Nadie sobra para tirar del carro del euskera

 

75 aniversario del Día Internacional del Euskera.

75 aniversario del Día Internacional del Euskera. Araceli Oiarzabal

No son pocas las voces que últimamente nos advierten de que el euskera no está en su mejor momento y de que su transmisión no está garantizada. Por otro lado, nadie niega que la educación juega un papel crucial para la supervivencia del euskera y de la cultura vasca. Es un reto tan estratégico como ilusionante que sin duda necesita del impulso y la colaboración de todos y todas.

Los directores de las ikastolas de Euskal Herria tuvimos ocasión de escuchar recientemente la conferencia de Iñaki Iurrebaso sobre la situación del euskera. Si bien no todos los indicios son negativos, la mayoría son muy preocupantes: aunque el conocimiento del euskera es mayor, la capacidad de hablarlo es menor (el número de hablantes totalmente bilingüe está estancado y el de hablantes que se desenvuelven mejor en euskera que en castellano va disminuyendo); el proceso de atracción hacia las lenguas hegemónicas es mucho más fuerte que el del euskara, y en las zonas vascoparlantes su peso disminuye. Sin embargo, la comunidad euskaldun tiene un alto nivel de concienciación; aunque el entorno no ayude, los ámbitos familiar y escolar son los baluartes de la transmisión, y siendo la mayoría de los que saben euskera jóvenes, hemos conseguido una reversión demográfica. Por lo tanto, podemos decir que el euskera está en una encrucijada y que los siguientes cambios que se avecinan tanto en la sociedad vasca como a nivel mundial, no van a beneficiar probablemente al euskera y a las lenguas minorizadas.

La Red Europea de las Lenguas ELEN acaba de manifestar que el euskera y la comunidad vascoparlante vivimos una “emergencia lingüística” y Kontseilua, consciente de la urgencia de la situación, nos acaba de hacer un llamamiento para pasar de la emergencia a la revitalización del euskera. Asimismo, ha reivindicado que se garanticen los derechos lingüísticos en toda Navarra. No podemos olvidar que en Navarra seis de cada diez estudiantes no tienen relación alguna con el euskera en todo el proceso educativo a pesar de ser lengua propia, que incluso en las zonas vascoparlantes el uso social del euskera se está resintiendo, que con demasiada frecuencia la Administración trata el euskera como algo extraño en su propia casa y que los derechos lingüísticos de los y las hablantes son constantemente vulnerados.

Así las cosas, es evidente que el euskera necesita políticas lingüísticas activas eficaces que permitan su revitalización cualitativa y un marco legal sólido que proteja el proceso. Pero no podemos pensar que la iniciativa para impulsar la normalización del euskera vendrá de las instituciones sin más. Una vez más, la iniciativa popular será fundamental para que el euskera avance e inste a la Administración a tomar decisiones en la dirección adecuada. Gracias a la implicación de la sociedad vasca se consiguió impulsar la recuperación del euskera a partir de la década de los 60 y, también por ello, la situación actual no es peor. Es de resaltar el inmenso esfuerzo que han hecho y hacen las comunidades educativas escuela a escuela e ikastola a ikastola para impulsar el euskara por encima de un sinfín de obstáculos y sin apenas recursos. La apuesta popular por el euskera requiere de una estrecha colaboración e implicación de todos los agentes sociales, ya que la corriente en contra es fuerte. Sin embargo, hay quienes en este momento crítico prefieren cavar trincheras entre los agentes euskalzales. ¿No somos conscientes de que mientras cuestionamos la legitimidad del de al lado nos pasarán por encima el rodillo? ¿Se nos olvida que somos un pueblo sin estado, que el euskera es una lengua minorizada y que los curriculums y modelos públicos centralistas impuestos por los estados español y francés no tienen como objetivo responder a las necesidades de nuestro pueblo?

Dejemos de dar vueltas sin parar en el mismo prado. Si tenemos como objetivo un sistema educativo vasco propio y sabiendo que somos bueyes con diferente personalidad, aclaremos quién está dispuesto a tirar del carro hacia adelante y a quién le interesa acabar con alguno de los bueyes que tira de él. Si queremos que el carro del euskera avance, harán falta dos bueyes fuertes tirando uno al lado del otro y no dándose coces entre ellos.

Como cantó Jagoba Arrasate en un verso en el Navarra Arena: “El euskera y Navarra se necesitan mutuamente”.

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