Iruñea: verdad, justicia y reparación
Elías ANTON
Mientras la verdad, la justicia y la reparación sigan siendo exigencias no satisfechas, la denuncia del golpe de estado criminal de 1936 sigue siendo una tarea de primer orden. Reponer en el libro de la historia las hojas arrancadas y la verdad tergiversada es una exigencia de total actualidad.
De aquel brutal atentado no se derivó tan solo el reguero de asesinatos y desapariciones (más de 3.200 tan solo en Nafarroa) que día a día vamos recomponiendo cuneta a cuneta y ribazo a ribazo, sino el inicio de una dictadura que durante décadas negó todo tipo de derechos humanos y libertades y reprimió ferozmente todo atisbo de oposición a la misma.
Hablamos del trabajo esclavo de cientos de miles de personas, prisioneras del franquismo; de las inmensas oleadas de gentes que tuvieron que dejarlo todo para emprender el camino del exilio; de las decenas de miles de personas detenidas, torturadas y encarceladas; de una clase trabajadora sometida a una brutal explotación en un régimen de ausencia total de derechos sindicales; de unos pueblos, lenguas y culturas arrasadas en aras de la construcción de aquella España una, grande y libre; de la mitad de la población -las mujeres- a la que aquel régimen misógino condenó a una existencia que las relegaba a un mero papel de esposa, madre y ama de casa.
Quienes firmamos este artículo somos personas que durante aquellas décadas trabajamos y nos comprometimos en los distintos ámbitos de la vida política, social y cultural para conquistar un marco de libertad, democracia y justicia social para nuestro pueblo. Por ello padecimos multas, detenciones, malos tratos y torturas, exilio, cárcel… y soportamos la asfixia de un régimen que nos negaba todo tipo de libertades (asociación, expresión, reunión, sindicación, prensa…) y los más elementales derechos humanos: integridad física, igualdad ante la ley, lengua y cultura propia, participación política… A pesar de ello, ninguno de los responsables de todo lo anterior (ministros, gobernadores civiles, cargos policiales y judiciales,…) ha respondido nunca en forma alguna por sustentar aquel régimen de explotación y opresión.
El pasado noviembre, el Ayuntamiento de Iruñea acordó interponer una querella por los crímenes contra la humanidad cometidos por la dictadura y abrir un proceso de recogida de información y denuncias. El acuerdo ha sido tomado luego por otros ayuntamientos (Zaragoza, Tarragona, Gasteiz, Cádiz, Rivas), y junto a la presión realizada por el movimiento memorialista, está sirviendo para abrir las puertas a que, como sucedió en Argentina, las exigencias de verdad, justicia y reparación puedan hacerse pronto realidad.
De aquel brutal atentado no se derivó solo el reguero de asesinatos, sino el inicio de una dictadura que negó todo tipo de derechos humanos y libertades
Sindicalistas de aquellos tiempos han dado su apoyo a la iniciativa y aportando
En Iruñea, importantes agentes sociales están secundando la iniciativa. Cien sindicalistas de aquellos tiempos han dado su apoyo al acuerdo municipal y están aportando sus testimonios en relación con la falta de libertades sindicales vivida y las repercusiones que de ahí se derivaron: despidos, listas negras, multas, cárcel… Los conflictos de Frenos Iruña, Torfinasa, Potasas, Motor Ibérica, etcétera, exigen también así verdad, justicia y reparación.
Igualmente, la Federación de Peñas de Iruñea ha acordado su apoyo a la querella. Recuerdan en su acuerdo a aquellos mozos de la peña La Veleta que a raíz del golpe del 36 fueron asesinados por sus convicciones republicanas, socialistas, nacionalistas, comunistas, anarquistas…, el régimen de vigilancia y coacción policial y gubernativa sufrido en su funcionamiento y las multas, detenciones, exilio, cárcel… padecidas en sus propias sociedades.
Es preciso señalar por último que el reclamo de verdad, justicia y reparación no solo tiene que ver con el pasado. Los recortes que hoy se están dando en materia de libertades (Código Penal, Ley Mordaza,…) y en el ámbito sindical (multas, procesamientos, condenas y cárcel por participar en distintos conflictos y huelgas) nos recuerdan en buena medida aquella represión que padecimos entonces. Igualmente, la octava condena del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo al Estado español por no investigar las denuncias por torturas realizadas ante la Audiencia Nacional guarda también relación con aquella impunidad policial que entonces conocimos. Por eso, la conquista de la verdad, la justicia y la reparación sirve a su vez para mejor hacer frente a todos estos retrocesos que estamos viviendo en materia de derechos y libertades.
Por todo ello, nosotras y nosotros, personas comprometidas en su día en la lucha contra aquella dictadura y en favor de la libertad, democracia y justicia social para nuestro pueblo, no podemos sino apoyar y tomar parte activa de este esfuerzo colectivo, institucional y social, y llamar a participar en la querella a cuantas personas sufrieron en aquellos años la falta de libertades, la represión y cualquier tipo de violación de los derechos humanos.
Los autores son: Elías ANTON – Martín ARBIZU – Xabier ARMENDARIZ – José ARRIAGA – Gotzon BERGERANDI – Gloria BOSQUE – Aingeru CANO – Gotzon CASTELLS – Sabino CUADRA – José Miguel ETXARTE – Juan Mari FELIU – Karmele, Alfonso, Jose Mª y Tomás FDEZ. DE GARAYALDE – Txaro GOÑI – Iñaki GOÑI – Arantza IRAZABAL – Rosa IRISARRI – Xanti JAUNARENA – Mikel MIGUEZ – Xabier MORRAS – José A. PIDAL – Fermín RODRIGUEZ – Fernando SÁEZ GARCIA-FALCES – Pilar SANTIAGO – Bixente SERRANO IZKO – Libe URROZ – Nekane ZIBIRIAIN