Presente y futuro del proceso de independencia en cinco miradas

Eduard Voltas, Patrícia Gabancho, Odei A.-Etxearte, Francesc-Marc Álvaro y Arcadi Oliveres nos hablan de la nueva situación que ha de encarar el proceso hacia la independencia
El resultado de las elecciones del 27-S ha abierto una nueva etapa del proceso hacia la independencia. Ciertamente, en el horizonte hay incógnitas que son de mal responder, tales como de qué manera se configurará el nuevo gobierno. Con todo, hemos querido hacer un esfuerzo para explicar el presente y el futuro del proceso. Hemos propuesto tres preguntas a cinco buenos conocedores de la actualidad política: los periodistas Eduard Voltas, Patrícia Gabancho, Odei A.-Etxearte y Francesc-Marc Álvaro, y el economista Arcadi Oliveres.

Les hemos preguntad qué pensaban del resultado de las elecciones y cómo afectaría el ritmo del proceso, qué posición tomarían los diputados de Cataluña Sí se Puede y qué repercusión política tendría el encausamiento de Artur Mas.

– ¿El Resultado del 27-S afectará el ritmo de la desconexión de España? ¿Lo acortará o lo dilatará?

– Eduard Voltas [EV]: Si damos por hecho que una mayoría absoluta de votos independentistas habría conducido a un escenario de DUI inmediata, lo que no es claro, entonces sí, el resultado del domingo habría dilatado el ritmo. En cambio, si entendemos que la mayoría absoluta de escaños está garantizada (y esto depende de si hay acuerdo entre Juntos por el Sí y la CUP), creo que el plazo de dieciocho meses que ya se había previsto es perfectamente aplicable. Veo, eso sí, un posible factor de aceleración a partir del 20 de diciembre en caso de que los resultados de las elecciones en España confirmen el cierre por arriba del régimen autonómico y el inmovilismo respecto de Cataluña.

– Patrícia Gabancho [PG]: El resultado no es determinante excepto en un factor, que es eliminar la posibilidad inmediata de una declaración unilateral de independencia. Esto queda descartado. En cambio, el ritmo dependerá de la capacidad de gestión que tenga el gobierno y el parlamento que resulten. Esto es precisamente el elemento más esencial y lo que en este momento hay en debate. Como los dieciocho meses eran teóricos, un parámetro algo imaginario, yo creo que el proceso irá por otro rumbo. Seguramente habrá un referéndum, pero esto hace mucho tiempo que lo digo. No haremos la independencia sin pasar por un referéndum de sí o no. El proceso continuará adelante, porque no se ha detenido en ningún momento, pero será con unos parámetros que desconocemos porque no tenemos segura  la pieza esencial -que son el gobierno y el parlamento-. Hay mucha incertidumbre. Acortarse, seguro que no, pero tampoco podemos afirmar que se ralentice porque no sabemos todos los parámetros.

– Arcadi Olivos [AO]: No, yo creo que es un paso más en un camino que comenzó hace unos años, que se va avanzando y al que le falta una maduración notable. Hace unos años había una minoría de gente en Cataluña que creía en la independencia. Estos últimos años esto se ha ido ampliando considerablemente por muchas razones y yo creo que ahora estamos en un punto intermedio. Estas elecciones han demostrado estrictamente mitad y mitad y, por tanto, quiere decir que si tenemos que inclinar la balanza, aunque nos falta convencer a mucha gente; todavía nos falta que se vea muy bien qué significa esta independencia. Por lo tanto, seguir avanzando. Yo creo que ni la ha acelerado ni la ha desacelerado. Es un paso más en un camino que comenzó y que pienso que acabará bien dentro de unos años.

– Odei A.-Etxearte [OA-E.]: La dependencia de Juntos por el Sí con la CUP puede forzar un acortamiento del período de dieciocho meses previsto inicialmente por la candidatura de Raül Romeva, Artur Mas y Oriol Junqueras. Aunque hayan renunciado inicialmente a la declaración unilateral de independencia, los de Antonio Baños proponen un plazo más corto y exigen actos de desobediencia inmediatos al ordenamiento jurídico español. De modo que no sólo el plazo de desconexión puede ser más breve, sino que se puede coger formas más radicales. Otra cosa es la viabilidad de la construcción de las estructuras de Estado pendientes con una Generalitat que depende financieramente de Madrid, tanto en lo referente a la gestión de los impuestos como al acceso a los mercados para endeudarse. Sea como sea, faltará una nueva legitimación del proceso en las urnas, esta vez en número de votos, aunque el futuro Gobierno mantenga el rechazo a un referéndum de independencia pactado. Está claro que la única manera de forzarlo puede ser mantener el conflicto institucional y jurídico abierto con actos de desobediencia.

-Francesc-Marc Álvaro [F.-M. Á.]: A priori, el resultado tiende a ralentizar el proceso pero no a detenerlo. La coalición grande del soberanismo, Juntos por el Sí, ha quedado demasiado lejos de la mayoría absoluta y esto, como es evidente, complica las cosas. Había que reforzar la calle central del soberanismo pero el electorado ha preferido hacer crecer la marca pequeña del bloque pro-independencia. Un día tendremos que hablar a fondo, de eso. Ahora hay que trabajar con lo que tenemos, haciendo una política que haga pasar por delante los elementos que aseguren la hoja de ruta y que den continuidad y credibilidad a este desafío.

– ¿Qué papel hará en adelante Cataluña Sí se Puede? ¿El 11% que votó Cataluña Sí se Puede y Unió puede incorporarse a través del proceso constituyente? Ya han dicho que no quieren ser contados en el bloque del no…

– ev: Me gustaría ver aJuntos por el Sí y la CUP haciendo los máximos esfuerzos para incorporar estos once diputados en el proceso constituyente del nuevo Estado. Antes del 20 de diciembre lo veo imposible, porque tienen todo el derecho de mantener su defensa de un cambio en España. Después, la situación puede ser mucho más propicia.

– pg: Unió está  en el banquillo. Unió por el momento no jugó y difícilmente jugará. Yo creo que le será muy difícil tener un diputado en las elecciones españolas. Sea como sea, está en el banquillo y por tanto son votos que se han de reconvertir a otras opciones. El caso de Cataluña Sí se Puede es más complicado, porque hay una posición ideológica muy fuerte, una estrategia de confrontación social intensísima, que es la de Podemos, pero que no se ajusta a Cataluña. Por tanto serán difíciles. Ahora, yo creo que si son honestos con ellos mismos y con la gente que configura el grupo, no podrán votar en modo alguno contra las propuestas soberanistas concretas que haga el parlamento; por ejemplo, una declaración de soberanía. Si lo hicieran, quedarían retratados. Yo no creo que un independentista, por razones ideológicas, vote contra una propuesta de declaración de independencia.

– ao: Bueno, a mí al principio me pidieron que estuviera. Al final me desentendendi. Por tanto, no he seguido lo más mínimo el partido. Ni he ido a sus mítines electorales ni tampoco he visto lo que hacían. Yo creo que de momento no se puede decir nada hasta que el 20 de diciembre se sepan los resultados electorales de España, porque dependerá mucho de la posición que tome Podemos dentro Cataluña Sí se Puede. Otra cosa es qué puede pensar Iniciativa o Izquierda Unida, pero con esta alianza se ha querido dar un protagonismo, probablemente excesivo, a los de Podemos. Han tenido tres semanas seguidas en Cataluña a este señor. Entonces, como resulta que él lo lee todo en clave de política española, el partido actuará según qué pase. Por lo tanto, tengo la impresión de que el futuro de Cataluña Sí se Puede, si es que debe continuar, dependerá de la posición que tome Podemos. Entonces, según como vayan las elecciones, tomarán una posición u otra e incluso, evidentemente, si no están de acuerdo pueden llegar a separarse.

– o-E .: Cataluña Sí se Puede esperará previsiblemente en las elecciones españolas. Si Pablo Iglesias no es decisivo y, además, la opción de un doble proceso constituyente se ve imposible y el referéndum tampoco llega, el grupo parlamentario puede acabar dando un paseo o tener divisiones internas. No pasemos por alto que ICV, en la última convención nacional, dejó la puerta abierta a la independencia si el encaje se demuestra imposible. Además, tras los malos resultados del domingo, han avanzado el congreso a principios de año. Tanto los votantes de Cataluña Sí se Puede como la dirección de ICV (con Podemos o sin) pueden acabar pegandose al proceso constituyente. El debate sobre la constitución catalana (participativo primero y parlamentario después) es la vía más clara para incorporar más ciudadanos al proceso y sumarlos más adelante, en votos, a la nueva legitimación democrática que llegará bien en un referéndum pactado, bien en unas elecciones constituyentes, bien en un referéndum de ratificación de la constitución catalana. Los votantes de Unió, en cambio, podrían estar más cerca del PSC, del PP o de Ciudadanos que del soberanismo.

– F.-M. Á .: Ya han dicho que no quieren ser contados en el bloque del no… Una cosa son los aparatos de los partidos y otra los votantes. No sabemos qué harían los votantes de Cataluña Sí se Puede y los de Unió en caso de un referéndum pactado, y esto es una buena noticia para el soberanismo, porque indica que hay campo para correr. El futuro de Cataluña Sí se Puede estará muy marcado por el resultado de Podemos los comicios españoles y por la capacidad de los dirigentes de ICV de corregir una línea que ha sido desastrosa. Se me hace difícil de hacer previsiones sobre el grupo parlamentario encabezado por Rabell. Pienso que ni ellos ven claro por dónde saldrán. En todo caso, se podría buscar algún acuerdo esporádico con Catalunya Sí se Puede o con una parte de sus diputados.

– ¿El encausamiento de Mas afectará la evolución del proceso de independencia? ¿Cómo?

-ev: Depende de la resolución final del juez. Si Mas es inhabilitado, podría ser otro factor de aceleración. Aún más claramente si finalmente es condenado a prisión. Veremos cómo se lo monta el Estado para gestionar los tiempos de este proceso judicial. De momento, ha sido muy torpe.

– pg: Los juristas opinan que no habrá condena y que la causa se archivará. Si es así no le afectará; yo creo que no habrá inhabilitación. Sería muy gordo que hubiera inhabilitación. Pero sí lo refuerza como símbolo político del proceso. Y, siendo reforzado como símbolo político del proceso, hace más indispensable su investidura. Porque fuera de Cataluña nadie entendería que el soberanismo hiciera exactamente lo que Ciutadans pide: hacer retirar al señor Mas.

– ao: No. Yo creo que no. Son dos cosas diferentes. Una cosa es un acto fuera de toda lógica jurídica y de toda lógica democrática, que son los encausaments de Mas, Rigau y Ortega. Es un acto ilegítimo, vergonzante; un acto ante el cual todo el mundo debe quejarse al máximo. Otra cosa es la influencia que esto pueda tener en la discusión que hay en estos momentos sobre la presidencia de la Generalitat. Pienso que tendrá una importancia relativa porque aquí se negocia con la CUP, que ya ven las cosas fuertemente diferentes. Y creo que a la larga todo ello será una cuestión más que habrá influido, pero sin un peso muy determinante.

– o-E .: El encausamiento evidencia ante el mundo el déficit democrático español. Internamente, forzará a los partidos independentistas y a Cataluña Sí se Puede a cerrar filas en torno a su figura, al margen de las discrepancias ideológicas y el debate de investidura, en el que por encima de los nombres se puede acabar priorizando un pacto programático. El proceso judicial contra Mas puede durar más tiempo que los dieciocho meses en que él mismo ha circunscrito el final de su carrera política. Pero esto no impide que se acabe erigiendo en símbolo de la represión de un Estado que, con la reforma del Tribunal Constitucional aprobada recientemente, podría aplicar multas y suspensiones a otros cargos electos e institucionales para tratar de detener el proceso para la vía rápida. La mano dura, sin embargo, puede terminar de precipitarlo todo.

– F.-M. Á .: Es difícil que no le afecte. Por un lado, da más relieve al papel de Mas pero también condiciona sus movimientos muy fuertemente. El encausamiento pone en evidencia que el Estado español opta por la línea dura y al mismo tiempo nos distrae de otras cosas que tenemos que hacer para desarrollar la desconexión. Aunque el proceso viene de abajo y nadie es imprescindible, tener Mas a la presidencia o no tenerlo no es una cuestión menor.

VILAWEB