Inmatricular

La publicación del listado de bienes inmuebles inmatriculados por la Iglesia Católica española es uno de los incumplimientos del gobierno de Pedro Sánchez. En funciones y en plenitud de poderes. Como la denuncia del Concordato con la Santa Sede, reiterada promesa electoral. Muy del estilo del PSOE. Catedrales, iglesias, ermitas, casas parroquiales, casas de maestros, fuentes y plazas. El Ejecutivo anunció en 2018 que podría reclamar cerca de tres mil bienes por considerarlos “de dominio público”. No ha hecho nada. Tampoco ha permitido la publicación del listado completo, a pesar de resolución del Consejo de Transparencia. Inmatricular: “Inscribir por vez primera un bien inmueble en el registro de la propiedad”. El origen está en la legislación franquista de 1946. Lo permitía sin presentar documentación acreditativa de la propiedad. La firma del obispo, suficiente. Una reforma de la Ley Hipotecaria realizada en 2015 obligó a justificar la inscripción en el Registro. Desde mediados del siglo pasado, la Iglesia católica española ha inmatriculado decenas de miles de bienes inmuebles, unos cinco mil en Navarra. A Dios rogando y el patrimonio engrosando. El listado concerniente a nuestra Comunidad Foral identifica 1.431 entre 1946 y 1998; 1.087 entre 1998 y 2007. De 2007 a 2015 se carece de listado. La denominada Plataforma en Defensa del Patrimonio de Navarra forma parte de la coordinadora estatal Recuperando. En su asamblea de noviembre, este movimiento acordó seguir reclamando al futuro Gobierno en formación liderado por Pedro Sánchez -como ya lo hizo estando en funciones- “que cumpla su compromiso electoral de publicar el listado de los bienes inmatriculados, de promover su nulidad y de proteger aquellos que tengan consideración de dominio público”. Un ejemplo descarado: en el caso de Navarra, la ermita románica de Nuestra Señora de Muskilda (Ochagavía/Otsagabia) es propiedad del pueblo. Y así quedó sentenciado en 2017. Amén.

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