Un pirómano para apagar incendios


Garzón, nuevo miembro del Comité Europeo para la Prevención de la Tortura

Se ha impuesto a los otros dos candidatos presentados por la delegación española en el Consejo. Además del instigador ‘la operación del ’92’, el juez ha sido un habitual ordenante de detenciones en régimen de incomunicación, una práctica denunciada varias veces por el Comité.

El juez Baltasar Garzón ha sido elegido nuevo miembro del Comité Europeo para la Prevención de la Tortura . El Comité de Ministros, formado por los ministros de Exteriores o los representantes ante el Consejo de Europa de los 47 Estados miembros, ha otorgado 30 votos a Garzón, que se ha impuesto así a Miriam Cugat, profesora de Derecho Penal, y Carlos Fernández Liesa, catedrático y secretario general de la Universidad Carlos II.

Cuando la delegación española en el Consejo presentó entre otros candidatos a Garzón, diversas entidades pro derechos humanos y contraria a la tortura pusieron el grito en el cielo y ya se temían lo peor. Aunque Garzón no podrá mediar en las visitas e informes relacionados con el Estado español, éstas ya denunciaron que ésto no excluía que influenciara de manera extraoficial. “[Garzón] no es apto, moralmente hablando, para participar en una institución contra la tortura”, afirmó el portavoz del Centro de Documentación contra la Tortura, al conocerse su candidatura.

La elección de Garzón restó crédito a una institución que, a pesar de no ser vinculante, emitía informes rigurosos sobre el estado del respeto a los derechos de los detenidos. Precisamente, en sucesivas visitas a comisarías y cárceles de España, el Comité había denunciado el régimen de incomunicación que se aplica en España a través de la Ley antiterrorista, una práctica [la de la detención incomunicada] ordenada múltiples veces por Garzón en las etapas en que fue magistrado de la Audiencia Nacional, entre 1988 y 2010.

El juez fue, también, quien ordenó la detención de decenas de independentistas en 1992, en un proceso conocido como operación Garzón ‘que desembocó en multitud de denuncias por torturas que nunca fueron investigadas, por lo que el Tribunal de los Derechos Humanos de Estrasburgo (TDHE) condenó a España. Ramon Piqué recuerda: “Cuando en julio de 1992 pasé ante el juez Garzón, entre otras lesiones visibles, tenía un moratón enorme, causado por una fisura en el pómulo producto de los golpes recibidos por la guardia civil. Era muy visible, y cuando Garzón me preguntó por la lesión, le expliqué con detenimiento cuál había sido el trato. Ni se inmutó, y no preguntó más “. Y añade: “Limitó su investigación ‘a pedir un informe al médico forense y a el agente instructor del caso. En este informe, ambos concluían que todas las agresiones eran por autolesiones. Cuando en 2004, el TDHE condenó al Estado español, Garzón respondió que la condena no invalidaba su instrucción para que no decía que se ‘hubieran producido las torturas. En la sentencia se recoge que debido al tiempo que había pasado era ya imposible pronunciarse al respecto. Garzón se quitó responsabilidades en vez de dar la cara “.

Publicado por Tribuna Catalana-k argitaratua