El presidente de la Autoridad Portuaria de Pasajes, Joxe Joan González de Txabarri, puso ayer precio a la construcción del puerto exterior, que comenzará en 2012, y adelantó de qué forma se financiarán las obras. El coste rondará los 2.500 millones de euros, de los que las administraciones públicas aportarán hasta un máximo de 1.100 millones y la iniciativa privada los 1.400 millones restantes. En la primera cantidad se incluyen los alrededor de 100 millones que se invertirán los túneles de acceso a la futura dársena.
Txabarri compareció para dar a conocer algunos detalles nuevos de esta infraestructura. Se ejecutará en dos fases a lo largo de siete años y ocupará una superficie de 172 hectáreas. Los muelles se levantarán mediante “cajones flotantes en seco”, que serán fondeados escalonadamente. Txabarri explicó que se ha decidido construir una “barrera de escollera” con la finalidad de que las olas no golpeen en la ladera del monte Jaizkibel y entren rebotadas en la nueva dársena.
La puesta en marcha del puerto exterior, agregó el presidente portuario, permitirá mejorar la maniobrabilidad de los buques, al aumentar el espacio navegable y la profundidad del mismo. En el futuro podrán atracar buques de hasta 290 metros de eslora, cuando en la actualidad el máximo que permite el recinto portuario es de 185 metros. Los responsables consideran que la futura infraestructura podrá captar nuevos tráficos y mercados. El diseño elegido será remitido a Puertos del Estado.
En la dársena que se levantará en las faldas del monte Jaizkibel se asentará toda la actividad portuaria que ahora se lleva a cabo dentro de la bahía, a excepción de la lonja pesquera, los astilleros y el polígono industrial Navalaldea. Está previsto que se instale una central energética de Iberdrola y también podría reservarse espacio para un nuevo silo para almacenar automóviles.
Mientras se llevan adelante las obras, la Autoridad Portuaria tiene previsto realizar “mejoras ambientales” en la bahía, para lo cual contarán con el asesoramiento de la Sociedad de Ciencias Aranzadi y el Centro Nacional de Energías Renovables (CENER). Estos organismos estudiarán la flora y fauna del lugar, así como restos históricos y huellas arqueológicas.
Del mismo modo, Txabarri recordó que el consejo de administración del puerto, reunido ayer, abordó el documento de inicio de evaluación ambiental y estratégica que se remitirá al Ministerio de Medio Ambiente.
