Disculpenme que lo diga de esta manera. Pero el equilibrio entre ser valiente y ser inteligente no siempre ha quedado bien resuelto en el movimiento independentista. Tenemos un país tan lleno de valientes que hace trescientos años que nos gobiernan desde Madrid. Vean si somos valientes. Y tan lleno de inteligentes que hace trescientos años que somos incapaces de hacer nuestra vía. Cuando hemos sido muy valientes, nos ha faltado inteligencia. Y cuando hemos sido muy inteligentes, nos ha faltado valentía. Acertar, ganar, debe ser la combinación correcta de valentía e inteligencia.
Recuerdo que había un lema del independentismo valiente que decía: ‘Que la prudencia no nos haga traidores’. No sé si el independentismo inteligente ha tenido algún lema que dijera: ‘Que la temeridad no nos haga caer en la trampa’. Y, más que lemas, ahora sería necesario que los que siempre hablan de ser inteligentes empezaran a ser un poco más valientes. Y los que siempre exigen valentía comenzaran a ser un poco más inteligentes.
Lo digo porque me da la impresión de que el independentismo se encuentra atrapado en una dialéctica entre el ‘tenemos prisa’ y el ‘hagámoslo bien’ que marea un poco al personal. La CUP necesita aprobar una moción para afianzar el compromiso con la declaración del 9-N. Parece que no se fía del compromiso de Juntos por el Sí y del gobierno, o no se fía del trabajo que se hace. Como si aprobar una moción implicara automáticamente hacer este trabajo que supuestamente no se hace. Y algunos sectores de Juntos por el Sí -de todos los colores, en público o en privado- ya rumian si con dieciséis meses será suficiente. Quisieran tener la independencia hecha antes de declararla. Y esto, como ocurre con los huevos y las tortillas, no es posible. Que sí, que sí … que se deben romper para poder hacerla.
Miren, aprobar esta moción de la CUP en el parlamento es dispararse un tiro en el pie. Tras la suspensión de la declaración por parte del TC y de la reforma de la ley de este tribunal político, aprobar esta moción es buscar inhabilitaciones absolutamente prescindibles. Si tienen que desactivar a alguien, que sea por desobedecer la suspensión del decreto de pobreza energética, por poner un ejemplo. Que sea por algo realmente útil para la gente. No por una declaración más. ¿Cuántas declaraciones se han hecho? Está claro que habrá un choque jurídico con España y sus tribunales. Ya está. Y será cada vez más fuerte. Muy fuerte. Esto no será un camino llano. Ya lo sabemos. Pero que se la jueguen cuando realmente valga la pena.
Y mirad, alargar el mandato democrático más allá de los poco más de quince meses que quedan también es dispararse un tiro en el pie. Nadie debería contar más allá de este otoño. Un día de estos la cosa se precipitará. Si podemos tener un poco más avanzados algunos de los preparativos, fantástico. Pero quítense de la cabeza el tenerlo todo bien envuelto para regalo. Esto es una independencia, no una tarta de Pascua. No hay ningún país del mundo que haya accedido a la independencia con el Estado matriz en contra y con todas las cosas preparadas. Además, todo esto no acabará sin una fase de mediación internacional y una negociación con Europa y España, donde ya se acordarán los plazos de la transición. Porque esto es como el chiste del paciente que agarra al dentista por los cojones y le dice ‘¿A que no me vas a hacer daño?’, Donde probablemente el paciente será Europa y el dentista, el Estado español.
¡Por tanto, a combinar! Valentía, coraje, astucia e inteligencia. Y más coordinación discreta entre todos los que tengan por objetivo la única revolución posible en Cataluña, la independencia. Que sólo hay una cosa que nos pueda hacer ampliar la famosa mayoría social independentista: transmitir más confianza y menos olla de grillos a la gente que todavía desconfía de las posibilidades de éxito de esta aventura extraordinaria. ¿Cómo queremos invitar a alguien a subir al barco si ve que se mueve así antes de empezar a navegar? Venga va, que tan sólo serán unos cuantos meses. ¡Y luego ya os podréis pelear tanto como querais!
VILAWEB
