Borja de Riquer: ‘El proceso es irreversible por la cantidad de conversos al soberanismo que hay’

Borja de Riquer (1945) es historiador. En 1969, con 24 años, entró de profesor en la UAB, de donde se ha jubilado de la docencia hace poco. De Riquer ha especializado en catalanismo y Restauración. Su tesis doctoral, por ejemplo, es ‘Liga Regionalista: la burguesía catalana y el nacionalismo’. Autor prolífico, y de múltiples obras, ahora acaba de sacar el libro ‘Ir de verdad. Los catalanes y España’ (Rosa de los Vientos). Esta recopilación de escritos y artículos suyos intentan poner contexto histórico en el proceso de independencia. Borja de Riquer ha sido históricamente una persona muy vinculada al PSUC y a las izquierdas catalanas. Recientemente firmó el manifiesto de apoyo a Ada Colau. En esta entrevista se declara converso al independentismo. De hecho, hace meses ya había firmado un manifiesto independentista junto a otros militantes de izquierdas.

 

-Señor historiador, ¿por qué estamos donde estamos?

-Porque se han agotado las formas de estar dentro de España. Durante dos siglos los catalanes hemos intentado encontrarnos cómodos dentro de España. Con resultados muy irregulares. A veces conseguías mucha cosa, sobre todo cuando tenías mucha fuerza o aprovechabas una crisis española. En 1931, con la caída de la monarquía, llega Macià y la República Catalana. En 1977 termina el franquismo, y se negocia de nuevo. ¿Qué ha pasado en los últimos seis años? Que el modelo de la transición se ha extinguido. Y cuando la sentencia del TC dice que no puedes tener soberanía fiscal, no eres nación y tienes que aceptar las reglas del juego, pues por primera vez en la historia de Cataluña una parte de la sociedad civil ha dicho no estamos de acuerdo. Tenemos el derecho de decidir. Y esto ha surgido desee muy abajo. No ha sido una maniobra de cuatro políticos. Los partidos han tenido que apuntarse. Y eso son cinco años. Un proceso extraordinario.

 

-Usted niega la tesis de Valentí Puig, que dice que a los catalanes les ha ido bien cuando se han portado bien, y no cuando han optado por tirar por la directa (el atajo).

-Esta idea de decir que si los catalanes somos buenos, y nos comportamos como buenos españoles, tendremos posibilidades…. Esto se ha visto que no. Llega un momento en que topas con un techo. Cuando encuentras gobiernos que incumplen sus propias leyes, ¿qué debes hacer? ¡Si no cumplen las inversiones, y no pasa nada! ¿Dónde estamos? ¿La alternativa es aceptar la supeditación? Valenti Puig dice que no tenemos fuerza suficiente, y por tanto contentémonos. Escúcheme: esto llega a dónde llega. La gente ha dicho basta.

 

-Cuanto más caso les hacíamos, más nos denigraban. Rosa Parks dixit.

-Claro. Jugar a la política de no podemos romper esto, es reconocer la subordinación. ¿Reconocer que como negra debía sentarse en otro lado? Si lo aceptas calladito, aceptas este sistema. Y personalmente es aceptar que eres inferior. Y que yo me resigno a ser inferior.

 

-Usted intenta explicar las características del movimiento soberanista reciente.

-Es un proceso muy curioso y nuevo. Es un movimiento de clases medias y con una presencia importante de gente joven, y mediana edad. Gente culta, profesional, interesada por el país. Muy mayoritario fuera del área metropolitana. Y quien claramente no ha participado es la alta burguesía catalana. Esta está absolutamente en contra del proceso. Clarísimo. Toda la vida han jugado a fondo a encontrarse dentro de España. Los señores del Puente Aéreo quieren tener influencia en Madrid, por sus intereses. El país, les da igual. Era de prever. Lo más complejo es dentro del área metropolitana. Buena parte de las clases populares tienen herencia de la vieja inmigración. Y digo vieja. Porque la gente nacida fuera de Cataluña son gente de más de sesenta años. Sus hijos ya han nacido aquí. Son sectores donde miran la apuesta soberanista, no en contra, pero si con más reticencias porque tienen que ver cómo se liga su situación social con el cambio político. Y también con sus tradiciones culturales.

 

-Se separan del abuelo.

-Pero el abuelo nunca les dirá vuelve a Extremadura. El abuelo les puede decir no pierdas la raíz. Y aquí entramos en una temática donde tenemos que ser muy sensibles.

 

-Usted dice que el proceso será lento e irreversible. ¿Por qué?

-Será un proceso largo y dificultoso, que algunos lo han vendido como algo fácil. ¿Dieciocho meses? Bah. Nos enfrentamos al Estado español. No es un partido, ni un gobierno. Es un Estado. Y no tendremos apoyos de fuera. Algunos nos podrán mirar con simpatía. Pero no moverán un dedo. Como mucho en un momento determinado pueden presionar al gobierno español para intentar solucionar ‘eso de los catalanes’. Dirán que ‘este lío no se puede mantener’. Esta será la máxima intervención de fuera. Por lo tanto, tenemos que hacerlo nosotros.

 

-¿Y por qué dice que es irreversible, entonces?

-Por la cantidad de conversos al soberanismo que hay y que han llegado a la conclusión de que no podemos seguir como estamos. Se deben romper las reglas de juego. Este sectores podrán pasar etapas de menos entusiasmo, pero ya no volverán al unionismo. Serán más o menos escépticos, ¿pero volver al unionismo? Ya se ha visto lo que da. La percepción es: o derrota y resignación o lanzarte a una aventura dura y difícil donde estará la oportunidad de cambiar las cosas.

 

-¿Usted es un independentista reciente?

-Sí. Yo soy uno de esos conversos al independentismo. Mi opinión es que el sistema autonómico está agotado. Ya no sirve, desde la perspectiva de catalán. Segundo, no hay alternativas españolas que nos parezcan creíbles. ¿Qué opción española propone cosoberanía, que somos una nación y que la fiscalidad dependerá de nosotros? Ninguno. Por lo tanto creo que es necesario, si nadie me lo ofrece, decir que tendré que irme fuera. Si algún día, hipotético, aparece, podremos hablar. Pero a estas alturas, o tengo que resignarme, como dice Valentí Puig, o decir que estoy harto. Creo que será difícil. No será fácil. Se juegan más ellos que nosotros. ¿Cómo mantienen el modelo político económico que han montado, sin una Cataluña que aporte el 22% de los recursos fiscales? Es inviable.

 

-¿Cree que una Cataluña independiente implica una España pobre, entonces?

-Esto es algo que no he escrito, y todo el mundo se lo calla. Analice el caso de Andalucía. Desde hace cuarenta años nadie emigra desde Andalucía. Por primera vez en la historia Andalucía no pierde población. ¿Cómo es posible que la región de la UE que tiene el índice de paro más alto, más del 30%, no pierda población? ¡Ah, cojones!. Hay unas políticas de subsidios que ayudan a que la gente se quede en casa trabajando poco, o sin trabajar. Este es el modelo creado por el PSOE y que el PP mantiene. Subsidios. Hay casos brutales. Provincia de Cádiz. Casi un millón de habitantes. Y mira como lo tienen: 35% paro, 30% funcionarios, y un 30% en el sector privado. Esto es un modelo inviable si eres tú quien tienes que pagar el paro al 35% de parados. No liga. Sólo puede funcionar con dinero de fuera. En un momento de crisis económica puede ser solución a corto plazo. Pero no 40 años. La gran pregunta que en un país anglosajón te haría cualquiera. Ustedes, señores de Andalucía ¿qué han hecho con los recursos de la UE y del Estado? ¿Cómo puede ser que siendo la región con más recursos recibidos, todavía tengan 35% de paro? Y cuidado con que lo preguntes: te dirán catalán burgués e insolidario. Oye, tú. No la jodamos. Lo que no podemos es condenarlos al subsidio, porque eso significa subordinación política. Esto es caciquismo. Quien reparte el PER, tiene los votos. Yo me pregunto cómo podrán mantener este sistema sin la aportación de los catalanes.

 

-¿Por qué el PSC ha hecho la apuesta que ha hecho?

-El drama del PSC es su subordinación al PSOE. No deja de ser sorprendente que el PSC hace dos años, con Pere Navarro, estaba por el derecho a decidir, y ahora el PSC de Iceta, en contra. Iceta ha consagrado al PSC como la federación catalana del PSOE. Debería cambiar de nombre. Han hecho una apuesta arriesgada que es buscar votos en el espacio españolista. Pero estos van a C’s o al PP. Porque si pretenden retener los votantes con el discurso español, se irán a los españoles de verdad, no al sucedáneo.

 

-¿Cómo se explica la conversión de CDC al independentismo?

-Ha sido un proceso de conversión a la vista de los resultados, de los hechos. Se han encontrado con un muro. Y una de dos: aceptamos como lo tenemos, opción Duran, o es Mas y otros que dicen que no puede ser. Intentemos saltar el muro. La opción de Mas y CDC ha sido extremadamente importante porque no es costumbre. Y arriesgándose mucho. Su base social no quiere ruido y convencer a estos sectores… Claro que también se han visto forzado por los hechos. Un millón y medio de personas en la calle.

 

-Yo escucho a Joan Coscubiela y no veo que el millón y medio le haya hecho cambiar de ideas.

-No le da la importancia que ha tenido. Sobre todo se obsesiona con la crisis económica. Nadie te lo niega. Pero tú no puedes encerrarte en decir que aquí sólo puedes hablar de la crisis económica. Aquí hay un contencioso. A la izquierda catalana tradicional, ICV y PSC, el tema les ha cogido a contrapié. Cuando la temática soberanista ha logrado protagonismo les supera. Se han visto obligados a entrar en un dicurso que como demócratas no tienen más remedio que decir sí al derecho a decidir. Pero cuando se han de definir les sale el tema de las relaciones con las izquierdas españolas, más fuertes en el PSC que en ICV, y aquí se les crea un problema sobre el que no quieren definirse. Refleja un problema que no ha sido asumido. Tarde o temprano esta izquierda terminará definiéndose.

 

-El PSC ya lo ha hecho. Ha optado por el no.

-ICV lo tiene más difícil. Para estos la decisión dependerá de cuál sea la oferta española. Si es la oferta de reforma del PSOE, dirán no. Si la oferta es radical, con elementos de soberanía, lo que creo utópico, es posible que diga esta constitución confederal es la solución. Dirían que la alternativa a la independencia es eso. Si se encuentran que el no quiere decir quedarse como estamos…

 

-Por último: ¿cómo ve el País Valenciano y las Islas?

-Yo pienso que cada uno debe seguir su camino. Pienso que en los dos sitios se mueven cosas. Más en el País Valenciano. Finalmente han visto que el modelo del PP y PSOE les afecta negativamente. Ahora se dan cuenta de que el tema de las infraestructuras les perjudica. Que haya un tramo de vía única entre Valencia y Cataluña es brutal. Mientras se gastan miles de millones en Badajoz, que no lleva a ninguna parte, porque los portugueses no la conectarán. Los valencianos también ven que es inaceptable. Ya veremos hasta dónde lo llevan. Y el caso de las Islas también hay un drenaje de recursos brutal. En porcentaje, más que aquí. Veo procesos diferentes, y muy lentos. Y que desde Cataluña no debemos interferir. No debemos dar lecciones a nadie. Ya percibirán si les trae cuenta estar en España, o no.

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