La conquista de Lapurdi, el origen de Baja Navarra

“Cerca del Puerto de Cisa (Ibañeta), se encuentra el País de los baskones que tiene hacia el septentrión y a la orilla del mar la ciudad de Baiona” Aymeric Picaud, “Codex Calixtinus” capítulo V Liber Peregrinationis, finales del siglo XII.

La condesa Aquitania y duquesa de Gascuña Leonor, estaba casada con el rey de Francia, pero se divorció para volverse a casar en segundas nupcias con Enrique de Plantagenet en 1152, el cual era conde de Anjou, Mainey, Turena y duque de Normandía (hoy territorios franceses). Enrique de Plantagenet, a través de su madre, tenía derechos sobre la corona inglesa, usurpada por su tío, por lo que invadió Inglaterra con tropas mayoritariamente normandas y se hizo coronar rey de Inglaterra en 1154, comenzando el llamado Imperio Angevino. Aquitania se sentía fuerte con su alianza inglesa y volvió a la invasión de Baiona y del resto de la Baskonia Citerior que seguían dentro del reino baskón de Nabarra, pues como dejó escrito Alfonso I “el Batallador” a su muerte en 1134 reinaba: “desde Belorado hasta Pallars y desde Baiona hasta Monreal (Teruel)”.

El hijo de Leonor y Enrique II, Ricardo “Corazón de León”, recibió de su madre Aquitania y Poitou. Para Ricardo el ducado de Gascuña incluía la Baskonia Ulterior (Gascuña) y la Citerior. Lapurdi y su vizconde nabarro cayeron en 1174, pero se mantuvo la resistencia nabarra unos años más, incluida Baiona. Ricardo “Corazón de León” separó Baiona del resto del vizcondado de Lapurdi ese año, pasando la capital labortana a Ustaritz, donde se celebrarán los Biltzarres o Juntas Generales hasta su abolición en 1798. Tras una fuerte lucha que duró casi 10 años, Baiona sucumbió definitivamente a las tropas aquitano-inglesas. En el año 1193, el vizconde nabarro de Lapurdi Guillermo Raimundo de Sault o Zaldua (1192-1197) cedió sus derechos al conde de Aquitania Ricardo “Corazón de León”. El último vizconde de Lapurdi fue sustituido por un funcionario llamado “baile, bayle, balio” aquitano, equivalente al Corregidor en la Nabarra Occidental y después al virrey de (Alta) Navarra.

El pleito sobre el ducado de Gascuña y sobre todo de la Baskonia Citerior, se intentó resolver mediante una boda. La hija de Sancho VI “el Sabio” de Nabarra (1150-1194), Berenguela, se casó con Ricardo “Corazón de León”. Ricardo y Berenguela de Nabarra se conocieron en un torneo en Iruñea-Pamplona según William Nexbridge, cronista de la época. La boda tuvo lugar durante la Tercera Cruzada. Ricardo “Corazón de León” duque de Aquitania desde 1168 y rey de Inglaterra desde 1189 tras la muerte de su hermano mayor , debido a una terrible tempestad arribó y tomó con su ejército la isla de Chipre camino de Jerusalén en 1191. En esta isla mediterránea se casó con Berenguela, la cual se había incorporado a la flota de cruzados en Sicilia. Encabezaba su ejército aquitano-inglés el obispo de Baiona, Bernardo de Lacarra, y fue transportaba la tropa por marineros baioneses y labortanos en general. Berenguela residió en Poitiers, fue reina de Inglaterra, duquesa de Normandía y condesa de Anjou. Nunca pisó Inglaterra pues su marido murió en 1199 y cedió todos sus derechos a favor del hermano de Ricardo, Juan “Sin Tierra”.

La paz final entre nabarros y aquitano-ingleses trajo la separación de lo que se llamará “Baja Navarra” de Lapurdi en 1193, poco antes había sido separada de Lapurdi la tenencia de San Sebastián y toda la comarca del río Oria (1180) por el rey de Nabarra Sancho VI “el Sabio”. Según cuenta Iñaki Sagredo Garde en su libro “La derrota de Carlomagno” (Pamiela 2013), Baja Navarra tendrá su antecedente en el vizcondado de Baigorri creado por Sancho III “el Mayor” en 1033 sobre el señorío de Etxauz. El primer vizconde fue García Lupo que se casó con Jimena Sánchez, la cual podría ser hija del propio rey de Nabarra. El vizcondado tuvo su continuidad con Lupo I García (alférez nabarro 1057), Eneko García, Pedro García (1058), García Garcés (1062) y Lupo Eneko (1080).

Baja Navarra la conformaron las tierras hasta entonces labortanas de Ciza, Baigorri, Orzaize, Irisarri, Iholdi y Armendaritz. Se añadieron también el señorío de Mixe-Ostabaret (desmembrado del Vizcondado de Dax a mediados del siglo XI rindiendo vasallaje a Nabarra desde 1196) y el Señorío de Gramont, de donde vendría la familia de los agramonteses, importantes señores de reino nabarro que terminaron de configurar Baja Navarra y mantenerla dentro del reino baskón. El castillo de Bidazune-Bidache fue construido por Simón de Monforte (1180-1200) y su propietario Viviano de Agramont, poco después, firmó un acuerdo de vasallaje al rey de Nabarra.

El hijo de Sancho “el Sabio”, Sancho VII “el Fuerte” (1194-1234), pasó largas temporadas de su infancia y juventud en la corte de hermana y de Ricardo “Corazón de León” en Aquitania. Ricardo se enemistó con el rey de Francia Felipe II Augusto del que era vasallo por su condado de Aquitania. Cayó Ricardo preso del rey francés, Sancho VII entregó a su propio hijo Fernando para liberarlo y Ricardo 100.000 marcos de plata (hecho adulterado en la leyenda de Robin Hood). Sancho VII defendió Aquitania ante la sublevación de varios nobles aquitanos contra Ricardo e incluso atacó Tolouse con 800 hombres.

José María Lacarra en su libro “Historia del Reino de Navarra en la Edad Media” asegura que con Sancho VII “el Fuerte”: “En la frontera de Gascuña, inseguramente tenida por el rey de Inglaterra, son muchos los señores vecinos que buscaban la protección de Navarra: el vizconde de Zuberoa, el Sr. de Agramont, el Sr. de Saulta, Hasparren y Saint Peé de Ibarren o la villa de Urt en Lapurdi. También el Sr. de Commiges e hijo del Sr. de Pallars”.

Sancho “el Fuerte” dejó el reino en manos de su cuñado Ricardo, que era el gran rey guerrero de la época, mientras él iba a luchar por tierras musulmanas. Pero poco después, el 6 abril de 1199, murió inesperadamente el rey aquitano-inglés, lo que fue decisivo en la invasión de Alfonso VIII de Castilla de la Nabarra Occidental. En el libro “Cuándo éramos navarros” (2012), Iñaki Sagredo explica que en el año 1204 Sancho VII “el Fuerte” que acaba de perder toda la Nabarra Occidental, recuperó a su vuelta Baiona y con ella gran parte de Lapurdi, pues tras la muerte de Ricardo “Corazón de León” parece que el pacto aquitano-nabarro quedó roto. Su hermana Berenguela no tuvo descendencia de Ricardo y los nobles no aceptaban a su hermano Sancho como nuevo conde de Aquitania -aunque sí tenía el apoyo de muchos nobles gascones-, lo que quizás subyacía detrás de la boda: la unión de ambas coronas. Quizás por ello, Alfonso VIII de Castilla intentó también tomar Baiona en 1205, tuvo como escusa el estar casado con Eleonor, hermana de Ricardo “Corazón de León”, por lo que reclamaba el ducado aquitano-baskón. Alfonso VIII observó que los nobles gascones no estaban por la labor e incluso pidieron ayuda a Sancho “el Fuerte” (y no al rey aquitano-inglés), lo que hizo que Alfonso VIII abandonara la campaña. En 1207 Sancho “el Fuerte” no tuvo más remedio que firmar una tregua con el rey castellano. Desde ese momento, reivindicar ser nabarro en toda la Nabarra ocupada se consideraba alta traición y se pagaba una fuerte multa de entre 400 y 1.000 aureos.

En el año 1234 Armando Raimundo de Tartas de Ostabat y Mixa, Gastón del Bearne y Ramón Guillermo de Sola y Agramont, rindieron homenaje a Sancho VII “el Fuerte” poco antes de morir. Nabarra declaró la guerra a Aquitania-Inglaterra entre 1239-49, tras la quema de su nao San Jaime en Plymouth. El senescal o bayle (figura colonial del corregidor) aquitano-inglés junto con nobles gascones atacaron el castillo de Azkar en Urdazubi, además de a otro barco de nombre Santa María en Baiona, que hizo que el rey de Nabarra Teobaldo I “el Trovador” (sobrino de Sancho VII y su sucesor) tomara Baiona de nuevo en 1244 y toda Lapurdi hasta Hasparrena (castillo de Salt). El señor de Garro entregó el castillo de Mondarrain a Teobaldo, puerta para controlar Lapurdi. El conde Ramón Guillermo de Zuberoa y el conde de Pallars Regenio de Cominges rindieron vasallaje al rey Teobaldo. El senescal aquitano-inglés Nicolás de Menles atacó puntos fronterizos como Amaiur, Legasa, Otsagabia, Aezkoa, Orreaga y Urdax, así como las tierras ultrapirenaicas de Baja Navarra de Ciza y Oses. La paz vino en 1248 tras el Pacto de Ainhoa entre Teobaldo y el senescal aquitano-inglés Simón de Monfort, conde de Leicester. Pese a la conquista aquitano-inglesa, Sancho VII “el Fuerte” a comienzos del siglo XIII había firmado un acuerdo con Baiona para que fuera el puerto de salida de las mercancías del cercenado reino de Nabarra, Baiona ratificó su compromiso en ese año 1248. Baiona será el nuevo puerto nabarro desde entonces, alternando a pesar de todo, con Hondarribia, también conquistada por Castilla en 1200.

El doctor en historia Manex Goyenetche explicaba en su libro “Historia general del País Vasco” como Nabarra intentó una vez más recuperar Zuberoa y Lapurdi, así en 1249 sitiaron las tropas nabarras los castillos de Came, Viellenave, Gramont y Garro, incendiaron parte de San Juan de Luz, intentaron tomar Ezpeleta y Baiona. En 1266 Bigorra se rebeló contra Inglaterra-Aquitania y Nabarra apoyó la rebelión, Teobaldo II (hermano del anterior Teobaldo) intentó recuperar toda la Baskonia Ulterior y Citerior con los señores de Tartas, Luxa, Garro, Ahaxe, Belzunce, Armendariz, Salt de Hasparren, Agramont y los hermanos Lope y Bernardo de Sibes.

El resultado de estas guerras fue la frontera definitiva entre Baja Navarra que siguió libre y Zuberoa y Lapurdi, dominadas por el rey de Inglaterra y conde de Aquitania, el cual se proclamaba duque de Gascuña-Baskonia. En el caso de Zuberoa, la relación con el reino de Nabarra se mantuvo mucho más estrecha hasta la ocupación del ejército aquitano-inglés del castillo de Mauleón a principios del siglo XIV al vizconde Oier III de Mauleón, el cual había liberado el vizcondado que creara en el siglo XI Sancho III “el Mayor”. Muchas de las grandes familias labortanas y suletinas rendían doble homenaje a Inglaterra-Aquitania y a su reino natural que era Nabarra.

Si bien es cierto que Lapurdi y Zuberoa se incorporaron con el ducado aquitano a la corona inglesa en ese mismo siglo XII, el territorio era gobernado por los propios baskones bajo el derecho pirenaico o Fueros, tal y como señala el historiador suletino Louis Davant. En Zuberoa y Lapurdi no hubo funcionarios ingleses ni se habló este idioma en la Edad Media (ni el francés), tampoco había de forma permanente ejército o destacamento inglés alguno, pues estas comarcas dependían del ducado de Aquitania que aunque unido a los ingleses por sus reyes, mantenían cada uno su independencia administrativa.

Tras la guerra de los 100 años entre Inglaterra y Francia, Zuberoa y Lapurdi pasaron a ser vasallos directamente de Francia, aunque gobernados por el vizconde del Bearne que había expulsado a los ingleses-aquitanos como capitán de las tropas francesas. Bearne era un Estado independiente de Francia pero Gastón de Bearne rendía vasallaje al rey francés por otras posesiones. La nueva unión política con Nabarra vino poco después, a mediados del siglo XV, mediante matrimonio de la reina de Nabarra y el conde del Bearne.

El Obispado de Baiona creado por Sancho III “el Mayor” en el siglo XI dentro del reino baskón de Nabarra, siguió abarcando territorios que quedaron después en tres Estados soberanos: el francés, el español y el nabarro. Fue así hasta1567, conquistado ya el sur de Nabarra y libre el territorio de Baja Navarra junto al Bearne, cuando Felipe II de España consiguió ante el Papa Pío V la segregación de la diócesis de Baiona de las poblaciones al sur del Bidasoa. El historiador y político Arnaut Oihenart de Zuberoa en ese s. XVII manifestaba: “La mayor parte de Gipuzkoa y todo lo comprendido entre los ríos Urola y Bidasoa estaba bajo la jurisdicción eclesiástica del Obispo de Baiona, de la Baskonia aquitana (antiguo vizcondado de Lapurdi); pero Felipe II, rey de España, consiguió, en tiempo de nuestros padres, del Sumo Pontífice una bula por el que se sustrajo del Obispado de Baiona la jurisdicción sobre Gipuzkoa, y se transmitió al Obispo de Pamplona”.