Josep Fontana: ‘Los que hablan de federalismo, ¿qué credibilidad tienen?’

Entrevista con el historiador que cree que el independentismo no se logrará después del 27-S

Josep Fontana (1931) es uno de los historiadores catalanes más prolíficos y leídos. Más de quince libros escritos, doctor en letras por la Universidad de Barcelona y discípulo de tres grandes historiadores: Pierre Vilar, Ferran Soldevila y Jaume Vicens Vives, de quien fue ayudante. Su ´’Historia de Cataluña, La formación de una identidad’ (Eumo Editorial) ha sido uno de los libros del año. Políticamente muy implicado, y referente de mucha gente de izquierdas, Fontana fue en las listas de Ada Colau en las últimas elecciones municipales. En esta entrevista el historiador informa de que el 27-S no tiene intención de presentarse por ninguna lista y que no piensa hacer campaña por ninguno de los partidos. Fontana es de los que cree que ningún partido español se avendrá nunca a negociar una independencia, pero tampoco ve nada claro la hoja de ruta unilateral planteado hasta ahora. Y se le nota que está más bien molesto por todo ello.

 

– ¿Cómo ve la lista de Juntos por el Sí?

– La lista del Sí el problema que tiene es que no se sabe de qué va la historia. Hay dos realidades. Una es la  continuidad  del postpujolismo, con el señor Mas al frente de nuevo. Ha sido una jugada muy hábil, porque si  hubiera ido con Convergencia es  evidente que se hundía. Por tanto, aquí, si todas las historias de la desconexión con el Estado fallan, pues seguirá habiendo un gobierno del señor Artur Mas. Y la segunda es qué pasa con todo ese entusiasmo que ha sabido crear. Y que tiene para mí unos elementos que lo hacen prácticamente incomprensible. ¿Realmente hay alguien que cree que por este camino se puede conseguir una separación? ¿En ocho meses? ¿No conocen qué hay al otro lado? ¿No saben con quien se deben jugar los cuartos? El trabajo de ir consiguiendo cosas y  niveles autogobierno  ya es bastante difícil. De la concesión de un estatuto que debía ser el inicio de una nueva etapa, en realidad se ha dado marcha atrás  con el proceso de recentralización. Siendo así, ¿alguien cree que debemos hacerlo así? Y escuchas cosas que te producen estupefacción: si hacemos una votación que tenga unos grandes resultados, entonces Europa… ¿Europa está dispuesta a que le creen un problema? ¡Pero si la UEFA amenaza el campo del Barça por las banderas!

 

– De la lista, ¿cómo interpreta el movimiento de Raül Romeva?. ¿Le parece bien, mal?

– No lo sé. No lo veo de ninguna manera. De todas formas, creo que él mismo no lo sabe. Acaba de decir que Mas no debe ser… ¿Para que creía que le llamaban?

 

– Hablemos de la segunda lista: ‘Cataluña Sí se puede’.

– No se sabe qué será eso. En principio no se ve que haya gran cosa detrás, por ahora. Una cosa era una movilización de carácter urbano, como las municipales. Sí creo que las municipales era el terreno más fácil para poder asaltar el sistema, porque es un lugar en el que los que crean opinión tienen menos importancia, y el contacto directo con los vecinos es más fácil. A escala del país es mucho más difícil que se dé. Y parece que aquí sólo se está pensando en el voto de la ciudad de Barcelona.

 

– Usted fue en listas con Ada Colau.

– Uno de los últimos, sí. Y no me pasó nada. Creía que peor que Trias y compañía no lo podrían hacer.

 

– Y ahora, ¿irá en la lista de ‘Cataluña Sí que se Puede’?

– No me lo han pedido. Y no. No  iría en ninguna otra lista. Y no por desaprobación. Pero ahora hay una maraña considerable. Quedan semanas, sólo, pero pueden pasar cosas, que  vete a saber cómo cambia todo el escenario.

 

– ¿Cómo Cree que les irá?

– No lo sé. A mí la transposición del panorama municipal al general me parece algo muy difícil de conseguir. Depende de qué cuerdas sean capaces de tocar. Pero no sé qué harán. Ni el apoyo que tendrán.

 

– ¿Y a ICV cómo los ve? Han hecho como CiU, desaparecer tras otras siglas.

– Este era un protagonista importante cuando llegó la transición. Aquí lo importante era el PSUC, que era otra cosa. Este desapareció, lo sacrificaron. Se ha intentado sacar la cabeza como han podido. La opción que han hecho de sumarse a fuerzas sociales emergentes no creo que sea una mala opción. Respecto de lo que habrían conseguido yendo solos, no es mala opción. No tenían nada que hacer en la lista del ‘sí’. Era su suicidio final. La lista del ‘sí’, ¿que significa la política de Boi Ruiz? No la jodamos, coño.

 

– Rabell, ¿buen candidato?

– La idea de entrar en contacto con las asociaciones de vecinos no es una mala idea. No parece que la lista esté terminada.

 

– Proceso Constituyente. ¿Algún comentario?

– No. Creo que es una situación de una confusión extrema. Hay desestructuración de los partidos que controlaban la situación.

 

– ¿Pablo Iglesias le genera confianza?

– A mí no me genera confianza nadie. Esta es la primera. Y de Iglesias se olvida que su origen no es tanto el 15M, como los pactos en la política gallega. Donde tuvo relación con estos núcleos de movimientos sociales. Cuando los políticos de izquierdas se han desacreditado de una manera miserable, Iglesias  ha visto lo que venía encima y quiere aprovechar este filón.

 

– Queda la CUP

– La CUP tiene  una ventaja de cara a todo el mundo: son gente que se sabe que son honestos y coherentes. Esto también tiene problemas, como es lógico. Hoy he visto a David Fernández en la televisión y decía claramente que lo que les ha separado de la lista del ‘sí’ es que ellos tienen clara la independencia y la lucha de clases. Y que no quieren creer que primero una cosa, y luego la otra. No quieren creer primero la independencia, y luego ya hablaremos. Hay cosas de la CUP que aprecio bastante: son jóvenes y tienen credibilidad. Por otra parte tienen un programa del todo o nada que les hará ir ganando votos. Y seguirán siendo un elemento perturbador si conservan esta conciencia, donde el elemento social también está.

 

– ¿Cómo lo haría usted personalmente?

– No me toca hacerlo. No tengo recetas. No sé qué pasará el 27-S. Incluida la abstención. Si mareamos demasiafo según qué personal… Yo pienso en esta cosa elemental que es la gente. Que cuando se ponen de acuerdo, salen a la calle. Yo no sé qué harán con este embrollo que se les presenta ahora. Mucho me temo que los resultados sea tan descabellados, que no se sepa muy bien qué se podrá hacer.

 

– ¿Que no se pueda formar gobierno?

– Gobierno sí podrán formar. Veremos como se entienden dentro. Pero la capacidad que tendrán que presentarse y decir que tienen el pueblo detrás con el 99% de la población… se  hará bastante difícil.

 

– Mientras haya más del 50% del voto.

– Si hubiera algo que tuviera la unanimidad que tenía el SNP quizá sí. Pero no veo que el señor Mas sea eso. Si hubiera habido realmente algo que hubiera permitido pensar en un proceso…

 

– No ve soluciones.

– En primer lugar, esperar a que los demás te dejarán marchar es inconcebible. Están dispuestos a volverse a armar para liquidarlo cuando sea necesario. ¿Cómo quieres que dejen escapar la mejor vaca del rebaño? ¿Así como así? No se lo perdonaría nadie. Y si se acaba esta vaca, después viene el País Vasco. Precisamente como saben que esto no pasará de retórica, pues en realidad lo toman con esta tranquilidad.

 

– ¿Qué cree que pasará el 27-S?

– Lo más probable es que gane la lista del sí. ¿Y después qué? No hay respuesta. Luego no está nada claro. Sólo hay dos caminos: la fuerza y la negociación. Fuerza, no tenemos. Y negociación yo pienso, por experiencia histórica y conocimiento del Estado español, que ningún partido llegará a Madrid y formará un gobierno que negocie una secesión. ¿Por qué debería hacerlo?

 

– Pues hay gente que cree que Pablo Iglesisas lo permitirá.

– Pablo  Iglesias dice que él respeta el derecho a decidir, y luego hablemos. Y hablemos… Y los que hablan de federalismo, ¿qué credibilidad tienen? No la jodamos, coño. Ya nos engañaron suficiente con un estatuto tarado. El único principio político que yo tengo es que resignarse no es aceptable. Hay una situación que no es tolerable. Y por lo tanto, se debe llevar adelante y hacer lo que se tenga que hacer. Hay que luchar, hay que desobedecer. Pero plantearse objetivos racionales: no ir a que te aticen una hostia. Aquí me gustaría saber si los que han montado la idea de 8 meses e independencia se la creen, o no se la creen. No lo sé. Pero yo no me la puedo creer. Hace quinientos años que estamos con estas coñas. Y parece que cuando ganamos un poco, nos meten un mazazo. Hay cosas que son claras: la revuelta de  Sanjurjo de 1932 se hace, y esto lo ha explicado gente que estaban dentro, fundamentalmente contra el Estatuto de Cataluña. La guerra civil en una gran medida se hace, entre otras cosas, contra la continuidad de nada que se parezca al autogobierno en Cataluña. Y así estamos. Y pensar que si nosotros somos buenos y salimos a la calle nos dirán: vale, dáselo, que son buenos chicos, no es creíble.

 

– Escuchándolo pienso: no hay solución. No podremos marchar nunca de España.

– Por ahora, no. Para el próximo año, no. Esto está claro. Tiene que haber una correlación de fuerzas que nos ayude. Por ahora no tenemos los aviones estadounidenses que vengan a bombardear las tropas españolas si nos invaden. No los tenemos. Por ejemplo. En el corto plazo, no nos podremos salir nunca. Lo que parece ilícito es que alguien te diga que ya nos lo podemos jugar todo porque en ocho meses está ganado. Y no tiene que preocuparse, porque con ello todo se resolverá: la enseñanza, la sanidad. Vale vale. ¿Qué significa una independencia? ¿Está previsto cómo se pondrán las aduanas en las fronteras? Esto se debe empezar a negociar. ¿Hay algún pacto de negociación hecho para hablar de un régimen transitorio de circulación de mercancías? Aquí mientras no les hayamos convencido para que nos apoyen ala Caixa, Banco de Sabadell, la SEAT, está un poco difícil.

 

– Si ganamos ya nos vendrán a favor. No sufra.

– Ah, pues muy bien.

 

– ¡Haha!

– Mira. No sé qué pasará. Pero  veo que habrá mucha fragmentación. La CUP tendrá unas ganancias que se ha ganado por ser consecuente. Por ejemplo, no comprar la carta a cualquier precio. Y han dicho no a la lista. Esto les dará ganancias. También creo que efectivamente la lista  de ‘Juntos porb el Sí’ puede ganar. Y una vez  haya ganado no tiene gran cosa más que hacer que organizar desfiles.

 

– Perdone que insista: ¿cuando usted tenga el voto decidido no me lo dirá, ahora en agosto?

– No. Pero yo no haré ninguna campaña por nadie.

 

– En Barcelona lo hizo.

– Pero era algo totalmente diferente. Uno de los argumentos que utilizaba en el caso de Barcelona era que el equipo iba pura y simplemente a ganar el ayuntamiento. No como los otros partidos organizados que iban pensando en  ganar el ayuntamiento como un elemento para financiar sus organizaciones. Como hacía Trias con Convergencia. Y por lo tanto era algo diferente. Pensé que eran los más preparados para ocuparse de los problemas de los ciudadanos. Y hacen bien, si no se mezclan con ninguna otra cosa. Y a mí, que quiten el busto del Juan Carlos me parece perfectamente bien. Me resulta profundamente simpático.

 

– De hecho, Juan Carlos tampoco era el jefe de Estado.

– De hecho, ¿qué pinta, este jefe de Estado?

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