Sábado de Primavera


Como siguiendo el dictado
de una mente insana y compasiva
que un día decide
abrir todas las jaulas del zoológico,
ha abierto el sol también todas las casas
este sábado de primavera…

Y las bestias se desparraman
por la ciudad con sus crías ruidosas;
con sus perros gordos y tristes
y sus moscas;
o celebran patéticos encuentros,
despedidas patéticas
o bodas…

O se tumban sobre la hierba
de parques y jardines,
asfixiando a las flores
recién nacidas,
intercambiando roces
ásperos y gruñidos…

Y no queda ni un banco en le paseo
alrededor del cual
puedan saltar tranquilos los gorriones…

Sí, hoy muy pocos escapan
al número infinito de los necios
y permanecen
dichosos a la sombra, en silencio,
mientras la felicidad se cierne
sobre los taberneros
lo mismo que el espíritu
del dios aquel del Génesis
sobre la superficie de las aguas…