En un anterior capitulo, cuando hablamos de la cofradía de labradores de
san Isidro de Uxue salieron a relucir las asociaciones gremiales y las juntas de infanzones y labradores de la Edad Media.
También hablé de una hermandad para defenderse de bandidos y salteadores en las mugas de entre Aragón y Navarra en la que estaba integrado Uxue.
Al terminar de escribir dicho artículo vi que se podían escribir varios más para hablar de esos temas más detalladamente.
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En este capítulo repasaremos lo que fueron las Juntas de Infanzones allá durante los siglos trece y catorce.
Veremos que en esas juntas además de infanzones hubo representantes de las villas de Navarra y labradores.
Al conseguir de alguna manera tener representación en las Cortes, infanzones y buenas villas dejaron de acudir a dichas juntas dejando solos a los labradores que tuvieron que sufrir una dura represión por seguir reuniéndose en los prados de Miluce.
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Hay varios sitios en Internet que relatan lo que fueron las Juntas de Infanzones que se reunían en Obanos pero me voy a limitar a transcribir la que he encontrado en la enciclopedia Auñamendi (ver aqui) porque además de aportar información sobre esas Juntas, cuenta varias acciones de los junteros contra gente de alcurnia que se portaron como ladrones y malhechores.
Antes debo recordar que la Junta de Infanzones de Navarra llegó a abarcar todo el territorio de la Alta Navarra y se configuraba en cinco comarcas:
Miluce (cuenca de Pamplona y de los afluentes del Arga).
Arteaga (valles de Erro, Urrobi, Urraúl y Salazar).
Irache (Merindad de Estella).
Ribera (zona de Tudela y riberas del Arga, Cidacos y Aragón, quizá hasta Tafalla y Olite).
Obanos (valles de Ilzarbe, Orba y Aibar).
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La Junta de Infanzones de Obanos fue una hermandad concejil o municipal creada en Navarra, al estilo de las Hermandades vascongadas y castellanas, a finales del s. XII.
Su objetivo fue la de salir al paso de las tropelías cometidas por la alta nobleza.
INICIO DE ACTIVIDADES DE LA JUNTA DE INFANZONES
Sus primeras reuniones no debieron de revestir carácter periódico ni celebrarse en Obanos, sino en el lugar más concernido por la acción a efectuar.
Según la Información de 1281, efectuada con la finalidad de poner de manifiesto su ilegalidad, la primera Junta se constituyó durante los últimos años del reinado de Sancho el Fuerte a fin de defender a los infanzones, clero bajo y labradores de las tropelías del rico-hombre Eneco Martínez de Subiza.
AQUIESCENCIA DE SANCHO VII EL FUERTE CON LA JUNTA DE INFANZONES.
Dice Campión (Pamplona, 1929), y siguiendo esta Información, que el Rey confirmaba el nombramiento de los buruzagis, sobrejunteros, “cabdiellos maores” o cabos de ellas, que solían ser más de uno.
El primero que parece haber desempeñado el oficio fue García Almorabid “el maor” (el viejo). La Junta era entonces aún sólo una hermandad contra malhechores que se reunía en Miluze, Arteaga u Obanos.
Cuando murió Sancho, el obispo de Pamplona Pedro Ramírez compareció personalmente en Obanos y solicitó ser miembro de ella, por razón “que oviess maor esfuerzo por demandar los Castieyllos de la Eglesia, e eyllos non lo quisieron recibir en lur Junta”.
La junta juraba protegerse mutuamente y procedía de forma expeditiva “salva la fe de la seynoría”, reemplazando a la Cort del Rey o al Alcalde Real.
Cada sobrejuntero representaba a una comarca dentro de la Junta.
Los episodios más notables de este reinado los recoge García Arancón (Revista Príncipe de Viana, 1984):
1. García Jordan y sus hijos robaron un buey en Ororbia y fueron ahorcados cerca de la fuente de Iza.
2. Destrucción de los palacios de don Jimeno de Echarri en Echarri e Izu, por el robo de ocho cahíces de trigo en Urdánoz a Sanz de Badostain.
3. Destrucción de los palacios que en Muniain tenía don Jimeno de Echarri y entrada violenta en los de Vidaurre.
4. Destrucción de los palacios de don Jimeno de Echarri en Riezu por el robo de unos carneros.
5. Robo de un pato por Sancho Ochoa de Gárriz y sus hombres. La Junta le obligó a devolverlo con su asador. Otra declaración habla del robo por Pedro Beraiz, teniente del castillo de Garaño.
6. Un ladrón y su primo hermano fueron cercados durante tres días y tres noches por la Junta y al ser liberados por don Pedro Gil de Otazu, los junteros salieron en su persecución hasta Otazu. Las casas de don Pedro Gil se libraron de su destrucción gracias a la intervención de su esposa, que ofreció fiadores a satisfacción de la Junta.
7. Rapto de Elvira Zaviel por don Ladrón de Guevara, castigado por la Junta, aunque no consta cómo.
8. Prisión y muerte en la horca de dos ladrones.
9. Muerte en la hoguera en Vidaurreta de un tal Ochoa, en ausencia del cabo mayor.
10. Juan Pérez de Baztán, ricohombre, robó unas ovejas a Lope Zuría de Larumbe. La Junta le hizo sacar la carne de la caldera donde se cocía y dar fiador a juicio del alcalde, fallando luego éste el pleito a favor del labrador.
LA JUNTA DE INFANZONES DURANTE LOS REYES DE LA CASAS DE CHAMPAÑA Y DE LOS CAPETOS.
La llegada al trono en 1234 de un rey no navarro (Casa de Champaña) introdujo un factor distorsionador en la dinámica de las Juntas.
El cometido de ésta pasaba a ser, además, el de vigilar la conducta de Teobaldo I poniendo coto a las novedades regalistas.
La Junta se congregaba en Obanos, porque el Rey, ni nadie en su lugar, “non ficiessen tuerto a los Infanzones en su infanzonía”.
Relata Campión que Teobaldo I, a quien molestó la reunión de una junta muy numerosa en Obanos, envió al Obispo de Pamplona y a un ricohombre “seynor de cabaylleros”.
Estos emisarios “non lis levaron mandado que pluguiess a los de la Junta”, y tuvieron que huir dejando “la carne que buyllia en las calderas”, “sin decir palabra buena”.
Esa es la Junta contra la cual el Rey “ganó letras de Roma por escomengarlos” (excomulgarlos).
Pese a ello, la Junta llevó a fin una buena serie de “justicia facienda” tales como:
1. Secuestro del caballero Hurtado de Ollacarizqueta por don Jimeno de Aibar, que lo llevó a Sos. La Junta le obligó a dejarlo en libertad.
2. Prisión de don Aznar Martínez de Falces en Peñalén, por don Martín Sanz de Barasoain y los ballesteros del rey quienes lo condujeron a Tudela. La Junta pidió al rey su libertad, posiblemente mediante fianza.
3. Persecución en la montaña de un infanzón que había quebrantado el juramento de la Junta. Consiguió escapar a Castilla, pero los junteros y el cabo don Jimeno Ortiz de Garinoain saquearon sus posesiones.
Los tres monarcas de la Casa de Champagne procuraron deshacer la Junta; no lo consiguieron pues se rehacía y en algunos casos, por sacar provecho, confirmaron los nombramientos de buruzagis.
La Junta era única para todo el Reino, y su organización, regional; estas Juntas particulares tomaban el nombre de su comarca; pero la denominación más constante, la oficial y común, fue la de Junta de Obanos, “por razón que la tierra fues mellor deffendida et guardada de non fazer fuerzas” y “se juraron et firmaron la junta et encara juraron, salta la fe del sennorio, que se ayudassen en todas cosas a lur dreyto”.
Durante la minoría de Teobaldo II (1253-1270) redoblaron las reuniones.
Una liga agrupó a rico-hombres, infanzones, y buenas villas para exigir al Rey el juramento del Fuero. Posteriormente se separaron los primeros y los últimos pero se piensa que en estas ligas y congregaciones puede hallarse el germen de lo que más tarde serán las Cortes con representación de los tres brazos, eclesiástico, popular y noble.
EN LAS JUNTAS NO SOLAMENTE HUBO INFANZONES
La Junta de Obanos prosiguió su vida pese al recurso a la Santa Sede efectuado en 1264 para disolverla, siendo buruzagi Sancho Ladrón (de Guevara).
En 1281, a raíz de Información llevada a cabo durante el reinado de Juana I (1274-1305), cerca de 21 caballeros tuvieron que abandonar la Junta bajo amenaza de confiscación de sus bienes.
En los libros de Comptos (memoria encuadernada en el tomo 7. °, año 1300) encontró Campión noticias de las condenas pecuniarias.
Nos enseñan que no todos los adscritos y cooperadores de ella pertenecían a las clases nobiliarias; vemos en ellos, además de muchos clérigos, simples vecinos de las villas, zapateros, pelleteros, tenderos, merceros, podadores, carniceros, etc.
Las listas de los multados no contienen el nombre de ningún alto personaje ni aun de nobles como los simples infanzones.
LA JUNTA ESTUVO FEDERADA CON LAS BUENAS VILLAS.
Foto: Documento del año 1291.
En el centro, del color de la cera virgen envejecida, sello de la Junta de los Infanzones (libro de las Sagradas Escrituras sobre el que descansa una cruz de doble traversa. Sobre él, doce manos en actitud de emitir un juramento).
En el centro derecha, próximo al anterior y con el mismo color, el sello con la estrella de Estella. Entre los dos citados, en la parte superior y de color verde, el correspondiente a los burgos pamploneses (se ve con claridad el barco y la estrella).
Estella utilizaba sello de 83 mm., mientras que el de Roncesvalles era de 68, el de Laguardia de 64, el de Tudela de 70, el Tafalla de 53, y mucho menores los de los caballeros y demás pueblos (entre 35 y 38 mm.).
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Al calor de la cuestión dinástica, suscitada por las tentativas de aplicar a Navarra la ley sálica francesa, la Junta de Obanos, que se había debilitado con el triunfo del poder real el año 1276, cobró nueva lozanía.
El año 1297 la vemos federada a las buenas villas: a los Burgos de San Cernin y de San Nicolás de Pamplona y a doce villas más.
Los federados se proponían defender a Navarra de cualquier hombre poderoso que viniera sobre ella, y mantener los fueros, costumbres y privilegios.
ALTIBAJOS DE LA JUNTA Y REPRESIÓN POR PARTE DE LOS REYES CAPETOS
La Junta, revestida entonces de gran importancia, trataba con los reyes, los eclesiásticos, los grandes nobles y las buenas villas. Pero su fuerza menguó pronto.
El año 1314, los reformadores del reino de Navarra, Miles de Noyers y Alfonso de Robray, citaron a los sobrejunteros a quienes acusaba el Procurador del Rey, Luis Hutin de “escesos, traspasamientos y maleficios”. “Alt et bais” reconocieron su voluntad pero fueron condenados a una multa de cinco mil libras de sanchetes.
LOS INFANZONES EN LAS CORTES QUE PROCLAMAN A JUANA II.
Una cosa es el Rey, otra el Reyno.
El año 1328 subsistía la Junta de Obanos. Ese mismo año se reúnen en Puente la Reina las Cortes de Navarra en las que vemos que asisten los Infanzones junto a ocho ricos hombres, cuarenta y tres caballeros y veintiséis buenas villas (luego se fueron añadiendo otras dieciocho más) no habiendo representación de ningún eclesiástico.
En dichas Cortes se destituyó al gobernador que había impuesto el rey de Francia y se confió la dirección del país a dos ricos hombres con el título de regentes: Juan Corbarán de Lehet, álferez del reino, y Juan Martínez de Medrano
Además decidieron “goardar el dicho Reyno de Nabarra para qui debe regnar” (D. ª Juana II, hija de Luis Hutin rey de Navarra y Francia),
LA JUNTA DE INFANZONES Y LOS REYES DE LA CASA DE EVREUX. DISOLUCIÓN.
La existencia efectiva de unas Cortes que congregaban a los tres Estados parece ser la causa de que la Junta de Infanzones desaparezca, probablemente integrada en la nueva institución.
Las Juntas de Miluze brutalmente descabezadas por Carlos II “El Malo” en 1351 no fueron ya de infanzones sino de labradores.
Sello y lema. Según se ve en el convenio de 1297, usaba un sello que en el anverso lucía un libro abierto con cruz y doce manos en postura de prestar juramento, y alrededor la leyenda: S’VNIVERSITATIS IURATORVM NAVARRE; y en el reverso, un guerrero a caballo blandiendo espada y embazando escudo, y la leyenda PRO LIBERTATE PATRIA GENS LIBERA STATE, “En pro de la libertad de la Patria sea la gente libre”.
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EPÍLOGO
El año 1351 Carlos II reprimió duramente una junta que al estilo de la de los Infanzones de Obanos se reunía en los prados de Miluce, término municipal de Pamplona.
Esta Junta estaba constituida por labradores de la cuenca de Pamplona y otros lugares de Navarra y nos da una idea del nivel organizativo que los labradores libres llegaron a tener. Hay mas amplia información sobre la Junta de Miluce en
este otro capítulo.
Las Cortes de Olite crearon una hermandad para perseguir a los bandidos en 1450, presidida por el alcalde de Pamplona. A fines del siglo XV recibe el nombre de Santa Hermandad y se renueva anualmente. Podía movilizar una fuerza de 60 caballeros.
En 1510 las Cortes la suprimieron por “ser sin ningún fruto ni provecho para el regno”. En 1511 el rey trató sin éxito de restablecerla.
Además hubo hermandades con pueblos del otro lado de las mugas con Vascongadas, Castilla y Aragón para perseguir a los bandidos que traspasaban los límites fronterizos de los reinos intentando escapar de la justicia.
Una de esas hermandades transfronterizas fue la que se fundó en 1469 por Sangüesa, Aibar, Uxue, Liédena y Yesa por parte de Navarra y por Sos, Uncastillo, y Aldeadarbe por parte de Aragón.
De esta hermandad hablamos en otro capítulo al que podéis acceder pinchando
aquí.
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http://ujue-uxue.blogspot.com.es/2011/05/las-juntas-de-infanzones-de-navarra-los.html