A lo largo del siglo XX, el pueblo vasco se ha vuelto inmerso en una continua búsqueda de la independencia, o lo que es lo mismo, de una soberanía propia, basada en un paradigma erróneo, sobretodo en lo referente a la historia Estatal y territorial del pueblo vasco.
Dicho paradigma se basa en las ideas imaginarias más que históricas, dejadas para la posterioridad por Sabino Arana, cuya defensa personal de esas ideas, le llevó a sufrir la frialdad de las celdas españolas de la época, causa que acelerara los efectos de su grave enfermedad causándole una prematura muerte cuando solo tenía 38 años.
La idea de Sabino Arana, estaba basada en un imaginario muy personal, sumamente erróneo, especialmente en cual era el Estado y el territorio histórico de los vascos, al que sumaba a su vez, un planteamiento de la defensa cultural debido a las circunstancias que le rodearon en su época, en especial la referente a la inmigración de castellano parlantes, que sufrió la comarca de Bizkaia llamada provincia por los españoles.
Esto le hizo desarrollar una teoría altamente equivocada, principalmente en su referente histórico-político, que a pesar de todo caló ampliamente en todos los vascos, incluso por los sometidos por la república de Francia, muy lejanos de la comarca navarra de Bizkaia a la que se refirió en primer lugar y como única en materia territorial, Sabino Arana. Pueden ser muchas las hipótesis por la cual, Sabino Arana, no toma como referente Estatal a Navarra, lo cierto es que no lo hace y además se inventa una palabra para nombrar a ese Estado, imaginario en materia territorial, de los vascos, Euzkadi.
Actualmente en el siglo XXI, las posibilidades que tenemos los vascos para poder acceder a la información histórica son mucho mayores, siendo difícil creer que haya algún vasco que no conozca la existencia, al menos durante 8 siglos, de un Estado en forma de Reino, que nos representó ante los demás estados europeos, por ende también en el Mundo y por supuesto conocer cual era su verdadero territorio, mermado por las sucesivas invasiones militares, a largo de esos 8 siglos.
La ocultación o negación de nuestro Estado realizada desde los imperios español y francés, que siguen manteniendo la ocupación militar buscando con ella, la imposición política, es totalmente comprensible -para ellos claro está-, por el beneficio económico que ello les ocasiona, importándoles muy poco que este basado en una ilegitimidad política, concretamente la de esa invasión y ocupación militar, sumada a la realización de decretos contra nuestro Estado, de una manera unilateral.
Es incomprensible que cualquier agente, ya sea político, social o cultural vasco, defienda actualmente dicho paradigma erróneo, concretamente en su referencia histórico-política, ya que más que beneficios para los miembros del pueblo vasco que queremos alcanzar la independencia de nuevo o soberanía, es realmente un arma en manos de esos imperios que quieren mantener su sometimiento jurídico-político. Y con ello, seguir con el exterminio social y cultural de los patrimonios del pueblo vasco, que tanto defendía en ese planteamiento del imaginario de Sabino Arana.
Así la única posibilidad histórica y con ello política, que nos quedas a los vascos que queremos ser independientes, es la recuperar ese Estado que tuvieron nuestros antepasados, que como podemos comprobar, era, es y será Navarra. Esperando que los diferentes agentes políticos, sociales y culturales tomen nota y modifiquen sus actuales y erróneos planteamientos ideológicos en materia Estatal y por que no, territorial, las bases de dichos agentes debemos seguir trabajando para ello y continuar con nuestra lucha por alcanzar la soberanía.
Fijándonos a nuestro alrededor, la realidad soberanista que encontramos en el marco que nos concierne, que no es otro más que el europeo, nos enseña muy a las claras cuales son los “nuevos estados” que salen a ese marco político internacional. Estos estados no son otros más los que han basado su reclamación de independencia o soberanía, en un referente histórico-político correcto, aunque algunos sean infinitamente menor en el tiempo de existencia de su estado con respecto al Estado navarro.
Para concluir, nosotros los vascos, tenemos que asumir de una vez por todas, ese referente histórico-político, el cual está claro, es extenso en la historia y con una base política correcta, única, que es la que nos da el Estado de Navarra. Nosotros los vascos de esta parte de Europa, con el apoyo de los demás vascos del Mundo, debemos decir claramente que somos políticamente navarros, algo que aunque nos parezca mentira, lo conocen y entienden muy fácilmente los alemanes, italianos, polacos, irlandeses, ingleses, escoceses, suizos, portugueses, suecos… y por supuesto también lo entienden, lo saben y es lo que temen, los españoles y franceses.
Iruñea, Marzo de 2008