El historiador ronkalés Estornés Lasa (Isaba 1907-Donostia 1999), explicaba que existen en las estelas funerarias numerosas palabras en euskera entre los “ausko” de lo que era la provincia romana de Aquitania III.
En total se han encontrado en Aquitania aproximadamente unos 400 antropónimos y 70 teónimos, muchos de ellos en euskera en todo o en parte, y, unos pocos, en algún idioma celta. Se calcula que sólo el 25% aproximadamente del euskera inscrito en los mismos se entiende a través del euskera actual, por lo que es muy probable que estemos descartando palabras que sí son euskera por ser términos ya perdidos.
De momento, los sitios de aparición de estos nombres son: Baudéan (Hautes-Pyrénées), Saint-Aventin, Haute-Garonne, Saint-Bertrand-de- Cominges (Haute-Garonne), monte Gar (Haute-Garonne), Luchon (Haute-Garonne), Cadéac (Hautes-Pyrénées), Ardiège (Haute-Garonne), Sain-Gaudens (Haute-Garonne), Loudenvielle (Hautes Pyrénées), Cardeilhac (Haute-Garonne), Saint-Pée-d’Ardet (Haute-Garonne), St.-Béat (Haute-Garonne), Gourdan (Haute-Garonne).
El caso de San Beltrán de Commiges, al pie del valle de Aran leridano (origen del río Garona-Garonne), es especial, pues fue repoblado con los baskones que Pompeyo Strabón, padre de Pompeyo el Magno, llevó a esas tierras en los primeros años del siglo I a.C. (Lugdunm Convenarun), al menos es lo que apuntaba tardíamente San Jerónimo (372-420, balcánico), el cual matizaba además que eran baskones de la “sojuzgada Pamplona” (75 a.C.).
Luis Nuñez Astrain, en el libro mencionado, comentaba al respecto: “Esta comarca soportaba en época romana una población alta y un comercio intenso por el río Garona con Burdeos como principal puerto. El profesor Joaquín Gorrochategui ha estudiado comparativamente la densidad de nombres vascos y de nombres galos en las lápidas latinas de cada zona de Aquitania y ha llegado a la conclusión clara de que la lengua vasca era netamente dominante en la cuenca del Adur (Baiona-Dax/Akize, pueblo de los tarbelli, los más rebeldes a la conquista romana) y en las zonas altas próximas a los Pirineos -oeste y sur de Aquitania-, mientras que, la lengua céltica de los galos, penetraba desde su territorio propio en Toulouse y orilla derecha del Garona hacia la orilla izquierda -norte y este de Aquitania-, desvasquizándola”.
El origen del nombre de la lengua vasca, Euskara, posiblemente proceda del antiguo verbo vasco *enautsi que significaba decir y que se conserva en algunas formas de la conjugación occidental o vizcaína del actual verbo esan (decir) como por ejemplo dinosta (diñósta; “me lo dice”).
El verbo *enautsi más el sufijo -(k)ara [forma de] daría lugar a la palabra *enauskara (“forma de decir”, “forma de hablar”) que, posteriormente, con el paso de los siglos, evolucionaría fonéticamente a la actual forma estándar euskara (*enauskara > *enuskara > euskara), así como a las formas coloquiales: euskera, eskuera o üskera.
Cronología de la lengua vasca:
* Hace 8.000 años: según los estudios genómicos, llega a tierras vascas el grupo humano neolítico del que descienden los vascos. Se considera que son hablantes de la lengua antepasada del euskara. Nuestra lengua y nuestra cultura de origen neolítico descenderían de las de este grupo humano.
* A partir del siglo III a.C. : se da una expansión de vascones desde Navarra hacia Cataluña. La lengua vasca convivirá en estas tierras con el celtíbero, el galo y el íbero.
* 196 a.C.: llegan los romanos a tierras vascas. Los geógrafos grecorromanos nos describen las tribus vascas asentadas a ambos lados de los Pirineos. Las tribus vascas hablan dialectos de un mismo idioma, el euskara arcaico.
* Siglos I – III d.C.: lápidas e inscripciones de la época romana halladas desde el río Garona (mitad de Francia) hasta Soria, con nombres de persona y dioses vascos.
* Siglos III – X d.C.: los visigodos y francos invaden los territorios de las tribus vascas. Estas tribus se unirán en un único pueblo en contra de los invasores germanos, que será conocido en las crónicas francas y visigodas con el nombre de vascones. La unificación de todas las tribus conllevará también la unificación de todas las formas de hablar euskera, desarrollándose el euskera común desde el siglo III al VI d.C.
* Del siglo XI a 1545: se denomina euskera medieval a los escasos testimonios correspondientes a los siglos XI al XV hallados en la vieja documentación de distintos monasterios (Glosas Emilianenses) y en fuentes similares hasta la publicación del primer libro escrito en euskera en 1545 (“Linguæ Vasconum Primitiæ” de Bernard Etxepare).
* 1545 – 1745: euskera clásico desde la primera novela escrita en euskera.
* 1745 – siglo XXI: euskera moderno. Desde el Diccionario Trilingüe de Larramendi en 1745 hasta el euskera batua o unificado de nuestros días (desarrollado en 1968).