En recientes noticias sobre el Fuero de Labraza del año 1196, se afirma que el texto es de gran importancia “dentro de la Historia medieval de Euskadi” y “para el poblamiento del País Vasco en la época medieval”, así como que forma parte del “patrimonio documental de Euskadi”.
Pero… ¿es que en 1196 ya existía “Euskadi”? ¿Y qué hacía entonces un rey navarro -única mención a Navarra- en Euskadi? De locos….
Conviene recordar que el término “Euzkadi” -luego misteriosamente tornado en “Euskadi”- es creado a finales del siglo XIX por los hermanos Arana Goiri, para definir a la expresión político-administrativa del pueblo vasco, y que sólo hace 40 años, por otro arte de birlibirloque, pasa a denominar a una Comunidad Autónoma española. Tampoco el “País Vasco” existía entonces – el término, de inspiración francesa, no se generaliza hasta el siglo XIX-, ni las Bizcai, Alaba o Rioga de entonces se corresponden con las provincias actuales, creadas muchos siglos después.
No, lo que Sancho VII estaba haciendo era organizar el poblamiento del reino de Navarra, en concreto de su comarca de la Sonsierra –que no pasaría a formar parte de Álava hasta 1486- ante los previsibles ataques de Castilla, que entre 1199 y 1200 culminaron con la conquista de la mayor parte de la Navarra occidental -que no de Euskadi-.
¿Sería creíble situar un teléfono móvil en 1196? ¿Y por qué se da entonces por normal situar, de manera totalmente anacrónica, conceptos actuales en el pasado? ¿Se pretende acaso dar al vigente estatus un “label” histórico del que carece, ocultando de paso la realidad histórica del reino independiente vascón de Navarra?
Desde el punto de vista estrictamente científico, resulta inadmisible tal ejercicio de presentismo (en definitiva, burda manipulación). Pero es que, además, para quien pueda tener una sensibilidad digamos “vasquista”, flaco favor se hace a la construcción de una “nación vasca” -como sea que ésta se quiera entender- ocultándole su realidad histórica.