La tercera pila o ‘stack‘ es la red doméstica “home area network” y que, a nivel del sector de las TICs, se denomina HAN y que considera aquella tecnología de redes inteligentes que se aplica en las viviendas u hogares, o en lo que está por detrás del contador de la electricidad. Existe un acuerdo general para que también se incluyan pantallas móviles que muestren el consumo de energía de los hogares en un instante dado, termostatos que están conectados al contador y aparatos inteligentes que se pueden encender y apagar de manera remota.
La gran pregunta que nos tendríamos que hacer es acerca de cómo deberían estar conectados y controlados todos estos dispositivos y para qué ¿Por ejemplo, la red HAN se dedicará tan sólo a regular los consumos de electricidad, a realizar también el control de seguridad de la vivienda gracias a la domótica, a transmitir música y señales de TV a través de las habitaciones de la casa o a las tres cosas, a la vez?
Más de tres docenas de empresas están vendiendo productos relacionados con la red doméstica HAN. Una de ellas es Control4, con sede en Salt Lake City. Al igual que para Silver Spring Networks, su objetivo es el de proporcionar el software subyacente dominante en su cometido dentro del desarrollo de la red eléctrica inteligente. En una casa donde funcione todo con electricidad, gracias a la ’stack’ tecnológica HAN, los dispositivos de puesta en marcha permitirán a los consumidores controlar casi todo.
Una empresa rival de Silicon Valley, iControl —que recientemente ha recogido 23 millones de dólares de empresas de capital riesgo— ha llegado a trabajar en el desarrollo y fabricación de productos HAN tomando un camino diferente. Su portafolio de productos: cámaras, sensores, hubs inalámbricos se utilizan principalmente para prevenir de los ladrones pero también se puede aplicar a la gestión del consumo energético.
Algunos pesos pesados de la tecnología también quieren su trozo del pastel. Cisco es probable que vaya a entrar en este mercado también. Actualmente, Cisco está ofreciendo una línea de productos electrónicos de consumo que son inalámbricos. Recientemente compró una ’start up’ que ha desarrollado un dispositivo llamado Mediator, un ‘hub’ centralizado que sirve para optimizar el consumo energético de los grandes edificios.
Entrando en el territorio que controlan las empresas ‘start up’ como GridPoint y Tendril, Google y Microsoft han puesto en marcha servicios basados en la web, llamados Powermeter y Hohm respectivamente, que permiten a los consumidores realizar el seguimiento de los consumos de energía de sus viviendas y, aprovechando lo que que ofrecen las TICs, que sus operadores puedan vender más publicidad.
Habida cuenta de la infantería que representan las empresas de hi.tech del tipo ‘start up’ y la artillería que protagonizan las grandes empresas, podría pensarse que no pasará mucho tiempo antes de que las redes eléctricas inteligentes sean utilizadas ampliamente, al menos en los países desarrollados. Por desgracia, las cosas son más complicadas de lo que nos pensamos debido a tres razones importantes.
La primera razón se debe a que la tecnología que se requiere todavía no está del todo experimentada. Por supuesto que, en la mayoría de los casos, la mayoría de la tecnología que necesitamos ya existe, si exceptuamos el almacenamiento eficiente de la energía y que necesitamos hacer cuando la demanda es baja.
De igual modo, se puede afirmar que bastantes de los productos que necesitamos todavía no están disponibles pues se encuentran en fase de experimentación. Este es el caso del coche eléctrico que, gracias a su total despliegue, podría servir también tanto para almacenar energía como para aplanar picos de demanda eléctrica.
Al igual que ocurre en internet, las redes eléctricas inteligentes también podrían ser vulnerables a los ataques de los hackers o delincuentes cibernéticos. En una conferencia reciente, un experto en seguridad demostró cómo un gran número de contadores inteligentes podrían ser ‘hackeados’ y desconectados. Es por ello por lo que en materia de seguridad también se está ya trabajando.
Las tecnologías sobre las que se asientan las redes ’smart grid’ van avanzando a marchas forzadas y los países que no las dominen lo pagarán caro. Es incomprensible cómo todavía existen tantos países donde sus compañías eléctricas están gestionadas por personas incompetentes que son del todo analfabetas en el área de las nuevas y emergentes tecnologías. Es como poner a los contables a trabajar en I+D+i.