Cómo surgieron los buruzagis o dirigentes Baskones

Film “Irati” de Paul Urkijo (2022),
Primera Batalla de Orreaga el 15 de agosto del año 778.
El buruzagi Eneko Ximeno,
padre del futuro rey nabarro Eneko Aritza

El proceso de “baskonización” de todos los Pueblos euskaros prerromanos hasta convertirse en un único Pueblo o nación bajo el paraguas de su propio Estado, empezó tempranamente con los primeros síntomas del desmoronamiento del Imperio Romano Occidental.

La creación del ducado de Baskonia fue propiciada por la invasión del Imperio Romano Occidental de hordas bárbaras en diferentes oleadas entre los siglos III al V, tal y como veíamos en: https://lehoinabarra.blogspot.com/2016/04/el-proceso-de-la-temprana-baskonizacion.html

¿Cómo surgieron los dirigentes que nos llevaron hasta la creación del Ducado de Baskonia a comienzos del siglo VII para convertirlo en el reino de Pamplona-Nabarra en el siglo IX?

Este proceso nos lo explica el doctor en historia Mikel Pozo Flores en su libro “Vasconia tardoantigua” -2022- (los paréntesis son míos):

“En los siglos VI y VII, no gobiernan descendientes de dirigentes germánicos en Vasconia (godos, suevos o francos), ni los herederos de los possessores tardorromanos, sino los sucesores del dirigente cuyo núcleo fueron los rusticani/bacaude.

(…)  en nuestra propuesta se trata de los militares al servicio de Roma. En efecto, las transformaciones que sufrió la sociedad regional tardorromana durante el colapso del Imperio y su evolución posterior en la periferia de los reinos pos-romanos explican los rasgos de la organización sociopolítica de los vascones de los siglos VI y VII.

(…) coincidamos en atribuir un papel importante a las gentes del saltus”, los habitantes de la zona boscosa y montañosa de Baskonia, fuera de los latifundios romanos.

Pese a que el autor descarta a los dirigentes y grandes terratenientes o possessor romanos como la procedencia de la élite de dirigentes baskones, el propio Mikel Pozo en su síntesis final cree que tuvo que haber algún tipo de acuerdo entre ellos como vamos a ver.

LA CALZADA ROMANA ASTURICA BURDIGALAM

Mikel Pozo Flores empieza su explicación sobre el origen de los dirigentes o buruzagis baskones de la siguiente manera: “Las reformas de Diocleciano (284-305 d.C.) revalorizaron el papel de la calzada que, procedente de Burdeos, se dirigía a Astorga. La vía atravesaba la región en un recorrido de unos 150 kilómetros si tomamos como referencia el alto de Ibañeta por el este y las Conchas de Arganzón que cierran la Llanada Alavesa por el oeste”. Se refiere, por supuesto, al paso de la calzada Iter XXXIV por el sur de la futura Baskonia.

“En torno a la calzada, se organizaban las principales estructuras del Estado imperial, articuladas en ocho mansiones y las dos ciudades de Pamplona (Iruñea) y Veleia (Iruña de Oka en Alaba, cerca de Vitoria-Gasteiz), principales núcleos del territorio. En estas últimas tenían posiblemente su residencia las familias de propietarios y dirigentes cuyas villae se encuentran también en las inmediaciones”.

Las dos grandes ciudades romanas llevan la raíz “ciudad” en euskera y formaban un trío junto con Oiasso-Irun, la ciudad baskona de la costa.

Tal y como señala Mikel Pozo: “Precisamente en el tramo de esta vía que discurre entre los Pirineos y Veleia estaban acantonadas las fuerzas militares de la región. Había limitanei en Veleia”, se trata de las unidades del ejército romano que vigilan la “frontera”, en este caso, más bien el paso a la península ibérica.

Para situarnos mejor, tenemos que saber que Veleia era la ciudad romana en tierras de la futura Baskonia más grande al sur de los Pirineos con 10.000 habitantes en su momento de máximo esplendor, sólo superada en habitantes en la provincia Tarraconense por Zaragoza (César Augusta) y Tarragona (Tarraco) con 20.0000 habitantes cada una y en la península hispánica era Mérida (Emerita Augusta) la ciudad romana más grande con unos 25.000 habitantes.

Notitia Dignitatum fue escrita en la primera mitad del siglo V, es la única fuente para conocer algo de la organización militar en lo que será Baskonia, por la cual sabemos que la fortaleza de Baiona llamada Lapurdum entre los tarbeli de Aquitania (ausko+i (pl)+tania), había una cohorte permanente (600 hombres) y un tribuno u oficial romano, por el norte, el siguiente destacamento estaba ya en la frontera con los “bárbaros” germánicos en las Galias del norte sobre el río Rhin.

Al menos en la Alta Edad Media y tardoantigua, varios documentos nombran estas tierras como las Galias, empezando la región de Hispania en la planicie que sigue a los Pirineos y las montañas del norte, tal y como explicamos: 

https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/07/eramos-hispanos-o-galos.html

En el sur, el tribuno de la cohorte Primera Gálica de la Tarroconense (nótese que no era hispánica), residía en la ciudad de Veleia de los karistios. Por tanto, las tropas romanas en Baskonia estaban en Baiona y Veleia, a la entrada y salida del paso pirenaico.

En toda la península hispánica sólo había tropas romanas en Séptima Gemina (ciudad de León), en Zamora (Royinos de Vidriales), Lugo, Juliobriga (cerca de Reinosa, cántabros) y en otro lugar de Galicia, todas en el norte peninsular, lo cual, también es significativo (“Guía para la historia del País Vasco hasta el siglo IX” Alberto Pérez de Laborda).

Veleia acometió la construcción de su muralla en plena decadencia a finales del siglo III y mediados del IV d.C. con la primera oleada de invasiones bárbaras que redujo mucho su población; muralla la cual delimita una ciudad de algo más de 11 Ha.

Los últimos datos arqueológicos sobre la ciudad corresponden a enterramientos de finales del siglo V d.C. ocupando espacios de habitación ya abandonados, lo que marca el fin de la gran ciudad romana para comienzos del siglo VI (Diputación Foral de Álava).

Sigue Mikel Pozo su explicación sobre esta región: “Hacia el año 400 Vasconia no era un territorio excepcional dentro del Imperio. La peculiaridad de la región era su situación estratégica, ya que era el lugar de entrada y salida de Hispania por los Pirineos occidentales. La calzada Astorga-Burdeos que unía Hispania con Aquitania atravesaba el territorio (…).

De hecho, los bagaudas de Aracaeli no son probablemente otra que tropas de rusticani que resultan desleales a ojos de Hidacio”.

En toda la obra del obispo cristiano e historiador Hidacio (Hydatius) o Idacio de Chaves (Lemica en la actual provincia de Ourense-Galicia entre los años 400-469), sólo nos da la procedencia de los baugauda o rusticani rebeldes de Aracaeli en la vía Burdeos-Astorga (ver mapa), lo que, según  Mikel Pozo, es muy significativo de su poderío militar.

“Así pues, creemos que rusticani es el modo más correcto de denominar a las tropas de la calzada. Estos rusticani eran milicias locales con un fuerte arraigo en la comunidad en la que operaban, lo que les concedía una gran capacidad de autorreproducción.

Los soldados se reclutaban en los territorios circundantes y, por tanto, tenían relaciones familiares en la zona. Era común que los miembros de una misma familia pertenecieran al ejército, pues había linajes militares. Incluso sus jefes emergían de la comunidad”.

“Los soldados y la población compartían problemas y una misma cultura, que podía incluir también la lengua y los usos onomásticos. Además, contaban con mecanismos que permitían su supervivencia, ya que vivían de los impuestos que ellos mismos cobraban a sus paisanos.

Por tanto, todos los recursos necesarios para formar y mantener el ejército provenían de las poblaciones del entorno: víveres, materiales, mano de obra, soldados y líderes”.

“Este tipo de tropas fueron protagonistas de los acontecimientos ocurridos durante la crisis del Imperio en la primera mitad del siglo V.

En el 409, fueron depuestas por los partidarios del usurpador Constantino. Fue entonces cuando los bárbaros entraron en Hispania alterando completamente el panorama geopolítico y provocando la primera ruptura en Vasconia”.

El gobierno de Honorio es clave para entender el cambio de postura de los dirigentes baskones hacia el Imperio Romano según Mikel Pozo.

LA RUPTURA DEFINITIVA CON EL IMPERIO ROMANO

Honorio se convirtió en augusto de Occidente en el año 395 teniendo todavía 8 años de edad, además, se llevó la capital del Imperio Romano a Rávena. Desde el principio, Honorio tuvo que hacer frente a innumerables ataques de los pueblos “bárbaros”, sobre todo germánicos.

Pero, fue mucho más importante la rebelión interna de su General Constantino III, el cual se autoproclamó emperador de Occidente en Britania, llegando sus tropas a desembarcar en la Galia, cruzando después los Pirineos y degollando a los hermanos Dirimo y Viriano, grandes terratenientes que con sus tropas intentaron cerrarles el paso en Orreaga-Roncesvalles. Constantino llevó así la guerra a toda Hispania.

Contra Constantino, el emperador Honorio tuvo que movilizar a sus ejércitos imperiales, los cuales actuaron de forma contundente, todo ello ocurrió entre los años 407 y el 411 cuando abdicó Constantino, siendo asesinado poco después.

Explica Mikel Pozo: “Vasconia quedó expuesta a probables saqueos de los bárbaros y también a los abusos de los ejércitos enviados por Rávena. Tal situación de desamparo inicial pudo empezar a deteriorar el orden romano, pero lo más probable es que se produjeran intentos de adaptación al nuevo escenario.

La inseguridad reforzó el peso de las tropas de rusticani burgarii (éstos eran los soldados que guardan los fuertes o castelum) en origen destinadas a la vigilancia de la Astorga-Burdeos y la entrada por los Pirineos a Hispania (…)”.

“Tras la victoria final de Honorio se restableció el orden romano en la región. Es más que probable que también se repusiera a los rusticani, que según las fuentes eran los tradicionales defensores de los pasos pirenaicos, ya que habían sido eficaces en su tarea y se habían mantenido fieles al emperador legitimo.

Pese a que el orden se había restituido en la Tarraconense, la situación había cambiado radicalmente de la noche a la mañana. Los barbaros se habían hecho con el control del resto de provincias y Vasconia se convirtió en un espacio de frontera expuesto a incursiones y sometido al continuo transitar de ejércitos”.

Mapa tomado del libro de Mikel Pozo Flores, donde se ven las tumbas con armas encontradas de los primeros dirigentes o buruzagis baskones que ya no atienden a las órdenes del emperador romano, tal y como vamos a ver a continuación

“A medida que avanzaba el siglo V, la situación se fue deteriorando y el Imperio era cada vez más débil. En este escenario de inseguridad e inestabilidad no es difícil imaginar un creciente protagonismo de las tropas de rusticani.

Era un contexto muy propicio para que emergieran liderazgos de origen militar, como sucede en otros lugares. La presencia cada vez más lejana del Estado había convertido a las tropas de la Astorga-Burdeos en uno de los poderes sobre el terreno y a sus jefes en autoridades del lugar”.

Es entonces cuando los ruticani se convertirán en los bagaudas de las crónicas romanas, nombre en bretón derivado de “badag” que describe a las “bandas” armadas que deambulan por el Imperio Occidental y que en Baskonia fueron desde entonces muy numerosas y poderosas, sus ataques los describimos en el siguiente artículo: https://lehoinabarra.blogspot.com/2016/04/el-proceso-de-la-temprana-baskonizacion.html

LA ARQUEOLOGÍA AVALA LA TESIS

Mikel Pozo Flores: “En definitiva, se puede sostener que Aldaieta (Nanclares de Ganboa, Alaba, a 30 kilómetros de Veleia hacia el noroeste) es el cementerio de una comunidad de enterramiento formada por entre 20 y 30 individuos cada uno de cinco o seis familias que se enterró allí desde mediados del siglo VI hasta principios del VIII. Esta comunidad no necesariamente compartió un mismo hábitat, aunque sí que parecen haber mantenido relaciones de parentesco.

La calidad de los ajuares y la gran presencia de objetos militares demuestra que Aldaieta corresponde a un puñado de familias dirigentes. Escogieron enterrarse en un espacio separado del utilizado por otros grupos de población y en un altozano reconocible a cierta distancia desde el que hacer visible su poder”.

“(…) las armas y la calidad de los materiales depositados, algunos de ellos de oro y plata, e incluso el emplazamiento fuera y dentro de algunas iglesias, muestran que nos encontramos ante los dirigentes de la región. Estos no son otros que los vascones de los textos”.

 

Tumbas con guerreros armados encontrados en el 2009 en las excavaciones de la basílica de San Martín de Alegría-Dulantzi construida durante el siglo VI y cercana a la calzada romana Burdeos-Astorga. En las tumbas de los siglos VI-VII se encontraron: siete puntas de lanza, 3 hachas arrojadizas, un hacha-martillo nunca antes documentado y dos cuchillos con decoraciones damasquinas.

Además, también en Alegría-Dulantzi, se han encontrado más tumbas de esos siglos en la colina de San Pelayo, donde antaño hubo una ermita: con cinco lanzas y dos hachas arrojadizas o “franciscas”

CÓMO ERA LA SOCIEDAD BASKONA ENTRE LOS SIGLOS V y VII

Mikel Pozo: “Los objetos de las tumbas de Vasconia son, por lo general, modestos, lo que nos habla de dirigentes cuyo acceso a la riqueza era bastante limitado. Las necrópolis vasconas se asemejan a las de los espacios periféricos de los reinos anglosajones (el oeste de Kent) y las tumbas más ricas son comparables con aquellas que entre los alamanes se asocian a individuos cuyo poder supera por poco la escala local”.

Finaga en Basauri, hachas baskonas de guerra o “franciscas”

Ábside de San Martín de Finaga en Basauri (Bizkaia) con las tumbas en laja.
I. García Camino 

“Estamos ante lo que para el contexto anglosajón de los siglos V y VI se ha denominado flat society, una sociedad sin grandes jerarquías.

En Vasconia se aprecia un mosaico de poderes locales y regionales, familias que no disponen de extensas propiedades ni tienen muchos esclavos y que, ante la debilidad de otras formas de superioridad social y mecanismos internos de extracción de excedentes, obtienen sobre todo de la guerra los recursos y el prestigio necesarios para mantener su predominio.

Esta actividad tiene entre los vascones una importancia mayor en la jerarquización social y en la representación del rango que en otras regiones”.

Ajuar y armas de tumbas de dirigentes baskones de Aldaieta en Nanclares de Ganboa. Las pruebas químicas del hierro utilizado para las armas de Aldaieta, demuestra que es de procedencia alabesa donde se han hallado los hornos de esta misma época en Bagoeta de Luko (Alaba) a menos de 10 kilómetros, según demostró el arqueólogo A. Azcarate y que resumimos aquí:
https://lehoinabarra.blogspot.com/2016/11/el-horno-vasco-la-protoindustria.html
Hasta ahora no se habían encontrado en toda la península ibérica este tipo de enterramientos denominados “baskones”, pero, en los últimos años van apareciendo enterramientos similares de dirigentes armados en Asturias y Cantabria como en la Cueva de La Garma del siglo VII, lo que demuestra que tanto los astures como cántabros siguieron procesos similares a los baskones alejados de los visigodos (los cuales no se enterraban con armas y menos en una cueva) y que estos enterramientos poco tienen que ver con merovingios francos, aunque las armas más representativas como las franciscas o hachas arrojadizas de guerra tienen similitudes con las empleadas por ellos, lo cual es natural y nada extraño que se copien, como ocurre en cualquier otra época histórica
https://www.europapress.es/cantabria/noticia-hallan-depositos-funerarios-garma-restos-veintena-individuos-armas-objetos-visigodos-20230914132759.html

“Pese a que se percibe este tipo de liderazgos guerreros con proyección supralocal en los siglos VI y VII, Vasconia no es un territorio completamente fragmentado. Al contrario, existen elementos de cohesión, comunicación y jerarquización interna.

El conjunto de los gobernantes de esta pequeña región compartía un mismo ceremonial funerario, es decir, elementos culturales de primer orden ligados a las formas de concebir el rango y el poder”.

Este tipo de tumbas con este tipo de armamento aparecen en Buzaga y Pamplona-Iruñea entre otros (Alta Nabarra), en Zornostegi, Alegria-Dulantzi o Aista (Alaba), en Kortezubi-Santimamiñe y en Arrigorriaga-Finaga en Bizkaia.

LOS BROCHES y HEBILLAS BASKONES: UNA MISMA CULTURA

En el castillo de Berbeia en Valdegobia-Gobiaran, documentado en el siglo XII muy cerca de Espejo y perteneciente a la tenencia nabarra de Lantarón en la actual Alaba, se encontró en el 2022 un broche de bronce de un cinturón igual a los de las excavaciones de Aldaieta en Nanclares de Ganboa. El castillo de Berbeia está comunicado con otro cercano en la Peña los Castros.

Este tipo de broche también se ha encontrado en Eskota-Axkoeta cerca del paso de Subijana y el río Baias (en el Oeste de Alaba, en Erriberagoitia-Pobes), y Arroniz (tierra Estella, Alta Nabarra).

Para el año 1000 se cree que Berbeia era un lugar donde se administraba justicia como cabeza de la tenencia nabarra y la principal fortaleza desde donde se dominaba una amplia comarca.

En este castillo, también se han encontrado restos anteriores de la Edad de Hierro, lo que nos permite reafirmar que tras la caída del Imperio Romano los baskones volvieron a repoblar los altos donde se escondieron y defendieron de los bárbaros como en tantos otros documentados por Iñaki Sagredo Garde en todo el Pirineo en su libro “Vascones” (2011).

El arqueólogo de la Diputación de Bizkaia Iñaki García Camino, sobre el broche encontrado fuera de contexto en Arrietabaso en Dima (valle de Arratia en Bizkaia), comentaba: “Se trata de un gran broche de cinturón de placa rectangular rígida, perfiles rectos sin estrangulamiento central y lengüeta oval (…)”.

Sigue García Camino: “El broche que presentamos -datado en el siglo VII- no es, sin embargo, muy expresivo desde el punto de vista cultural, dado que se localiza tanto en contextos continentales como peninsulares (sic.).

Así, piezas similares proceden del castro de Yecla (La Rioja), Pamplona (Navarra), Escota o Aldaieta (Álava) (….)”, por tanto todas en Baskonia.

Hebillas de Axkoeta-Eskota, Cuevas de los Goros (Hueto de Arriba en Vitoria-Gasteiz) y Aldaieta (Nanclares de Ganboa), ésta similar a la de Dima. Museo BiBat de Vitoria-Gasteiz

Hebilla de Buzaga (Alta Nabarra)
Hebillas de Aldaieta (Alaba)
Hebillas del valle de Elorz (Alta Nabarra)

LOS NOMBRES EN EUSKERA DE LOS DIRIGENTES BASKONES

Es evidente, tal y como señala el propio Mikel Pozo, que los grandes terratenientes estaban plenamente romanizados con sus nombres latinos como los conocidos Didimo y Viriniano, los cuales defendían el famoso paso de Orreaga-Roncesvalles como hemos visto. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurría en el resto de la península ibérica:

“Entre los gobernantes pamploneses de las crónicas y cartularios medievales, ya no hay Veranius ni Paternus, tampoco los otros nombres que en época tardoantigua eran los más frecuentes entre los possessores. Tampoco se remplazan por nombres de origen germánico, como ocurre en las otras regiones”.

“En lugar de eso, resurgen con fuerza nombres que ya estaban presentes en la onomástica prerromana y eran minoritarios entre los dirigentes de época romana. Se trata de onomástica aquitana antigua como Andere, Amunna, Belasco, Beraxa o Eneko, es decir, nombres prerromanos protovascos (…) Sospechamos que su prestigio renovado en la Alta Edad Media puede estar relacionado con las costumbres de los nuevos liderazgos militares (…)”.

“Esto significa al menos dos cosas. Por un lado, que este fenómeno tuvo lugar entre los siglos V-VIII que estudian este trabajo y que, por tanto, hay que buscar una explicación en los procesos del período. Y, por otro lado, que un segmento de las gentes de la región que usaban estos nombres pasó a formar parte de la clase gobernante”.

Los nombres que nos han llegado de los primeros dirigentes baskones son claramente en euskera o euskaldunizados: Eneko,  Ximeno, Bela, Garçés (y su derivado García), Otsoa, Aznar, Fortún, Ortuño o Antso-Sancho y los femeninos Oneka, Andere, Urrika, Oria, Belasquita, Asona-Osona o Sancha.

Ludovico Pío (778-840), se presentó ante su padre el emperador franco Carlomagno vestido “a lo baskón”: “túnica corta, ceñida y redonda en su remate inferior, con las mangas extendidas por las manos, con perneras (calzas) extendidas (largas), con botas rematadas con espuelas, llevando en la mano una lanza”
Aimonio lib. 5, cap. 2, monge del siglo IX
Toda la historia la resumimos en:
https://lehoinabarra.blogspot.com/2019/03/baskones-contra-francos.html

CONCLUSIÓN

Mikel Pozo Flores: “El proceso de transformación social y de conformación de los nuevos liderazgos no se produjo de un día para otro, sino que fue un largo proceso que duró un par de generaciones. Aunque desconocemos la manera precisa en la que se articulaban las relaciones entre los dirigentes, no hay que pensar en dos bloques monolíticos enfrentados entre sí.

Lo más probable es que se establecieran vínculos entre las familias de los viejos y los nuevos dirigentes, los primeros para mantener su supremacía y los segundos para consolidarse en el poder. Esto supondría la puesta en marcha de estrategias de alianzas y matrimonios que fundieran en un mismo grupo a antiguos y nuevos gobernantes”.

“Pero no todos estuvieron cómodos con la nueva situación. Una parte de la aristocracia no vio con buenos ojos el auge de estos líderes militares que ponían en cuestión su estatus, o al menos hubo serios desacuerdos entre una parte de los gobernantes”. Esto parece que fue así hasta las Dos Batallas de Orreaga-Roncesvalles.

https://lehoinabarra.blogspot.com/2023/10/como-surgieron-los-buruzagis-o.html?fbclid=IwAR3YicD99gw7FQvVKJBzWCwb0VT2alnOysOapp83b5QYJ9dxEwdyKgMk2_8