¿Quo Vadis, Podemos?

Los inicios

Podemos nació oficialmente el 11 de marzo de 2014 (1), si bien también se considera como fecha fundacional el 16 de enero de 2014, por tanto hace ya 8 meses del nacimiento de este proyecto político. Un tiempo de vida muy reducido para valorar con perspectiva una expresión política, ya que todavía no hemos podido captar toda su magnitud. Sin embargo, dada la amplitud del fenómeno han salido decenas de valoraciones de su corta vida y trayectoria. Yo mismo he estado tentado a menudo de escribir cuatro líneas sobre Podemos, pero he querido esperar y ahora creo que la situación de Podemos en el mapa político español empieza a ser clara y se empieza a ver el rumbo que toma esta opción política, y de ahí, el título de este breve (disculpen, no es ironía) repaso del camino de Podemos y una opinión personal sobre lo que parece que será su destino. Los 5 eurodiputados obtenidos y los 56-58 diputados que le otorga la encuesta de El Periódico y tantas otras ya sea en Barcelona, Cataluña, Andalucía o a nivel de Estado español reflejan que es una apuesta con un alto potencial electoral y creo importante hacer de ello un poco de análisis desde la perspectiva de la izquierda independentista y socialista y con un claro sesgo hacia los intereses más inminentes del pueblo catalán como es el futuro referéndum y el proceso que nos ha de llevar a la independencia y más allá.

El resumen de lo que vendrá a decir este pequeño ensayo sobre Podemos es que ahora mismo estamos hablando de una organización con una cúpula dirigente que tira por un lado, pero que debido a su buscada indefinición se ha encontrado con un ejército de militantes y simpatizantes que tanto son gente trabajadora con inquietudes sociales (y a menudo mucha inexperiencia política) provenientes del 15M, las marchas, etcétera; como una turba de auténticos liquidadores, rebotados de todo tipo de partidos y con ideas políticas mucho más que cuestionables (2). La dirección de Podemos no ha podido o no ha querido poner freno a todo esto y ahora mismo el descontrol es muy evidente y a punto de estallar, con un posible fatal desenlace en las municipales con muchas candidaturas formadas por gente honrada y que cree en el cambio social, pero también algunas formadas por arribistas y paracaidistas, probablemente con un claro sesgo de derechas y/o en contra el derecho de los catalanes a ser un pueblo libre. Respecto a este tema, hubo un comunicado oficial de Podemos el 29 de julio, muy acertado en sus palabras, con frases como «Queremos evitar la llegada de paracaidistas. No podemos configurar listas sin contar con todas las garantías» (3), comunicado que se agradece pero creo que a día de hoy ya nadie se cree esas palabras en vistas al deseo electoral de muchos de los círculos.

Sobra decir que hay un respeto total y absoluto hacia la militancia que abnegadamente y de manera voluntaria hace avanzar el proyecto de Podemos, tanto la gente de la cúpula dirigente como la militancia de pueblos y barrios. Cualquier respuesta (argumentada, educada, respetuosa) será bienvenida. Si consigo hacer reflexionar a algún militante de Podemos, es que el artículo ha cumplido su objetivo.

Un apunte metodológico: como fuentes para analizar Podemos no he utilizado ningún tipo de bibliografía convencional, pues es imposible para un partido que ha nacido hace escasos meses. Por el contrario, me he basado en la voz de sus militantes y organización: ya sea en su web, las intervenciones del mismo Pablo Iglesias o las redes sociales, que han tomado un protagonismo muy fuerte en la confección de Podemos.

 

Algunas definiciones de Podemos

Empecemos por el principio: ¿por qué razón Podemos ha terminado así? ¿Cuáles son las causas de raíz que le han llevado a recoger todo tipo de indeseables? Es decir, ¿por qué razón han acabado ciertos personajes en Podemos? Creo que la razón es una conjunción de varios factores que analizaré uno a uno.

Una organización de tipo personalista se lo juega todo a una cara mediática y su oratoria y capacidad dialéctica. Creo que nadie duda de que Pablo Iglesias es el mejor orador que ha pasado en los últimos 10 años en la política española. Y que es una persona con una capacidad intelectual que desborda la de la gran mayoría de diputados y portavoces políticos. Ahora bien, que Podemos es un partido de tipo personalista creo que lo comparte todo el mundo, también los mismos militantes de Podemos. Sólo hay que ver la ficha del registro de partidos políticos, donde el «símbolo» registrado no es el círculo blanco con fondo púrpura que a menudo utilizan sino la cara del señor Pablo Iglesias con las letras «PODEMOS» abajo (4). Sin embargo, creo que esta querida vinculación de partido y personaje era evidente durante la campaña electoral de las europeas, recientemente también quieren poner de relieve otros liderazgos, algunos interesantes como Íñigo Errejón, otros más cuestionables como Juan Carlos Monedero y algunos (desde el punto de vista catalán) que dudo que aporten demasiado en positivo, como es el caso del fiscal anticorrupción Villarejo o las simpatías que muestra públicamente Podemos con el juez Garzón.

Populismo. Podemos se define a sí mismo como un «método para el protagonismos popular y ciudadano». En otra sección de la página web se define como «iniciativa ciudadana que abarca mucho más que el partido político registrado con el mismo nombre». Lo que vendría a ser aquello de «más que un club» pero aplicado a la política (disculpen la analogía futbolera, no volverá a pasar): Podemos es un partido político, pero quiere ser mucho más que eso, es lo que la ciudadanía quiera. Esto, en política es lo que se conoce como «populismo», es decir, «Corriente ideológica o política que quiere defender los intereses y las aspiraciones del pueblo» (definición del Instituto de Estudios Catalanes, primera acepción, llamémosla más positiva) pero también «aprovechamiento demagógico de las aspiraciones del pueblo para obtener un beneficio» (segunda acepción, más bien peyorativa). ¿A qué acepción orienta Podemos? Está claro que la voluntad de la mayoría de sus afiliados y dirigentes es la primera acepción, la de dar respuesta a las voluntades del pueblo, sean cuales sean: aunque sean erróneas, aunque vayan en contra nuestro corpus teórico de izquierdas y revolucionario. Esto es valiente, pero arriesgado.

Como marxista y leninista, debo decir que las posiciones «populistas» nunca han sido demasiado de mi gusto político. El populismo no debería haber sido nunca, creo, un adjetivo para definir las luchas de izquierdas que se han producido en el mundo a lo largo de la historia, aunque en alguna ocasión lo ha sido, especialmente desde la llegada del socialismo del siglo XXI a América Latina. Con la experiencia del chavismo se incorporan dos ingredientes en el menú socialista que no estamos demasiado acostumbrados en estas otras latitudes del globo, como son el populismo (entendido en su acepción positiva) y el retorno al culto a los líderes (no negaré que el culto a los líderes ha sido siempre un «mal» de los partidos y regímenes socialistas, pero lo que quiero dejar claro es que a nivel teórico y práctico esto del culto a los líderes en las izquierdas de Europa nos queda bastante lejano y que con Chávez se reanuda esta línea). Estos dos ingredientes son las grandes aportaciones que Podemos toma prestado del socialismo del siglo XXI, junto con un tercer ingrediente, quizás más propio de los partidos populistas europeos (como es el caso de Movimiento 5 Strelle italiano) como es el lenguaje de izquierdas descafeinado, es decir, sin conceptos propios del análisis marxista (en el sentido más amplio del concepto marxismo). Creo que todos y todas nos hemos acostumbrado ya a no leer «clase obrera», ni siquiera «clase trabajadora», ni a hablar de «Pueblo» (así, en mayúsculas), sino a hablar de la «ciudadanía», la «gente «o el» 99% «empieza a sobrepasar los límites. Una cosa es usar un lenguaje más llano y la otra es pervertir el lenguaje con propósitos electorales. Evidentemente el problema principal de Podemos no es cómo se denomina el sujeto, sino que por «no asustar» al potencial votante ha reconvertido todo el lenguaje en algo que podría firmar incluso UPyD, o si cree que me he pasado, piensen en los comunicados de Podemos firmados como Movimento 5 Stelle de Beppe Grillo.

Pero no siempre se ha mantenido en la ambigüedad, a veces Podemos se ha tenido que mojar. Los 5 eurodiputados de Podemos se han inscrito todos ellos en el grupo parlamentario europeo denominado GaucheUnitaire Européenne-Nordic Green Left. Esto, evidentemente, les sitúa a la izquierda del espectro político. Un grupo donde hay partidos como Die Linke (alemán), el Front de Gauche (francés), AKEL (chipriota), EH Bildu (vasco), Izquierda Plural (IU con Alternativa Galega), el Sinn Féin (irlandés), Syriza (griego), el Partido Comunista de Bohemia y Moravia (checo), el Socialistische Partij (holandés), Bloco de Esquerda (portugués), etc. Lo curioso del caso seguramente no son los compañeros de viaje de Podemos a nivel europeo, que podríamos convenir que son una amalgama de partidos más o menos socialistas y algún socialdemócrata, así como algunos partidos con un carácter independentista o nacionalista, sino los compañeros de viaje que tiene a nivel de Estado español: IU, EH Bildu, Anova. Seguramente es la ocasión en la que Podemos se ha tenido que mojar más, al ponerse al lado de fuerzas tan significadas políticamente dentro del espectro político.

 

Podemos en las redes: historia de un caos anunciado

Respecto el caos (entendiendo «caos» como confusión y desorden) que ha generado Podemos a todos los niveles (político, mediático, en las izquierdas, en los movimientos sociales, etc), creo que se puede afirmar que Podemos «ha muerto de éxito». Es decir, su propio éxito y tirón mediático les ha supuesto la entrada de todo tipo de gente. Algunos, como ya he dicho, auténticos liquidadores y rebotados de otras formaciones políticas. A nivel de Facebook el caos generado es ahora mismo descomunal, uno ya no sabe qué círculos son reales y cuáles no lo son. Podemos no parece estar haciendo nada para impedir este caos y sigue tolerando páginas surrealistas como «Podemos Reptilianos» o «Podemos Churrasco», así como algunos que (sinceramente) no se sabe si son de verdad u otra conspiranoia más, como «Podemos chemtrails» (los chemtrails son los restos que dejan los aviones a su paso, según la teoría conspirativa de algunos, se trataría de productos químicos que sirven para causar daño a la población). El único lugar donde parece que hay orden es a partir de los enlaces que tiene Podemos en su página web oficial: no hay Podemos Reptilianos, pero sí el famoso Círculo Fuerzas Armadas, del que tengo serias dudas sobre su utilidad real para los intereses de la clase trabajadora. Eso sí, hay un Círculo Derechos Lingüísticos de Asturias que está todo en bable.

Con Twitter pasa prácticamente lo mismo, con mil anécdotas que refuerzan todo lo que he explicado hasta ahora y lo que vendrá, pero me quedo con el paradigmático debate entre ‘Podemos Reus’ y ‘Podem Reus’ sobre cuál es la verdadera cuenta oficial.

¿Cómo se ha llegado hasta aquí? Pues la razón es que Podemos ha querido llegar hasta aquí. Sobre la forma de funcionar de los círculos, os emplazo a leer vosotros mismos las actas (son públicas, así como también los debates). No hay ninguna línea roja a nivel ideológico ni de trabajo. Esto abre las puertas a todo el mundo y es positivo, pero conlleva una serie de problemas evidentes. Quizás la cuestión que explica el caos de manera más clara es la «Guía para Círculos», donde se dice que (literalmente) «a constitución de los círculos puede hacerse de dos formas, mediante una convocatoria pública, con la creación de un perfil en Facebook, o tras celebrar un acto de presentación de la Iniciativa Podemos”» (5). Es decir, que si tienes internet a mano, creas un perfil de facebook y ya tienes un nuevo círculo. Así de sencillo.

 

Podemos y la cuestión nacional

Con respecto a la cuestión nacional, creo interesante distinguir entre la posición oficial de Podemos y la posición real de la mayoría de su militancia. El hecho nacional pasa sin pena ni gloria en la mayoría de páginas de facebook de los círculos y también de sus cuentas de twitter.

Respecto al uso de la lengua catalana, resumir que no es ni mucho menos la utilizada en los círculos de Cataluña: Hospitalet, Sant Boi, Gavà, etc Algunas excepciones serían Podem Mataró, Podem Barcelona, Podem Tarragona y Podem Catalunya (seguro que hay más, son algunos que he encontrado). Simplificando al extremo, podríamos resumir que la mayoría de círculos de Podemos utilizan de manera casi única el castellano mientras que sólo algunos círculos de Podemos utilizan mayoritariamente el catalán. Esto evidentemente es fruto de la libre elección de los simpatizantes y militantes de Podemos, pero resulta al menos preocupante en un partido que pretende recoger el sentimiento de la mayoría de los catalanes y catalanas.

Incluso en la página web de Podemos no consta nada en catalán… ¡falso! La sección de la tienda online está disponible en catalán. De hecho, sólo 3 frases: “Noves arribades”, “Els més venuts” i “Carret” («Nuevas llegadas», «Los más vendidos» y «Carrito») (que, además, es incorrecto en catalán, ya que carrito en nuestra lengua sólo hace referencia al carrete de fotografía). El resto está todo en castellano, excepto las explicaciones más extensas que aún se encuentran en latín (el famoso «lorem ipsum», los diseñadores de web ya me han entendido (6)).

Se podría argumentar que si los círculos de Podemos en Cataluña se expresan muy mayoritariamente en castellano es porque así lo quieren sus militantes y que contra esta voluntad no pueden hacer nada. Evidentemente, nada que decir en contra la voluntad de expresarse libremente en la lengua que uno utilice, sencillamente constatar que el catalán es una lengua amenazada por el poco volumen demográfico de nuestro país (en contraste con el inglés, el chino mandarín, el francés o el castellano) y que ha sufrido (y sufre) fuerte persecución, especialmente en el País Valenciano, Cataluña Norte, Franja e Islas Baleares y Pitiusas, donde partidos como el PP intentan aminorar su uso hasta dejarlo en residual y totalmente folclórico.

Respecto al resto de círculos de Podemos en los Países Catalanes, prácticamente no hay huella del catalán. Incluso en estos casos el nombre de los círculos utiliza la toponimia impuesta española (a diferencia de los círculos en Cataluña), con auténticos insultos visuales como Ibiza o Lluchmayor, Islas Baleares, Alicante, Alcoy, etcétera. En este sentido sólo se han salvado algunos topónimos en lengua catalana como son los casos d’Elx, Castelló, Les Alqueries (Elche, Castellón, Las Alquerías) y también todos los casos en los que se escribe igual en valenciano que en castellano.

En la misma página oficial de Podemos, cuando se habla de los 26 elegidos para dirigir Podemos, aparece la etiqueta València/Valencia e Illes Baleares/Baleares.

De la cuestión de los Países Catalanes, por supuesto y lastimosamente, ni una palabra

Por último, un hecho que nos ayudará a entender el porqué del posicionamiento de Podemos en las cuestiones nacionales, así como también a entender por qué obtiene el apoyo de según qué gente y también por qué razón obtiene votos de antiguos votantes de UPyD, PP, etcétera: la defensa de lo español como algo positivo. Bueno, lo que vendría a ser un discurso nacionalista, sin vergüenza de ser español. Lo dijo Pablo Iglesias en alguna ocasión, ser español no es nada malo ni nada por lo que avergonzarse. El resumen de su posicionamiento sería que el concepto «España» y «español» siempre se ha asimilado (al menos desde la dictadura) a la derecha y la extrema derecha, mientras que la izquierda ha renegado, acomplejada en parte por los «nacionalismos periféricos». Por ello, sería necesario (según Pablo Iglesias) revertir este hecho y hacer renacer un sentimiento nacional español pero libre de esta etiqueta de derecha rancia. Creo que parte del problema de Podemos con el hecho nacional proviene de este «pecado original» que (si me lo permitís) es una copia de los discursos nacionalistas también de América Latina (¿no es el socialismo cubano o venezolano nacionalista?)

 

Podemos y la consulta por la independencia

Es imposible cerrar este artículo ahora mismo en relación a muchos temas, pero especialmente respecto a este. Cuando el Tribunal Constitucional prohíba la consulta y los catalanes decidan hacerla igualmente… ¿cuál será el posicionamiento de Podemos? La democracia, dejar votar. Pero, ¿se mojarán a favor del sí? Creo que es fácil adivinar que será una calculada ambigüedad o un no. Pablo Iglesias puede sentir cierta simpatía con el hecho catalán, Íñigo Errejón también. ¿Pero qué hay con el resto, con los miles de militantes? Es evidente, como hemos constatado, que no les importa lo más absoluto la cuestión catalana. Es probable que veamos a los «nuevos cuadros políticos» de Podemos haciendo llamadas al NO, o sencillamente a la abstención. Uno de los males que vienen heredados del 15M es este discurso por el cual el hecho nacional no es un problema (contradiciendo la voluntad de millones de catalanes, claro).

La postura a nivel oficial (programa de Podemos), es: «ampliación y extensión de la figura del referéndum vinculante, también para todas las decisiones sobre la forma de Estado y las relaciones a mantener entre los distintos pueblos si solicitaran el derecho de autodeterminación». Después vuelve diciendo: «Reconocimiento del derecho a decidir de los distintos pueblos de Europa a constituirse como tales y decidir democràticamente su futuro». En resumen, apoyo al referéndum, pero no nos mojamos sobre si estamos a favor de la independencia de la nación catalana o no. Y que contrasta con la extensa y concreta disposición en relación a la del Sáhara y de Palestina: «Política de apoyo a la autodeterminación del Sáhara Occidental. Reconocimiento del Estado Palestino y exigencia de la devolución íntegra de los territorios ocupados por Israel». Así, Podemos se asimila a ICV o UDC (y a UGT y CCOO) con respecto al posicionamiento en el referéndum: sí a celebrarlo, pero no me pronuncio sobre si estoy a favor o en contra de la independencia de Cataluña. En definitiva, no dar respuesta a una cuestión tan esencial que hay sobre la mesa a nivel de Estado español y, seguramente, la cuestión más inminente y trascendental que tenemos los catalanes ahora mismo sobre la mesa.

También Podemos Barcelona, ante la presión evidente, emitió un breve comunicado el 29 de mayo de 2014 donde básicamente se daba un claro apoyo al derecho a decidir y a la consulta (se puede encontrar en el Facebook de Podem Catalunya, vale la pena leer los comentarios de los seguidores), pero no se mojaba sobre el futuro status político y jurídico de Cataluña.

El posicionamiento de Podemos lo ha verbalizado también en alguna ocasión su líder: «soy partidario de que sigamos Construyendo juntos» (7), a pesar da todo el apoyo a la celebración del referéndum. El mismo papel que UDC, si me lo permiten. Hay que reconocer la valentía de apoyar el referéndum, ya que el resto de fuerzas políticas españolas no nos reconocen ni siquiera este hecho democrático, pero digámoslo claro: eso está bien para ser un partido español, pero no es suficiente desde una perspectiva catalana. ¿Por qué somos indulgentes con Podemos y tan críticos con los posicionamientos de avestruz de ICV o UDC?

Sobra decir que Carlos Jiménez Villarejo, una de las caras visibles de Podemos, es totalmente contrario no sólo a la independencia sino también al derecho a decidir (8). Lo que debería haber supuesto su expulsión de Podemos por contrario a la democracia (¿así quieren renovar la política?), Algo que hasta ahora no ha sido así, sino que además, lo sacan a charlar a menudo, volviendo a expresar y a mofarse (en Mataró, por ejemplo) del hecho nacional catalán.

Hay un posicionamiento firme y claro de Podemos respecto a la consulta, y no me refiero al hecho de celebrarla o no, sino a las opciones que hay para votar. Otra cosa es hacer populismo en la acepción peyorativa del término, aprovechándose del desconocimiento del posicionamiento de la mayoría de sus votantes. Lo escribiré más claro: si se acaba dando una declaración de independencia en el Parlamento de Cataluña (previo referéndum o elecciones plebiscitarias o lo que sea), Podemos ¿apoyará o no?

 

A modo de conclusión

Es difícil cerrar este artículo. Ahora mismo quedan muchos interrogantes abiertos. Por ello, «¿Quo Vadis, Podemos?», ¿Dónde vas? De momento, el camino es el de la decepción. La decepción de creer, como alguna gente me había llegado a decir, que se estaba creando «una CUP a la española» (cosa que ya esconde un oxímoron importante, pues la CUP tiene uno de los ejes principales en el hecho nacional y no aceptaría un marco político impuesto) y que podría tener conseguir ser un proyecto de éxito, no sólo en lo que refiere en el ámbito electoral (donde claramente parece que salen muy bien y lo seguirán haciendo) sino también en el ámbito de la coherencia política.

 

De esto último tengo ahora mismo serias dudas. Quiero desear a Podemos un cambio de rumbo. Podemos todavía está a tiempo. De otro modo, tendremos un Movimento ‘5 Strelle’ «a la española».

 

 

 

(1) http://www.eldiario.es/politica/Podemos-Pablo-Iglesias-Ministerio-Interior_0_238326919.html

 

(2) http://www.elplural.com/2014/09/06/el-portavoz-de-podemos-en-estepona-un-ultra-apasionado-de-jose-antonio-y-la-falange/

 

(3) http://www.eldiario.es/politica/Podemos-candidaturas-generalizadas-elecciones-municipales_0_286622050.html

 

(4) https://servicio.mir.es/nfrontal/webpartido_politico/recurso/partido_politicoDetalle.html

 

(5) http://www.podemos.info/wordpress/wp-content/uploads/2014/05/GUIA_CIRCULOS_PODEMOS.pdf

 

(6)   http://tienda.podemos.info/index.php?id_lang=2

 

(7)   http://www.lavanguardia.com/politica/20140605/54409646366/pablo-iglesias-independencia-catalunya.html

 

(8) http://www.cronicaglobal.com/ca/notices/2013/11/villarejo-carrega-contra-icv-euia-per-la-seva-defensa-del-dret-a-decidir-2889.php

 

LLIBERTAT.CAT

 

http://www.llibertat.cat/2014/09/quo-vadis-podemos-27603