LA situación que vive nuestra ciudad con los Cuarteles de Loiola es ya una cuestión de larga trayectoria. En su momento, la respuesta del Ministerio de Defensa a la moción aprobada por el Pleno en octubre de 2004, en la que comunica su oposición a modificar el uso de los Cuarteles de Loiola, y, consiguientemente a negociar la adquisición de esa parcela por el ayuntamiento para la construcción de viviendas, fue una muy mala noticia.
Con posterioridad, una declaración institucional aprobada por el pleno en febrero de 2005 reiteró al Ministerio de Defensa la importancia estratégica que tienen esos terrenos para solucionar el problema de la vivienda en Donostia. Dicha declaración recibió, igualmente, la negativa del Ministerio de Defensa a abordar la cuestión con la celeridad necesaria.
Más recientemente, el pasado 16-9-2008, la Ministra de Defensa reiteró, en respuesta a una pregunta del PNV en el Senado, la negativa del Ministerio a abordar la cuestión, así como “el carácter estratégico de dichas instalaciones militares ubicadas en la vega del Urumea para la defensa nacional”, según la propia ministra.
Finalmente, en el pasado pleno de julio, el alcalde reconoció algo de lo que no nos había informado a los grupos. Una carta remitida a Zapatero en mayo con el mismo objeto ha vuelto a recibir el “no ” por respuesta, con la más que dudosa excusa de mantener 16 hectáreas casi desocupadas que el Ministerio entiende de interés prioritario para la defensa nacional. Eso sí, esta información sólo se ha obtenido tras interpelar el PNV al alcalde que ha mantenido la respuesta oculta hasta el 30 de julio.
Esta última respuesta es una mala noticia porque frustra un proyecto necesario para Donostia. Un proyecto que es respaldado por la totalidad de los grupos municipales, necesario para construir un importante número de viviendas, con preferencia para la vivienda pública de alquiler, así como para completar la regeneración de la vega del Urumea, mediante la construcción del parque fluvial. Frente a un proyecto destinado a atender las necesidades de los donostiarras, el Gobierno central impone la presencia de una pequeña unidad militar, manteniendo un cuartel prácticamente en desuso en un terreno llano y bien comunicado, nada menos que de 16 hectáreas.
La decisión del Ministerio de Defensa deja tocada una de las propuestas más importantes del nuevo Plan General. El crecimiento de la ciudad por la vega del Urumea es uno de los principales objetivos del nuevo Plan General, dado que la ciudad carece de territorio llano, bien comunicado y próximo al núcleo central de la ciudad como el de la vega del Urumea. El mantenimiento de los cuarteles de Loiola limita el desarrollo de esta propuesta y, por consiguiente, frustra una de las propuestas más brillantes del nuevo Plan General.
Es necesario insistir y convencer al Ministerio de la importancia de ese suelo para Donostia. Porque San Sebastián necesita los terrenos que hoy ocupan los cuarteles de Loiola para llevar a cabo un desarrollo residencial armonioso con el crecimiento de la ciudad para responder con eficacia al problema de escasez de vivienda pública, especialmente en alquiler. Sigue siendo imprescindible que el Ministerio de Defensa reconsidere su negativa a transformar los cuarteles de Loiola en un área residencial, integrada en el proyecto de regeneración de la vega del Urumea.
