En el Estado francés se ha creado una nueva división administrativa, la nueva región que incluye el Languedoc-Roussillon y Midi-Pyrénées y aún de hecho no tiene un nombre oficial, el nombre será elegido de forma popular en referéndum, entre las opciones Occitanie-Catalogne, Sur de Francia y Pyrénées Méditerranée.
Puede parecer un asunto folclórico, sin ninguna importancia, pero de hecho es mucho más importante de lo que parece, especialmente porque hay precedentes respecto a la utilización de los nombres que provocan fuertes enfrentamientos diplomáticos, por ejemplo la actual República de Macedonia en el ámbito internacional utiliza la denominación de Antigua República Yugoslava de Macedonia (ARYM o FYROM) por el conflicto abierto entre este nuevo Estado y la República griega que considera que Macedonia es históricamente Grecia y no puede ser utilizado por ningún Estado.
Ahora la nueva gran región francesa que incluye una parte de Cataluña, con capital en Toulouse, puede llegar a tener el nombre ‘Occitanie-Catalogne’, esta macro región de más de cinco millones de habitantes debe decidir su nombre en referéndum, como se comprometió la presidenta socialista Carole Delga. Mientras no llega el referéndum prometido, van saliendo proposiciones procedentes de la sociedad civil, el mundo económico y de diversas formaciones políticas.
La denominación Cataluña fuera del Estado español, de hecho reconocería que los catalanes no son españoles por gracia divina como el nacionalismo español quiere hacer pasar, sino que situarían la nación catalana dentro de la historia y sus vicisitudes, como el hecho de que fue dividida con toda la intencionalidad de desmembrarla con el Tratado de los Pirineos de 1659; que ahora volviese a emerger Cataluña al otro lado de los Pirineos sería políticamente importante, para escenificar esta presencia catalana en Europa a lo largo de la historia y diferenciada claramente tanto de España como de Francia.
¿Que puede suceder?, habrá un referéndum y por tanto es posible que las estructuras estatales francesas jueguen a potenciar otra denominación que no haga aparecer Cataluña, algunos ya hablan de “Sud de France” y los españoles podrían presentar una teórica protesta diciendo que Cataluña es parte de España y por tanto no pueden utilizar esta denominación.
Lo que está claro es que hasta el momento, en campaña más activa, es por la denominación ‘Occitanie-Catalogne’, ya que la nueva región engloba el Languedoc histórico y la Cataluña del norte. Una parte reducida, respectivamente, de Occitania y de Cataluña. La denominación la defienden, sobre todo, entidades cívicas y culturales, así como partidos occitanistas y catalanistas. Y sin lugar a dudas esta es la más conveniente para el conjunto de la nación catalana.
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