Un militar observa la explosión de varias bombas. (EFE)
El Ejército del Aire prueba estos días sus mejores aviones y sistemas de armamento en el polígono de tiro de las Bardenas Reales (Navarra) en el ejercicio Tormenta 2015, en el participan 24 cazas de combate, que han disparado unas diez toneladas de bombas con carga real.
BARDENAS REALES. Estas maniobras, enmarcadas dentro del ejercicio Sirio, son las únicas con lanzamiento de armamento real aire-tierra que se realizan al año e implican a la práctica totalidad de las unidades del Ejército del Aire, además de contar con el apoyo de otros efectivos de las Fuerzas Armadas.
Participan casi veinte cazas F-18, dos Eurofighter y otros dos F-5 de escuadrones de toda España, con sus respectivas tripulaciones y armeros -encargados de montar e instalar las bombas en las aeronaves- junto a personal de apoyo en tierra.
En el ejercicio se han lanzado 32 proyectiles, entre ellos dos misiles Maverick y otros tipos de bombas guiadas que han impactado en los blancos situados en el suelo, que simulaban un campo de aviación enemigo.
La razón por la que se ha empleado armamento real es la necesidad de cotejar de forma periódica la fiabilidad de estos sistemas, a fin de descartar lotes defectuosos o solucionar problemas antes de que sean utilizadas en misiones de combate.
Este tipo de ejercicios también sirven para mejorar el adiestramiento de los armeros con material explosivo, así como la capacidad de los equipos de desactivación, en el caso de que alguna carga quede sin detonar, ya sea en el campo de tiro, o incluso en el propio avión.
Ayer mismo quedaron tres bombas sin detonar, de las que se hicieron cargos los equipos NBQ del Ejército del Aire.
Hasta el momento, el índice de fiabilidad de los proyectiles disparados durante estas maniobras ha sido del 83 por ciento.
A las maniobras ha asistido el Jefe del Estado Mayor del Aire (JEMA), Javier García Arnáiz, que ha destacado la importancia de un ejercicio que trata de poner a punto las capacidades de la fuerza de combate español.
Arnáiz ha explicado la necesidad de practicar cada cierto tiempo con munición real para adiestrar mentalmente al personal armero y a los pilotos de combate y para cotejar que los sistemas funcionan correctamente y no hay lotes defectuosos.
«Sería un momento muy desagradable descubrirlo cuando se van a utilizar en una misión real», ha asegurado.
Además de las aeronaves implicadas en el ejercicio Tormenta 2015, está participando el Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo (EADA), así como equipos de control aéreo avanzado del Escuadrón de Zapadores Paracaidistas (EZAPAC).
Otra de las unidades desplegadas en esta misión es la Unidad Médica Aérea de Apoyo al Despliegue (UMAAR) de Zaragoza que ha desplegado un hospital de campaña con capacidad para telemedicina y que cuenta con un simulador médico de soporte vital avanzado.
Noticias de Navarra
