Las bulas papales en la invasión de Navarra en 1512

FERNANDO, llamado El Católico, fue el mayor manipulador de documentos que ha podido existir en toda la historia. Falsificaba las bulas y todos los documentos que le sirviesen para conseguir sus objetivos, apoderarse de territorios o destruir las historias de pueblos antiguos de Europa o América. Incluso falsificó una bula de dispensa matrimonial para poder casarse con Isabel de Castilla. Manipuló el Tratado de Blois con el fin de perjudicar a los Reyes de Navarra. Coincidió con papas corruptos que por dinero les daba igual vender indulgencias o bulas. En las calles de Roma se vendían indulgencias.

También las bulas contra los Reyes de Navarra, Juan y Catalina, parece que fueron una manipulación de Fernando El Falsario o de la Curia Romana. Incluso una de ellas es posterior a la muerte de Julio II, cambiaron la fecha retrotrayéndola a un tiempo anterior a su muerte. Los papas de la época tenían manga ancha y nunca condenaron a Fernando como adulterador de documentos. Estas bulas contra el Reino de Navarra, Pastor ille coelestis (es para el Rey de Francia y no directamente contra los Reyes de Navarra aunque llega a decir que la herejía afecta a cántabros y vascos), Exigit contumatiam y Etsi obstinati, son las tres bulas que propician la invasión. Las bulas se hallan en los archivos de Simancas, parece que no se han estudiado en profundidad, constituyen estas bulas una venta descarada de Navarra a España, desde entonces Navarra es una colonia de España.

La bula Exigit contumatiam, quizás la más injusta y vergonzosa de las tres, excomulga, anatematiza y maldice a Juan y Catalina, les llama cismáticos y herejes, reos de suplicios eternos, los despoja del título de reyes y retira a sus súbditos la obligación de obedecerles. La bula sirvió para que España justificase toda clase de atropellos contra los navarros: torturas, destierros, asesinatos, destrucción de las defensas del Reino, ocupación de cargos políticos y religiosos por extranjeros…

La bula aterrorizó a los navarros. Desde su primera letra era una falsedad continua. Catalina fue una mujer piadosa que en su testamento se declaró católica, lo mismo habría que decir del rey Juan. La bula condenó a los reyes y también a los navarros que no se sentían españoles porque seguían fieles a sus reyes auténticos Juan y Catalina. A pesar de las excomuniones, los navarros como los hermanos de Francisco de Xabier y tantos otros, defendieron el Reino de Navarra en una guerra que duró diez años.

A Galileo, por ejemplo, la Iglesia le levantó la excomunión en 1992. No a nuestros reyes ni a nuestro pueblo. ¿Siguen hoy bendecidos por la Iglesia los que defienden una Navarra sometida a España y excomulgados todos los navarros que continúan defendiendo la identidad de nuestro Reino de Navarra?

Publicado por Noticias de Navarra-k argitaratua