Hace pocos días tuve la oportunidad de recorrer el nuevo trazado de la N-1 por la zona de La Puebla de Arganzón y desde luego que es evidente la mejora de la comodidad para quien va conduciendo un vehículo. No hay que tener tanto cuidado con la velocidad, ni con las curvas.
También han ganado más tranquilidad y espacio en Argantzon o en otras localidades como Burgeta.
Pero hay otra cara de esa moneda que vale tanto o más que esa. Me refiero al impacto medioambiental. Los taludes infinitos, las bocas desgarradoras de los túneles, el enorme espacio muerto de todos sus viales, la ocupación desertificadora de tierra fértil, la deforestación, el incremento del ruido.
Los impactos visuales, las ocupaciones, el avance del desierto se puede apreciar recorriendo el nuevo trazado. Pero hay otros impactos como la expansión del ruido que se aprecian desde muchos kilómetros de distancia. Al elevar las cuotas de los viales y reorientarlos hacia el Noreste el ruido que genera el paso de los vehículos se ha incrementado y expandido hasta zonas como Doroño o Arrieta que están a cinco o seis kilómetros de distancia.
Ese impacto sonoro afecta ya a todo ser que habita la zona. A todas las que hacen posible que estas tierras sean aún habitables.
Paralelo al nuevo trazado de la N-1 en Trebiñu se pretende realizar el del tren de velocidad alta que empalmaría en Gasteiz con el TAV. Nuevos túneles, vías de servicio, más ocupación de tierra fértil, más desierto, más ruido.
En nuestros días las obras tienen que ser siempre cuantitativamente o cualitativamente grandes. De esa manera en el discurso político de turno se podrán exaltar mejor las glorias de quienes las impulsaron aunque siempre se olvidan el recordar quién puso el dinero para pagar la obra y su inauguración y por supuesto nunca se refieren a los perjuicios, los destrozos, los enormes retrocesos medioambientales que siempre acarrean sus magníficas obras. Nunca mencionaran ni reconocerán que no tienen en consideración otras formas de vida y economía que no sean aquellas que siempre tienen prisa por acumular cualquier cosa en grandes cantidades.
Arrieta 29 de noviembre de 2006.
* Javier Ruiz (Vecino de Arrieta-Trebiñu)
* Javi Ruiz, miembro de Trebiñu Batu y colaborador habitual de Nabarralde, ha fallecido recientemente. Recuperamos este artículo suyo a modo de homenaje y reconocimiento del trabajo que compartió con nosotros, en la recuperación de la conciencia de la pertenencia del llamado Condado de Trebiñu al territorio navarro.Nabarralde.
