MATTHEW HARRIES: “El mundo entra en una muy peligrosa fase nuclear que puede durar años”

ENTREVISTA A MATTHEW HARRIES

Desde el prestigioso RUSI británico se incide en que “ya estamos en una nueva era nuclear”

“El mundo entra en una muy peligrosa fase nuclear que puede durar años”

El instituto RUSI del Reino Unido quizá sea un desconocido para el gran público pero en el ámbito de la defensa y seguridad, es el más antiguo del globo. Y una referencia. También al hablar de la cuestión nuclear. Matthew Harries (Londres, 1987) dirige su programa de proliferación y política nuclear, y advierte: el mundo entra en “aguas desconocidas” muy diferentes a las de la guerra fría. Y es que Rusia enarbola su arsenal nuclear; Occidente duda de que vaya a usarse; Ucrania, mientras, pide tener más armas.

-¿La guerra de Ucrania abre una nueva era nuclear?

-La guerra en Ucrania no abre una nueva era nuclear, sino que confirma que ya estamos en ella.

-¿Por qué?

-Las amenazas de Vladímir Putin aceleran tendencias que se han estado desarrollando durante una década, o más. Las principales potencias del sistema internacional tienen serios conflictos de intereses entre ellos y la disuasión nuclear desempeña un papel cada vez mayor en lograr esos intereses.

-¿Qué intereses?

-La cuestión clave, en términos generales, es que Rusia no está contenta con el acuerdo posterior a la guerra fría en Europa y está tratando de cambiarlo incluso por la fuerza. Y China no está contenta con el orden de seguridad en el Este de Asia y trata de cambiarlo hasta ahora no con la fuerza a gran escala, pero sí potencialmente en el futuro.

-¿Qué consecuencias tiene?

-Significa que el intento posterior a la guerra fría de construir un nuevo orden internacional donde las armas nucleares pasaban a un segundo plano, está dando paso a un tiempo en el que la tarea principal será reducir los riesgos de un mundo en el que las armas nucleares son más relevantes.

-¿Se entra en una nueva guerra fría entre potencias?

-No sé si “guerra fría” es un término útil, porque muchos aspectos de esta confrontación son diferentes, si bien se entra en una muy peligrosa fase nuclear que puede durar años.

-¿Una guerra nuclear, o el uso de armas nucleares, es una posibilidad real? Las palabras de Ramzán Kadírov presionando a Putin con ello han generado alerta.

-Cualquier conflicto que involucre a un Estado con armas nucleares trae consigo alguna posibilidad de escalada hacia el uso de las armas nucleares y por eso Rusia y la OTAN han tenido cuidado de no entrar en un conflicto directo.

-¿Solo por eso?

-No solo: ninguna de las partes quiere una guerra convencional Rusia-OTAN a gran escala.

-Biden dice que hoy el peligro nuclear está en su peor momento desde la crisis de los misiles de Cuba en los años 1960, ¿es así?

-La amenaza hoy es seria, pero diferente. No creo que sea útil hacer comparaciones.

-¿En qué sentido es diferente?

-Por un lado no hubo una guerra convencional en Europa de este tipo durante la guerra fría lo que significa que estamos en aguas desconocidas. Y por otro lado los arsenales nucleares de la guerra fría eran más grandes, más diversos y estaban más estrechamente integrados en la planificación militar convencional de lo que lo están hoy.

-¿El arsenal nuclear ha evolucionado en este tiempo tanto como para romper el equilibrio entre las potencias nucleares?

-Las nuevas tecnologías estratégicas, incluidas las capacidades estratégicas no nucleares, están haciendo que la disuasión sea potencialmente más compleja y podrían abrir más vías a una escalada. Sin embargo, sigo creyendo que las armas nucleares están en una categoría propia y que algunos elementos básicos de disuasión no han cambiado.

-¿Qué se quiere lograr con tanta mención a la amenaza nuclear?

-Putin y los funcionarios rusos quieren usar el miedo a las armas nucleares para obligar a Ucrania y a Occidente a reducir sus esfuerzos en la guerra. La tarea de los políticos es determinar qué es sólo intimidación y en qué punto las amenazas nucleares pueden ser reales.

-¿Y hasta qué punto son reales?

-Para mí es difícil ver un escenario en el que el uso del arma nuclear sirva a los intereses de Putin aunque hay que reconocer que ya ha lanzado lo que parece una guerra que le es enormemente autodestructiva e imprudente. Calcular cómo evalúa Putin sus propios intereses no es fácil.

-Con las normas y prácticas de no proliferación nuclear en vigor, ¿es posible rebajar la tensión nuclear aunque no termine la guerra de Ucrania?

-Será políticamente muy difícil llegar a un acuerdo formal de control de armas con Rusia a corto plazo y, de hecho, será difícil persuadir a China para que se una a un pacto formal mientras sus números nucleares sigan siendo bajos incluso si parecen estar aumentando rápidamente. Será importante buscar medidas informales de reducción de riesgos de bajo nivel y mantener abiertos los diálogos sobre control de armas incluso si conversar se hace excepcionalmente difícil.

LA VANGUARDIA