La propuesta del Lendakari Ibarretxe de realizar una consulta a la ciudadanía de la Comunidad Autónoma vasca ha traído innumerables reacciones dentro del nacionalismo español. Este ¿nuevo? plan del señor Ibarretxe ha supuesto una oposición frontal por parte del gobierno del reino de España, incluso antes de ser presentada al presidente del gobierno español, tal vez porque dicho plan sea una continuidad del primer y único plan Ibarretxe.
La derecha española, la heredera del franquismo, defensora como ninguna de la unidad nacional española, una vez más, ha puesto el grito en el cielo. Su indignación es tan alta como su patriotismo imperial español. La consulta, en caso de que sea permitida, debe ser realizada al conjunto de ciudadanos del estado español, como dicen ellos a todos los españoles. Con ello ocultar bajo el sentimiento patriótico español que los vascos de la C.A.V. (esto es extensible a otras comunidades), en su inmensa mayoría, lo que se pretende demostrar con dicho referéndum, algo que los españoles ya saben, que ni se sienten, ni son españoles los vascos de dicha comunidad.
Braman a los cuatro vientos que la Constitución española no contempla la posibilidad de realizar un referéndum sobre la unidad nacional, ya sea en una comunidad o a la totalidad del estado español. Esta unidad es indiscutible según dicha constitución, recordándonos, además, que el ejército está para impedir cualquier intento de secesión de algún territorio “perteneciente” al Imperio español.
Realmente tanto el gobierno socialista como la derecha tienen razón en que es imposible realizar dicha consulta, dentro de ese estrecho marco, heredero de la dictadura militar franquista. Pese al intento democrático del señor Ibarretxe, esta consulta, actualmente, es imposible realizarla dentro de la legalidad española.
En dicho marco constitucional español existe una vía para la incorporación de la Comunidad Foral de Navarra por parte de la C.A.V. La derecha española se opone a dicha posibilidad por algún motivo que sólo ellos saben y yo, como vasco que busca recuperar la soberanía de nuestro estado, también me opongo a dicha transitoria. Los españoles aceptaron la inclusión de dicha transitoria, la cual les favorece considerablemente en sus planteamientos de conservar las conquistas de su Imperio, pues de llevarse a cabo, la recuperación de la soberanía de Navarra se vería anulada.
Esta incorporación llevaría la pérdida de la opción, desde la C.F.N., de romper “el pacto” impuesto mediante la Ley Paccionada de 1841. Esta posibilidad es la única vía, dentro de una legalidad que no es nuestra, de recuperar la soberanía de nuestro estado. La cuestión navarra es una cuestión de estado para los españoles. Esta es la única grieta en la estructura hormigonada del reino de España. Los vascos de la C.A.V. que buscan la independencia deberían presionar para ser anexionados dentro de la C.F.N., desde donde podemos alcanzar la recuperación de la soberanía, de nuestro estado, Navarra.