión Soviética invade Afganistán para apoyar al gobierno de Babrak Karmal, líder del Partido Democrático Popular.
- 1980-1989 : Lucha de los muyahidines contra el régimen y las tropas soviéticas en Afganistán. Apoyo occidental y saudí y bases en Pakistán. En febrero de 1989 los últimos soldados soviéticos abandonan la zona.
- 1990-1996 : Periodo de lucha por el poder entre las diferentes facciones de los muyahidines.
- 27 de septiembre de 1996 : Los talibanes, de etnia pastún, formados en su mayoría en Pakistán, consiguen el control de Kabul y el gobierno de Afganistán. Imponen una versión rigorista del islam combinada con el código tribal pastún, el pastuwali.
- 11 de septiembre de 2001 : atentados en Nueva York y Washington organizados desde bases en Afganistán.
- 7 de octubre de 2001 : se inicia el ataque estadounidense contra Afganistán que pone fin al gobierno de los talibanes, que se refugian en las zonas tribales de Pakistán de mayoría pastún.
Bibliografía
- Rashid, Ahmed. Descenso a los caos. Los Estados Unidos y el fracaso de la construcción nacional en Pakistán, Afganistán y Asia Central. Barcelona: Editorial Empuries, 2009.
- MEYER, Karl E.; BRYSAC, Share Blair. Torneo de Sombras. El Gran Juego y la pugna por la hegemonía en Asia Central. Barcelona: RBA, 2008.
- Crile, George. La guerra de Charlie Wilson. Córdoba: Editorial Almuzara, 2008.