Es un placer compartir la afición al estudio de la historia con don Juan José Lersundi Donado. No para describir grandes hitos históricos ni para ensalzar las gestas de reyes, nobles u otros personajes que casi siempre buscaban más el beneficio propio que el bien de sus súbditos, sino al estudio de la historia de los pueblos y culturas, de la evolución en el mestizaje y el equilibrio necesario para mantener lo esencial de sus idiosincrasias. Es posible que, como ocurre casi siempre con los temas de historia, no nos pongamos de acuerdo ni en el análisis ni en el diagnostico, pero si el esfuerzo intelectual es honesto debe de servir para explicar la causa o razón de muchos de los actuales conflictos y las vías de su posible solución. ¡Y no es poco!
No olvido que “el primer rey castellano Fernando I, vencedor de esa batalla (Atapuerca, 1054) era hijo nada menos que de Sancho III, el Mayor (Nagusia)” pero tampoco hay que olvidar que Fernando fue vencedor en esa batalla matando a su hermano de sangre Garcia III, décimo rey de Pamplona y Najera, también hijo de Sancho III. Dices, “a quien ahora presentan (a Sancho III.) los nacionalistas como rey de los vascos”. Bien, puntualicemos, porque a Sancho III. Nagusia también se le quiere presentar como primer rey cristiano precursor del reino Hispano. Se utilizan para ello dos argumentos: uno, que efectivamente aparece en sus documentos como rey de “Pamplona, Najera, Asturias, León, Aragón, Gascuña, Castilla…” y dos, que dividió su reino entre sus hijos, correspondiendo Castilla a su tercer hijo Fernando.
Lo cierto es que Fernando recibió Castilla como condado (1035) y lo convirtió en reino cuando matando a su cuñado Bermudo III. rey de León (que no estaba en el reparto de Sancho III. Nagusia) realiza la inteligente maniobra de proclamarse rey como Fernando I. de Castilla y León (1037). ¡Vaya pájaro este Fernando! En cuanto a que Sancho III. fuera el precursor del reino único de Hispania, si fuese así, ¿a quien se le ocurre dividir el reino si su idea era la España única? Tremenda contradicción de los defensores de ésta tesis. Hoy, sin duda, este rey sería tildado de separatista y traidor. Por cierto, esperaba que de la lectura de nuestras tesis hubieras deducido que no somos nacionalistas, sino estatalistas. Que somos nación ya debería de estar asimilado y que la versión moderna de aquellos reinos medievales son los actuales estados europeos debería de ser sabido.
Dices bien cuando comentas que ” la incorporación de Gipuzkoa, Bizkaia y Araba a la corona de Castilla tuvo lugar por decisión de los señores y de las villas, que vieron sus intereses mejor defendidos por los reyes castellanos que por los reyes navarros.” Es difícil de creer que “la incorporación” sea el termino correcto vista la violencia utilizada antes y después de esa “libre adhesión”. Pero de cualquier forma, estamos en que nos interesa la historia de los pueblos y culturas y no tanto las gestas de reyes, nobles u otros personajes. ¿Qué hay de los intereses de los naturales del país? Si la incorporación o adhesión ha sido libre ¿Existe el derecho al divorcio? ¿O como ocurre en los matrimonios concertados por la familia, y no por los interesados, la incorporación significa la unión eterna? ¿Existe la posibilidad de replantearse esa unión? ¿La posibilidad de que tanto Euskal Herria como Castilla decidan separarse aunque la otra parte no esté de acuerdo?
Se dice que ya en tiempo de los romanos había indicios de esta tendencia a la “unión” y quizás por ello llamaron a “la piel de toro” Hispania. La verdad es que existen suficientes documentos para afirmar que aquellos cronistas ya se dieron cuenta de que los beticos (hoy andaluces) nada tenían que ver con vasco(ne)s, lusitanos (hoy portugueses)…, y tampoco cometieron el error de incluir a Ceuta, Melilla, Canarias… en esa Hispania. La pregunta es: ¿cómo y porqué se ha llegado a la situación de que en la Península Ibérica existan tres, y no más ni menos, estados soberanos? Si, tres: España, Portugal y Reino Unido ¿Por qué y como los lusos han conseguido un estado soberano y los demás no? Se puede argumentar que Gibraltar no tiene entidad suficiente, pero en cuestión de soberanía todo cuenta, hasta Perejil, a pesar de que todos sabemos que el rey de(l) perejil es Argiñano. Seamos serios. Los ciudadanos nabarros del norte y sur de Euskal Herria necesitamos ser parte de Europa como estado vasco-nabarro (de ahí lo de estatalistas) para poder defender mejor nuestros intereses y ser dueños de nuestra historia, economía (pesca, industria energética…), lengua (el euskara) y cultura (plural, propia y universal). Es lo que una lectura honesta de nuestra historia nos indicaría como proyecto de futuro. Y en esas estamos.