Fallece Ernesto Sábato

Ana Rodríguez

Sábato

Noticias de Navarra

LA misma semana en que Ana María Matute recogía el Cervantes reivindicando que “el que no inventa no vive” han muerto otros dos enormes escritores que lo obtuvieron antes: Gonzalo Rojas (en 2003) y Ernesto Sábato (en 1984). Sábato, autor de los imprescindibles El túnel o Sobre héroes y tumbas, que hacía enfermar literalmente a su esposa arrojando a la chimenea horas y horas de trabajo, no llega por dos meses a los 100 años, quizá porque “la vida es tan corta y el oficio de vivir tan difícil, que cuando uno empieza a aprenderlo, hay que morirse”. El artista, que también se dedicó a la pintura, fue un hombre atormentado que presidió la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas en su Argentina natal, contribuyendo a que el mundo fuera un poco más justo, un mundo que se queda hecho una porquería, como dice el tango Cambalache, sin su presencia.

 

Fallece Ernesto Sábato

Escritor argentino a los 99 años

Noticias de Alava

El artista, que padecía desde hacía años problemas de salud, fue el último superviviente de los escritores con mayúscula de la literatura argentina

El escritor argentino Ernesto Sábato murió hoy a los 99 años en su casa de las afueras de Buenos Aires, donde permanecía recluido desde hacía años a raíz de sus problemas de salud, informaron hoy allegados al autor.

BUENOS AIRES. Sábato, quien fue el último superviviente de los escritores con mayúscula de la literatura argentina, estaba ya prácticamente ciego, lo que lo mantenía retirado en su residencia bonaerense de Santos Lugares.

Debido a su ceguera, el autor se había visto obligado en los últimos años a abandonar la lectura y la escritura, y a llenar su tiempo con la pintura y otras aficiones que practicaba en su vivienda.

En los últimos días una bronquitis había complicado su salud, destacó en declaraciones radiales su compañera Elvira González Fraga.

Nacido en la localidad bonaerense de Rojas el 24 de junio de 1911, abandonó su carrera científica en los años 40 para volcarse en la literatura con la publicación de la recopilación de ensayos “Uno y el Universo”.

El reconocimiento internacional le llegó en 1961 con “Sobre héroes y tumbas” y la consagración en 1974 con “Abaddón el exterminador”, que completan la trilogía iniciada con “El túnel” (1948), adaptada al cine en 2006.

Galardonado con el Premio Cervantes en 1984 y propuesto como candidato al Nobel de Literatura de 2007, Ernesto Sábato no sólo fue reconocido por su oficio de escritor, sino que además presidió en 1984 la Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas (Conadep).

Este grupo redactó el informe “Nunca más”, una obra clave que relata los horrores de la última dictadura militar argentina (1976-1983).

La última obra publicada de Sábato, que también recibió los premios Gabriela Mistral (1983) y Menéndez Pelayo (1997), fue “España en los diarios de mi vejez”, fruto de sus viajes al país en 2002, mientras Argentina se sumergía en la más feroz crisis económica de su historia.

Según contó su hijo Mario Sábato, autor de un documental sobre la vida de su padre, el escritor ya no salía de casa, estaba al cuidado de enfermeras y apenas hablaba, aunque ocasionalmente rompía su silencio para mantener algún breve diálogo con la familia.