La hora de las propuestas (1 )
La estrategia de la declaración unilateral de independencia , iniciada por Reagrupament , se ha reforzado con la aparición de Solidaritat Catalana . Esta ha incrementado el potencial de la ” Candidatura Transversal para la Independencia ” gracias a conectar de manera más directa con el movimiento de las Consultas y a incorporar a Joan Laporta . Pero lo debilitará si los problemas para la elaboración de listas se hacen en los medios de comunicación y no en privado . El patriotismo debe imponerse a las egolatrías .
Para la vía rupturista ahora es la hora de las propuestas para la próxima legislatura. Ahora es la hora de marcar las diferencias en los grandes problemas de Cataluña respecto a los partidos autonomistas y gradualistas. Estas propuestas son las únicas que deben difundirse en los medios de comunicación. Estas propuestas son las que permitirán recuperar los 600.000 votantes que en 2004 votaron independentista. En cada uno de estos temas de país hay que forzar el debate con propuestas:
a) el expolio fiscal que se ha agravado con el nuevo sistema de financiación autonómica, debido a la crisis. El déficit fiscal y la crisis económica se retroalimentan y provocan que Cataluña tenga un 18% de parados frente al 10,4% en el País Vasco.
b ) la degradación democrática de la política catalana, cuya expresión máxima ha estallado con los casos Millet y Pretoria, la punta de un preocupante iceberg.
c ) la minorización de la lengua catalana y la banalización de su cultura . La ley española de medios audiovisuales es la última muestra de la actuación del Estado español .
d) la sentencia del Tribunal Constitucional que ha reducido Cataluña a una comunidad autónoma de régimen común y ha mostrado la patética incapacidad de los partidos autonomistas y gradualistas para responder con dignidad, mientras un millón de catalanes se manifestaba.
Las propuestas rupturistas exigen un cambio de mentalidad y de estrategia . Durante treinta años España ha tenido la sartén por el mango mientras los partidos mayoritarios se limitaban a seguir la rutina institucional. El catalanismo mayoritario se jactaba de “la contribución catalana a la estabilidad “del Estado español. Hay que volver a la ” tensión democrática ” con el Estado español como hizo Solidaritat Catalana hace un siglo. Hay que acabar con el oasis catalán y España tiene que volver a sufrir el “problema catalán “.
La estrategia unilateralista del siglo XXI tiene dos soportes. Por un lado la internacionalización: debe sacar los derechos de Cataluña del marco español y llevar el conflicto entre Cataluña y el Reino de España a las instituciones mundiales. El pueblo catalán tiene que olvidarse de aliados españoles, de recuperaciones constitucionales y de interpretaciones favorables de la Constitución española como hacen los partidos autonomistas y gradualistas. Las propuestas para la próxima legislatura deben apelar a la legalidad internacional sobre los derechos de los pueblos. Las Naciones Unidas tienen mecanismos para hacer prevalecer los derechos de nuestro pueblo. En este sentido los contactos internacionales y el acceso a los medios de comunicación mundiales de Joan Laporta garantizan que la acción de la Candidatura para la Independencia no quedará presa en el hemiciclo del Parc de la Ciutadella.
El otro soporte es la combinación de las movilizaciones con la acción política. Por esta razón es tan importante la conexión del movimiento de las Consultas con la candidatura transversal. Si el Reino de España fuera un país democrático como Canadá la actuación institucional de los partidos sería suficiente para llegar a la independencia. Allí la Corte Suprema canadiense reconoció el derecho de los quebequeses a decidir. En cambio el Tribunal Constitucional español trata a la ciudadanía catalana de subespecie. Si España fuera un país democrático como Estados Unidos bastaría con un Movimiento por los Derechos Civiles como el que encabezó Martin Luther King para eliminar la segregación racial. Porque en América del Norte los representantes políticos no pueden ignorar la voluntad popular expresada en marchas y manifestaciones. En cambio, en nuestro país, tres días después de la manifestación del 10 de julio, contra el clamor por la independencia en la calle, el Parlamento daba marcha atrás en la convocatoria de la Iniciativa Popular por la Independencia.
En cada uno de los cuatro grandes temas de país se han de hacer propuestas que combinen la internacionalización, la acción política y las movilizaciones. Estas propuestas marcarán la diferencia respecto a los partidos del sistema establecido. Por ejemplo la propuesta de la Candidatura transversal para combatir el expolio fiscal que expondremos en un próximo artículo obligará CiU a explicar qué pasos dará para conseguir el Concierto Económico que reclama. También forzará a Esquerra a desmarcarse del sistema de financiación autonómica que presentó de manera tan triunfalista en julio del año pasado. Centenares de miles de electores verán que hay alternativas antes que seguir la rutina de los partidos políticos establecidos, alternativas que nos llevan a la proclamación de Cataluña como Estado de la Unión Europea.
La hora de las propuestas (2 )
El Tribunal Constitucional ha interpretado el Estatuto de forma inapelable dentro de la legalidad española. Ha reducido Cataluña, una nación milenaria, una Generalitat con siglos de historia, a una creación administrativa de la Constitución de 1978, al nivel de La Rioja o Cantabria. Para combatir el búnker constitucional español habrá que combinar la acción política, la internacionalización del conflicto catalán y la movilización popular.
En el campo institucional la Candidatura transversal por la Independencia debería presentar al Parlamento una Declaración Unilateral de Independencia, aunque no tuviera la mayoría necesaria. Es lo que ha hecho el Scotish National Party en el parlamento escocés, a pesar de no contar con los votos necesarios para aprobar la convocatoria de un referéndum de autodeterminación. Esta Declaración seria lo equivalente a comunicar a tu pareja y a la familia la decisión de divorciarte. Este paso desencadena el resto de pasos hasta aconsumar la separación. Además ayudaría a desdramatizar la independencia que aún se teme como un tabú por una parte importante de catalanes.
La propuesta de Declaración de Independencia pondrá en evidencia a los partidos autonomistas. Estos continuarán legitimando la Constitución española de 1978 a sabiendas de que el Tribunal Constitucional ha emitido una doctrina que se desplegará en todos los ámbitos, desde la lengua a la fiscalidad, pasando por las Cajas de Ahorros. La Defensora del Pueblo ya la ha aplicado a la ley de acogida de la inmigración. Intentarán confundir a la opinión pública con recuperaciones desde Madrid de competencias, con la reclamación del Concierto Económico. Pero la doctrina constitucional llevará, de manera inexorable, a la agonía lenta de Cataluña como nación y a su provincianización económica. La Candidatura transversal deberá resaltar las contradicciones del autonomismo en cada actuación de la Generalitat y del Estado español.
El Estado español es un búnker para los pueblos que encarcela, pero es débil a nivel internacional. Acabamos de ver cómo el gobierno español ha cambiado radicalmente su política económica cuando el sistema financiero internacional la ha amenazado con no comprar sus emisiones de deuda. El primer paso para internacionalizar el “caso catalán” es denunciar la sentencia del Tribunal Constitucional ante el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas como violación del artículo primero del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Porque la doctrina de esta sentencia es totalmente contraria a los pactos y la legalidad internacional sobre los derechos de los pueblos. Este hecho queda patente con la alteración de una ley aprobada en referéndum por el pueblo catalán. El Tribunal Constitucional infringe la garantía de que la propia Constitución española establece en su artículo 152.2, según el cual un Estatuto aprobado en referèndum sólo puede ser modificado en referéndum. El Reino de ‘España ratificó el protocolo adicional que permite que cualquiera de sus súbditos pueda apelar al Comité de Derechos Humanos. La demanda catalana debe pedir que las Naciones Unidas insten al Estado español a convocar un referéndum que permita al pueblo catalán decidir entre el Estatuto sentenciado y la constitución de un Estado independiente.
Los diputados de la candidatura transversal deberían presentar la comunicación contra la sentencia del Tribunal Constitucional en el Parlamento de Cataluña para que éste le dé apoyo moral. Esta votación también será muy significativa.
Al mismo tiempo el movimiento transversal por la independencia debería comenzar una campaña de recogida de adhesiones a la comunicación a las Naciones Unidas contra la sentencia del Tribunal Constitucional. Si la campaña por la IP sobre la consulta esperaba recoger 300.000 firmas, ahora habría que aspirar a recoger un millón. Este apoyo popular demostraría al mundo que Cataluña es una nación, que el pueblo catalán no es una subespecie del español, sino que tiene una voluntad clara y firme de decidir su futuro.
Del blog de Josep Pinyol http://blocs.mesvilaweb.cat/joseppinyol