- Por primera vez en la historia, el Parlament de Cataluña cuenta con una mayoría democrática de carácter independentista, tanto en cuanto al número de diputados (74 en total), así como por el porcentaje de voto que, por primera vez, supera el 50% de los votos emitidos. La estrategia española de la represión judicial, policial, política, económica, empresarial, mediática y legal no ha desmovilizado al electorado, sino que ha comportado una respuesta clara y contundente.
- En las circunstancias actuales, la posición de cada partido sobre la independencia de Cataluña ha pesado más que el eje izquierda-derecha, habitual en todas partes en los comicios convencionales en cualquier situación democrática. El electorado ha optado por situar como más votadas las opciones percibidas como más moderadas, partidarias del diálogo y más institucionales, en cada banda: ERC por los independentistas y PSC por los unionistas, como ya ocurrió en las últimas elecciones españolas.
- Pero mientras que los independentistas percibidos como más formalmente exigentes y más reivindicativos (Junts + CUP) suman más que los vistos como más moderados (ERC) en el campo unionista es al revés: los moderados (PSC) son más que todos los radicales juntos (Vox, Cs y el PP).
- ERC se ha situado al frente del bloque independentista, como ya consiguió hacerlo en las elecciones españolas y en el Ayuntamiento de Barcelona. Una victoria clara que no se conseguía desde la época de la Generalitat republicana. El independentismo es plural, pero no es una constelación de siglas parlamentarias como la posición contraria.
- La CUP ha más que doblado los resultados, ha acertado con la candidata y todo hace pensar que los resultados hubieran sido aún mejores sin los golpes de timón inesperados y alguna rareza en plena campaña que han dificultado la acción de la cabeza de lista.
- El independentismo, entendido como un bloque que comparte un mismo futuro independiente para Cataluña (ERC, Junts, CUP) obtiene representación en las cuatro circunscripciones como expresión de su arraigo territorial, lo que, entre los contrarios a la independencia, sólo consiguen el PSC y Vox, pero no C’s y PP.
- En el ámbito de la izquierda anticapitalista la CUP supera a En Comù Podem en todas partes, a pesar de disponer de la alcaldía de Barcelona y tener ministros en el gobierno de España. La actitud beligerante contra el independentismo de algunos dirigentes actuales hace quedar muy lejos la actitud nacional de Xavier Domènech.
- El PDECat no ha obtenido representación y, en caso de haber ido con Junts a las elecciones, probablemente habría encabezado el bloque independentista en resultados.
- El PSC ha sido la fuerza más votada, aunque empatada en escaños con ERC, y ha sustituido a C’s como voto útil contra la independencia, a mucha distancia de los otros grupos dependentistas, pero no crece por la izquierda sino por el antiindependentismo y su opción por la unidad de España. Lidera, sin lugar a dudas, el bloque fragmentadísimo de las siglas contrarias a la independencia.
- C’s ha sufrido un retroceso considerable, pero ha tenido una victoria ideológica muy grande contaminando al PSC, Comunes, al PP y Vox de sus posiciones radicales, agresivas y provocadoras sobre la lengua, la escuela, TV3, los Mossos de escuadra y el hecho nacional en general. Vox es, pues, su peor herencia.
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