EL PUEBLO QUE CANTA Y BAILA A AMBOS LADOS DEL PIRINEO
Así lo dijo el famoso escritor francés Voltaire en 1756. Y nos definió muy bien. La fiesta, el canto, el baile… ha definido al vasco desde hace siglos, quizás muchos mas de los que nos imaginamos.
Y, aun a finales del siglo XIX, el vasco cantaba por doquier. Fue cuando Azkue, Aita Donosti, etc. llevaran a cabo una ingente labor de recopilación de canciones populares vascas. Casa a casa, caserío a caserío, persona a persona, mas de 10.000 canciones. Canciones de cuna, de fiesta, de navidad, religiosas, de danza… Un comienzo de siglo XX muy importante.
Hasta hace muy poco se cantaban y se escuchaban cientos de melodiosas canciones vascas en los montes, bares, sociedades gastronómicas, cenas de amigos, navidades, fiestas, a las niños en sus casas, etc. Como ha solido decirse “donde se juntaban dos vascos, canto seguro”.
Como muestra de pueblo cantante tenemos el gran abanico de Corales, renombrados cantantes y compositores. Anécdota, la del cura Santa Cruz en el siglo XIX, que desterrado en la selva colombiana, creó un coro de nativos cantando en euskara.
FIESTA, CANTO, BAILE, JUEGO, EUSKARA: EL SISTEMA VASCO DE VIDA SANA
El vasco ha sido un pueblo de cantar. Y de bailar (muchas de las danzas eran cantadas). La fiesta, el canto y la danza, junto con el juego y el idioma propio, han sido características básicas de la sociedad vasca. Elementos no reservados a élites sino practicados por la mayoría de los vascos. Estos elementos, no aislados sino indisolublemente unidos, formando un todo social coherente, constituían un principio esencial de vida.
El canto, al igual que los otros elementos, da un sentido artístico y estético a la vida. El bertsolarismo por ejemplo, es un baile y juego de palabras cantadas. Recientemente, la directora de la coral noruega ganadora del concurso internacional de coros de Tolosa dijo que “el euskara es muy musical”.
El canto, la danza, el juego bien entendido, y el euskara, ayudan a ser sociable, permiten compartir y unirte a tu familia y amigos. Recibidos desde la infancia es mas fácil conservarlos y desarrollarlos. Y aprendes a amarlos y a amar las personas con las que compartes todo ello.
GAINBEHERA. GALLO QUE NO KANTA…
Si tenemos en cuenta la historia vasca podemos ver que los cientos de años de imposiciones dejan necesariamente mella. La represión de lo vasco en Escuelas, Administración, Iglesia, medios de comunicación, vida económica, etc, y la sustitución por otras modas de fuera, no siempre sanas, han terminado empobreciendo todos estos elementos de socialización vasca.
Pero el golpe mas duro, casi mortífero, ha sido en los últimos 70 años. Múltiples factores se han juntado, que no hay espacio para desgranarlos en este artículo.
Pero lo cierto es que se ha entrado en un periodo de decadencia en cuanto al canto popular se refiere. Desde hace unos 30 años poco se oye cantar en montes, bares, familias, cenas… (salvo excepciones como Zuberoa). Decadencia que solo en las décadas de los 60-70, con el Ez Dok Hamairu y otros cantantes, se consiguió recuperar y difundir parte de todo el patrimonio cultural de canto.
LO QUE NO SE USA SE ATROFIA
Al parecer, el oido musical se va deteriorando en las nuevas generaciones. Y es que, en el canto, como en cualquier otra actividad artística, deportiva, intelectual, de personalidad, etc, o en la propia naturaleza, lo que no se labra, lo que no se cuida, lo que no se usa, se va deteriorando, se va atrofiando… hasta desaparecer.
Para amar y practicar el canto popular, y para desarrollar el oído musical, la primera y mas importante escuela es la familia. De no poner remedio, en breve, las corales tendrán un negro futuro. Que ya lo tienen.
Itziar Zamora, lekeitiarra y donostiarra, y directora de música en la ikastola Txingudi de Irun desde hace mas de 17 años y con mas de 400 niños y niñas alumnos al año, amante donde las haya de la canción popular, está a punto de publicar una tesis doctoral sobre su experiencia. En este libro tendremos ocasión de ver lo que se puede hacer para fomentar el deseo musical en el niño.
ANDRO KANTO Y SIGO KANTAN. EL COMIENZO DE LA RECUPERACION PARECE HABER EMPEZADO
El canto popular está debilitado. Aunque quizás debamos decir que está en una crisis de adaptación. Crisis de la que ya se han empezado a notar los primeros movimientos significativos de recuperación.
Una experiencia que se está extendiendo es la de salir a cantar por las calles un día al mes. Las de Biarritz, Bayona y Donostia son las mas veteranas. Tercer sábado del mes en Biarritz y Donostia y cuarto sábado en Bayona. Recientemente han empezado en Iruña, Tutera, Tafalla, Arrasate.
Cabe destacar el grupo de Donostia. Donostia tiene ya tres grupos que se juntan varias veces al mes a aprender y a compenetrarse. Y en la calle rondan las 200 las personas que se juntan en la parte vieja donostiarra. El resto de grupos que se han formado en Hegoalde lo han hecho a la sombra de ellos. En Arrasate los encuentros para cantar llevan ya casi 2 años.
También la experiencia del Kafe Antzoki de Bilbao es de resaltar, donde, una vez al mes, Anje Duhalde anima a decenas de aficionados. O la anual de Ordizia con actuación de grupos escolares creados ex profeso para la ocasión.
Otra experiencia significativa es la de algunos ayuntamientos con las canciones de cuna. En estos últimos años, en mas de 10 pueblos, y a mas de 15.000 familias, los ayuntamientos les han regalado un CDs con 24 preciosas canciones de cuna, el Kun-Kun LOLO, con motivo del nacimiento de un hijo.
Por otra parte, en Internet se puede obtener varias colecciones de canciones, algunas con varios miles de melodías, y no solo letra, sino también partitura y música.
También ETB se ha sumado a este nuevo empuje y ha empezado a ofrecer un programa semanal de canción vasca, los miércoles a las 10:30 de la noche.
A este apartado lo he denominado “Andro Kanto y Sigo Kantan” en recuerdo y homenaje a Oteiza. Oteiza estuvo en la génesis del Ez Dok Hamairu, incluso él mismo fue quien le puso el nombre. Oteiza fue un animador de lo vasco, un despertador de conciencias. Podría decirse que para los vascos es el símbolo del renacer.
Sus 14 poemas “Andro Kanto y Sigo” fueron concebidos para dar vida a sus 14 apóstoles tirados en la cuneta de la carretera de Aranzazu cuando el Vaticano prohibió su instalación. Muertos? No, dormidos. No se conformó con ello, y les dio vida, les dio música, les dio canto, les dio poesía.
RENOVAR O MORIR
El tópico de siempre que se está en crisis. Pero lo cierto es que el camino no puede ser mas amplio ni mas estimulante. Solo hace falta comprometerse un poco, y tener ideas. !Hay tantas cosas que se pueden hacer! ¡Hay tantas ganas de cantar en este País!
Y todos podemos hacer algo. Lógicamente, las corales, las asociaciones en pro del euskara, las gastronómicas, las escuelas, los ayuntamientos, las cuadrillas, las propias familias (padres y abuelos), los medios de comunicación (prensa, radio y TV). Pero también los bares, restaurantes, cafeterías, centros ginecológicos, hogares de jubilados, los partidos políticos y sindicatos, etc.
Hay que llegar a la gente. Pero no para que hagan el papel de pasivo oyente sino de participe. Para que se animen a cantar mas que ahora. En un juego y un placer que no debemos perdérnoslo.