Aprovechando que Rafael Nadal está en Roland Garros, los guiñoles del Canal Plus francés vuelven a ironizar sobre los deportistas españoles y, nuevamente, los medios de comunicación españoles se remueven en sus asientos, indignados. En esta ocasión, el sketch empieza con un científico joven y de acento nebuloso, que viaja a la selva en busca de plantas para sus experimentos. De repente, tras unas ramas encuentra a un gorila bebé, abandonado. Se lo lleva a casa y allí le ayuda a crecer a base de leche enriquecida con una pócima de color verde que crea en su laboratorio. El gorilita crece tan rápidamente que en pocos días llega a tener complexión adulta, la sobrepasa, acaba teniendo diez metros de altura y se convierte en King Kong. Muchos años después, ya con el pelo cano, aquel mismo científico se dedica a suministrar dosis de un mejunje parecido a Alberto Contador, Rafael Nadal e Iker Casillas, por vía intravenosa. Al final vemos a Rafael Nadal subido al Empire State Building e intentando abatir aviones y helicópteros a raquetazos, mientras el científico le grita que baje y lanza una referencia al filete con clembuterol de Alberto Contador.
El sketch no es ningún prodigio de sutileza. Tiene la de ese tipo de sketches humorísticos -sobre todo sobre deportistas- en los que la exquisitez no tiene cabida y hay que darlo todo masticado porque los que los escriben están convencidos de que la gente es muy tonta. Por eso hacen chistes baratos: porque les interesa que hasta un niño de dos años pueda entenderlos. Por eso en esos sketches no hay rigor y todo está forzado. Lo que alucina es que los medios españoles se indignen una y otra vez con los guiñoles del Canal Plus francés y lo conviertan en un casus belli, cuando ellos -los medios españoles- hacen exactamente lo mismo con quien les parece y con idéntica falta de sutileza. Las caricaturas televisivas son intrínsecamente injustas porque deforman las características de tal o cual personaje hasta convertirlo en lo que no es. Intentar tomárselas en serio demuestra no saber muy bien en qué mundo vivimos ni la vacuidad de ese tipo de televisión.
En los anteriores sketches del Canal Plus que levantaron indignación en las Españas también se metían con Rafael Nadal, además de con Alberto Contador, Iker Casillas y Pau Gasol. Tanto indignaron aquellos episodios que Rajoy anunció que presentaría una protesta formal que no sé si finalmente presentó. Esta vez no ha dicho nada, quizá porque, tal como está su panorama, si protestase por eso la gente se carcajearía. En los casos anteriores también mostró su queja el Rey de España. A mediados del pasado febrero, durante una recepción que dio al equipo de Copa Davis en el palacio de la Zarzuela, el Monarca dijo a Rafael Nadal: “¡Estos de los guiñoles son tontos!”. Pocas semanas después se fue a Botsuana a cazar elefantes.