Merkel matiza la defunción de la multiculturalidad

Angela Merkel ha matizado su declaración del mes pasado, certificando la defunción del “multiculturalismo” en Alemania. “Ha fracasado, ha fracasado por completo”, dijo entonces. Hoy, al término de una Cumbre de la integración convocada en su despacho de Berlín y que ha reunido a políticos, expertos y representantes de los emigrantes, la Canciller ha corregido el tiro. “En realidad lo que quise decir fue que la idea de que la integración se logra automáticamente, simplemente con la convivencia, esa idea ha fracasado, ahora sabemos que la integración exige esfuerzos tanto de los políticos como de los inmigrantes”. El esfuerzo se concentrará en la enseñanza del alemán y en la educación, anuncia.

El objetivo de la “cumbre de la integración”, de un día de duración, es la confección de un “plan de acción nacional”, se ha dicho. Dos años después del estallido de la crisis financiera y de sus multimillonarios desembolsos, que han empobrecido a la mayoría, Alemania, y Europa, discuten, no sobre bancos ni sobre los recortes sociales, sino sobre inmigrantes y conflicto de civilizaciones.

Merkel ha mencionado la necesidad de imponer sanciones a los emigrantes que se resistan a participar en los “cursillos de integración”. “Esos cursos (de lengua y valores alemanes) son obligatorios para los recién llegados y quien no asista a ellos deberá correr con las consecuencias, porque en el futuro lo vamos a vigilar más”, ha dicho.

La semana pasada el gobierno alemán introdujo normas más estrictas para aquellos inmigrantes que desean prolongar su permiso de residencia en Alemania. A partir de ahora, las autoridades deberán comprobar que los solicitantes han asistido a los mencionados “cursos de integración”. Tanto esa norma como la declaración de Merkel llevan a pensar que los inmigrantes eluden esos cursos en Alemania, sin embargo el responsable del departamento estatal competente (AWO), Wolfgang Stadter, ha dejado claro que eso no es así. Los casos de emigrantes que rechazan la integración son raros, dice, y los participantes en los cursos, que existen desde 2005, están “muy motivados”. Stadter apunta como problema que a los emigrantes se les niega a menudo el reconocimiento de su pertenencia y afirma que el actual debate está teniendo un efecto intimidador.

A la cumbre han asistido 120 expertos, representantes de organizaciones y asociaciones de emigrantes y políticos, entre estos cinco ministros (economía, sanidad, familia, interior y enseñanza) y cuatro presidentes regionales, incluido el de Berlín, Klaus Wowereit.

“La cumbre no ha servido nada más que para hacerse una foto”, ha dicho Wowereit, que apunta la contradicción de que mientras se saca a colación el problema de la integración de los emigrantes, el gobierno está recortando los presupuestos sociales urbanos y de educación, de los que la integración depende en gran parte.

Grass alerta sobre expulsión de gitanos

Ayer, el premio Nóbel de Literatura 1999, Günter Grass, arrojó un jarro de agua fría sobre el debate, al denunciar en una carta el plan del gobierno alemán de expulsar el año que viene a Kosovo a 13.000 gitanos allá perseguidos.

Miles de gitanos kosovares llegaron a Alemania como refugiados, huyendo de la limpieza étnica de gitanos, serbios y no albaneses en general, practicada en Kosovo por el gobierno local. A principios de año, el Ministerio del Interior alemán firmó con el régimen kosovar un acuerdo para devolver allá a 13.000 gitanos, que carecen de toda garantía a su regreso. La mitad de ese colectivo está compuesto por niños, que, según UNICEF carecen en Kosovo de toda perspectiva de educación, asistencia médica y de integración social.

“El mundo mira a Francia y se escandaliza por la forma en la que trata a los desplazados y refugiados gitanos de Rumania, mientras Alemania está preparando una enorme expulsión de gitanos a Kosovo, esto es un escándalo para Alemania y una hipoteca para la paz en Europa”, señala la carta de Grass, de 83 años de edad.

El otro dato de la jornada es que el libro xenófobo de Thilo Sarrazin, el ex funcionario socialdemócrata del Bundesbank, “Alemania se disuelve” (por la inmigración), ha vendido más de un millón de ejemplares en un mes. Las afirmaciones de Sarrazin, algunas claramente emparentadas con la eugenesia nazi de los años 30, están llenas de datos dudosos. Por ejemplo, Sarrazín afirmó que el 70% de la población turca de Berlín y el 90% de la de origen árabe, vive de subsidios estatales, lo que no impide que ese colectivo rechace al Estado que lo alimenta, dice, y que al mimo tiempo se dedique a, “producir constantemente nuevas chicas con velo”. La realidad es que no hay datos en ese ámbito, lo que convierte toda la afirmación en un salto mortal, de tono grosero.

La ligereza del elocuente y exitoso economista queda ilustrada en afirmaciones como las referidas al destino de los cristianos en Turquía. Sarrazin afirma cosas como que, “en 1914 había en Turquía un 25% de cristianos, y hoy son sólo un 0,02%”, una comparación que deja por el camino el hecho de que entre 1914 y hoy, Turquía dejó de ser Imperio Otomano y perdió los territorios que hoy corresponden a: Siria, Líbano, Palestina, Israel, Arabia Saudita, Kuwait, Iraq y parte de Irán, y que en 1915 se produjo el genocidio armenio, de entre 600.000 y un millón y medio de cristianos, así como la también dramática y masiva expulsión de cristianos griegos, entre otros. Las fuerzas conservadoras de Alemania aclaman a este hombre como el valiente adalid del actual debate sobre la “integración”.

 

Fuente: http://www.lavanguardia.es/internacional/noticias/20101103/54065987088/merkel-matiza-la-defuncion-de-la-multiculturalidad.html