Viaje al centro de la Tierra

AL igual que el fútbol es un deporte en el que juegan once contra once y siempre gana Alemania, Navarra es una comunidad en la que se hacen elecciones cada cuatro años y siempre gobierna UPN. Sospecho que el PSN tiene esa definición de la Comunidad Foral cincelada en Roca -me refiero a la marca de los inodoros de la sede del partido socialista en el paseo Sarasate- para que los miembros de la Ejecutiva puedan repetirla cual mantra astringente cada vez que se rilan por las extremidades inferiores abajo ante las propuestas de otros grupos parlamentarios, o las bases de su propia formación política, de articular un gobierno alternativo al regionalista. Es más, tengo para mí que se han repetido a sí mismos la cantinela en tantas ocasiones, que han llegado a creerse de verdad que entre las leyes naturales, el conjunto de leyes científicas basadas en observaciones empíricas que describen el comportamiento del universo y lo que hay en él, una de las principales es la Ley del Quesito. Si no, no se entiende que organicen con tanta normalidad anormalidades políticas tan flagrantes como las de la semana pasada, que sólo pueden redundar en su propio perjuicio, desprestigio, ridículo. En el resto de democracias parlamentarias del universo mundo, si tras las elecciones un partido emprende una ronda de consultas, lo hace con el objetivo de recabar apoyos para formar gobierno. Sin embargo en Navarra, el reyno al revés, en 2011 como en 2007, tras los comicios PSN entabla conversaciones con el resto de formaciones políticas con el objetivo de socavar los apoyos que pueda tener para hacerse con el Ejecutivo. En esos encuentros, Roberto Jiménez revisita el (groucho)marxismo clásico, superándolo en surrealismo: “Estos son los puntos de mi programa. Si le gustan, tengo otros (que no le gustarán, se entiende)”. Llenan todo de líneas rojas y si aún así nadie las pisa, realizan ejercicios de escapismo político dignos del gran Houdini, como el perpetrado por Juan Moscoso en el Ayuntamiento de Pamplona, retirando su candidatura a alcalde para evitar el tremendo riesgo de que NaBai, Bildu e IE lo votaran y saliera elegido primer edil. Lo deberían especificar en los carteles electorales: “Juan Moscoso, candidato de PSN a no ser alcalde de Pamplona”, “Roberto Jiménez, candidato de PSN a no ser presidente de Navarra”. Bajaron de su suelo electoral al subsuelo y continúan con paso firme en su viaje al centro de la Tierra. Tremendo. Afortunadamente, las verdaderas leyes naturales nos aseguran que mañana, a pesar de todos estos pesaos, volverá a salir el Sol.

 

Publicado por Noticias de Navarra-k argitaratua