La Eurorregión Aquitania, CAV, ¿sin Navarra?

LAS fobias identitarias de UPN frente a las necesidades de progreso, desarrollo y oportunidades de futuro para todas las navarras y navarros. Si queremos mejorar la competitividad y crear empleo de calidad en Navarra es necesario que cambie el Gobierno de Navarra con ideas y propuestas más abiertas, integradoras, progresistas y que vean en la Europa de la que formamos parte un escenario de oportunidades en lugar de verla como una amenaza. Más allá de actos protocolarios y propagandísticos, vacíos de contenido, como la reciente visita de Miguel Sanz a Pau, se necesita adoptar medidas y acciones reales que tengan como consecuencia una mejora en el empleo, las condiciones de vida y perspectivas de futuro para todas las empresas y trabajadores de nuestra comunidad. Navarra no se puede permitir vivir de espaldas a la nueva realidad económica y social que está en construcción y de la que depende el desarrollo de Europa y el bienestar de su población. Si queremos ser una de las regiones punteras y más avanzadas ha llegado el momento de que algunos abandonen sus complejos y fobias identitarias, de lo contrario entre todas y todos vamos a pagar los platos rotos.

En un artículo de Juan Carlos Longás publicado por DIARIO DE NOTICIAS, se comentaba con acierto que en plena era de la globalización, afortunadamente, Navarra está inserta en la Unión Europea de los 27 estados. Dentro de esta Europa a la que pertenecemos, en términos de desarrollo económico regional, funciona lo que se denomina como el Pentágono que está delimitado por las ciudades de Londres, París, Hamburgo, Fráncfort y Milán, donde se concentran los principales centros de decisión económica, tecnológica y también política de la UE.

Las posibilidades de desarrollo de una región vienen determinadas por su cercanía geográfica a esos centros de decisión y, sobre todo, por su nivel tecnológico, el nivel de excelencia de su sistema educativo, así como por la calidad de sus infraestructuras económicas y sociales. Últimamente, se está evidenciando también como un factor favorecedor del desarrollo, la capacidad de cooperación entre las empresas de los subsectores punteros de las economías regionales.

Esta capacidad de cooperación entre empresas a través de clusters, entendidos como diferentes concentraciones de empresas, instituciones, centros tecnológicos y de conocimiento relacionados entre sí por un mercado o producto, dentro de un entorno geográfico determinado, se está demostrando fundamental en las políticas de dinamización de los sistemas de innovación local; como forma, en definitiva, de mejorar la competitividad y la creación de empleo del conjunto del cluster.

Como consecuencia del modelo policéntrico de desarrollo de la Unión Europea, desde la propia Comisión de la UE se lanzó en el periodo 1989-1993 el proyecto experimental Atlantis que puso en marcha los primeros proyectos de cooperación transnacionales de cooperación financiados por el Feder para el ámbito territorial del Arco Atlántico que comprende a todas las regiones atlánticas de España, Portugal, Francia, Irlanda y Reino Unido. Tras ese inicio se lanzaron nuevos programas de cooperación transnacional Interreg dirigidos al Arco Atlántico en los periodos 1994-1999, 2000-2006.

El último de los programas de Cooperación Transnacional del Arco Atlántico 2007-2013 se aprobó el 20 de septiembre de 2007 y tiene como prioridades temáticas las siguientes:

1) Promover redes empresariales y de innovación transnacionales, estimulando el potencial endógeno regional.

2) Proteger y mejorar la seguridad y sostenibilidad del medio ambiente.

3) Mejorar la accesibilidad y las conexiones internas.

4) Promover sinergias transnacionales de desarrollo rural y urbano sostenible.

Este programa comunitario está dotado con una financiación total de 158.798.190 euros de los que el 65% está cofinanciado por el Feder y el 35% restante debe ser cofinanciado por las regiones que se incorporen a este programa en función del presupuesto de los planes presentados.

Navarra, como región perteneciente al Arco Atlántico, tal y como se reconoce en la propia Estrategia Territorial de Navarra, se sumó en 1997 a la Eurorregión Aquitania, CA Vasca y Navarra hasta la finalización del programa en el año 2000.

En 2010 se ha vuelto a constituir la Eurorregión Aquitania-CAV con sede en Hendaya sin la presencia de Navarra, pese a que previamente a su constitución, se mantuvieron contactos con el presidente del Gobierno de UPN, Miguel Sanz, para invitar a Navarra a formar parte de esa Eurorregión, invitación que el presidente declinó por no considerarla prioritaria. Posteriormente y en Comisión del Parlamento de Navarra y pese a la posición muy favorable del resto del arco parlamentario a la incorporación de Navarra, el presidente Miguel Sanz se ratificó en la respuesta dada con la promesa de estudiar la propuesta oficial que le sea enviada por la Eurorregión y sin que haya respuesta hasta la fecha. La firma del protocolo de colaboración entre Navarra y el Departamento de Pirineos Atlánticos de hace unos días no deja de ser un mero elemento de comunicación y propaganda previo a las elecciones, vacío de contenidos y de financiación. ¿Por qué sí a esta firma y no a la integración en la Eurorregión?

Si atendemos a los datos relativos al comercio intra e interregional de Navarra publicados por Ceprede para el 2007, el primer cliente de la economía navarra es la CAV con un volumen de exportaciones de 2.379 millones de euros, seguido de Aragón (1.649), Castilla-León (1.363), Cataluña (1.195), La Rioja (896) y Francia (856 M).

En relación con las importaciones, el primer proveedor de la economía navarra es también la CAV con un volumen de importaciones de 2.412 millones de euros, seguido por Cataluña (1.556), Alemania (1.067), Aragón (1.019) y Castilla-León (562).

A la vista de estos datos está claro la importancia de las relaciones comerciales entre Navarra y la CAV, y parece lógico intuir que las relaciones empresariales y los acuerdos de colaboración entre empresas serían mucho mayores si las relaciones institucionales entre ambas comunidades fueran mejores.

Sin embargo, el fundamentalismo antivasco y la visión retrógrada que de Europa tiene UPN están impidiendo a las empresas navarras y vascas estrechar todavía más sus vínculos y por lo tanto están impidiendo la generación de riqueza y nuevos empleos de calidad en Navarra.

 

 

Publicado por Noticias de Navarra-k argitaratua