A lo largo de los últimos treinta años, una parte muy importante del catalanismo se ha
comprometido a fondo con la transformación del Estado español para hacer encajar en el mismo a
Cataluña sin tener que renunciar ni a las legítimas aspiraciones nacionales, ni a la
voluntad de autogobierno, ni a la continuidad como nación. Pero los intentos de encaje de
Cataluña con el Estado español y sus reiteradas respuestas negativas son hoy
una vía sin recorrido. Es por este motivo que CiU y ERC consideran que Cataluña
debe iniciar una nueva etapa basada en el derecho de decidir para garantizar el progreso social,
el desarrollo económico, el fortalecimiento democrático y el fomento de la cultura y la
lengua propias.
En este sentido, CiU y ERC manifiestan su compromiso explícito y la determinación
política de hacer una consulta al pueblo de Cataluña para que pueda decidir
democrática y libremente su futuro colectivo.
Cataluña se encuentra ante una oportunidad que sólo se presenta una de cada muchas
generaciones: la oportunidad de construir un nuevo país; la oportunidad del pueblo catalán de ser
protagonista de nuestra historia; la oportunidad de poner la política en el centro del debate
público; la oportunidad de construir una sociedad mejor, basada en la justicia social y
la equidad, la oportunidad de reafirmar nuestro compromiso con la democracia, con la
paz y con Europa.
Como cualquier otra nación, Cataluña necesita disponer del instrumento de un Estado que
le permita desplegar con la máxima ambición un proyecto propio de país. Cataluña puede
vivir mucho mejor de lo que lo hace ahora. Lo podría hacer si dispusiera, por un lado, de todos los
recursos que generamos los ciudadanos y las empresas de Cataluña y, por otra, de la
capacidad de decisión, del poder político sobre todo lo que nos es propio y nos afecta.
Por estos motivos, CiU y ERC expresan el compromiso de que el pueblo catalán se pueda
pronunciar, mediante una consulta, sobre la posibilidad de que Cataluña pueda
convertirse en un Estado en el marco europeo, para disponer, de este modo, de las herramientas
necesarias para superar la crisis económica, favorecer el crecimiento y garantizar la cohesión
y el bienestar de la sociedad catalana.
En este sentido, y en función de los compromisos descritos, CiU y ERC acuerdan:
1. Formular una “Declaración de Soberanía del Pueblo de Cataluña” en el primer
Pleno ordinario de la décima legislatura, que tenga por objeto fijar el compromiso
del Parlamento con el ejercicio del derecho a decidir del pueblo de Cataluña.
2. Aprobar la Ley de consultas a partir de los trabajos iniciados en la anterior
legislatura, aunque incorporando las modificaciones y enmiendas que se consensúen. En
este sentido, se establece el compromiso de impulsar el inicio de la tramitación
parlamentaria como máximo a finales del mes de enero de 2013.
3. Abrir un proceso de negociación y diálogo con el Estado español para el ejercicio
del derecho de decidir que incluya la opción de convocar un referéndum, previsto en
la Ley 4/2010 del Parlamento de Cataluña, de consultas populares por vía de
referéndum. En este sentido, se establece el compromiso de formalizar la petición
dentro del primer semestre de 2013.
4. Crear el ‘Consell Català per a la Transició Nacional’ (‘Consejo Catalán para la Transición Nacional’), como órgano de impulso, de
coordinación, de participación y de asesoramiento del Gobierno de la Generalitat con
relación con las actuaciones del proceso de consulta y transición nacional, y con
el objetivo de garantizar el impulso y la materialización.
Este organismo estará integrado por personalidades de reconocido prestigio y/o
representativas de los diversos ámbitos vinculados al proceso de la transición nacional y
la preparación y celebración de la consulta.
El Consejo deberá favorecer la participación en el proceso de las entidades
económicas, sociales y culturales de nuestro país, así como de las formaciones
políticas favorables al derecho de decidir y a la celebración de una consulta.
5. CiU y ERC se comprometen a trabajar todos los procedimientos formales, jurídicos e
institucionales posibles hasta el 31 de diciembre de 2013 para estar en condiciones, a
partir de entonces, de convocar la consulta de acuerdo con el marco legal que
la ampare, dentro del plazo del siguiente año, con la excepción de que el contexto
socioeconómico y político requirieran una prórroga. En todo caso, la fecha será
pactada al menos por las dos partes signatarias.
6. Convocar una consulta para que el pueblo de Cataluña se pueda pronunciar sobre
la posibilidad de que Cataluña se convierta en un Estado en el marco europeo.
CiU y ERC acuerdan trabajar para consolidar una mayoría social àmplia que permita y
garantice el éxito de la consulta y del proceso de transición nacional.
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