Euskadi es algo más que Bilbao

EL comercio y el tráfico de mercancías han sido desde la Edad Media uno de los principales componentes de la economía de la Navarra occidental, hoy denominada Euskadi. La historia política de Bizkaia, Gipuzkoa y Araba no puede entenderse sin conocer el papel que han jugado en nuestra historia económica los puertos de Bilbao (anteriormente Bermeo) y de Pasajes (anteriormente Donosti), así como el de la gran plaza comercial y de comunicaciones de Vitoria-Gasteiz, conectada con ambos a través del valle del Nervión/Ibaizabal y del Oria respectivamente y, al mismo tiempo, abierta hacía el valle del Ebro y la meseta castellana.

Este esquema sigue teniendo plena validez en el siglo XXI. La retaguardia logística del Superpuerto de Bilbao (y en su caso Pasajes) es por múltiples razones -geográficas, orográficas, de comunicaciones, comerciales, industriales y políticas- Araba.

Más en concreto, el territorio entre Vitoria-Gasteiz y Miranda, auténtico nudo de comunicaciones y servicios, al tiempo que poseedor de amplios espacios disponibles para las infraestructuras necesarias, como la denominada Terminal Logística Ferroportuaria (TELOF) o puerto seco. La decisión de la Autoridad Portuaria de Bilbao (APB) de construir una TELOF en la localidad burgalesa de Pancorbo con la aquiescencia de instituciones como el Gobierno Vasco, la Diputación Foral de Bizkaia, los ayuntamientos de Zierbana y Santurtzi, la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Bilbao, la Confederación de Empresarios de Bizkaia, cuenta pues con el apoyo activo directo o indirecto del PSE y del PNV, al menos el vizcaíno.

El único argumento que todas estas instituciones y organismos han acertado a articular es que se trata de una decisión adoptada por criterios “estrictamente empresariales”, cuando es evidente que una decisión de tal calibre, que puede suponer la marginación de Araba respecto a una cuestión estratégica tan importante como la logística y la orientación del Hinterland del Superpuerto de Bilbao, rebasa ampliamente los criterios empresariales y constituye una cuestión política de primera magnitud.

El papel jugado en este asunto por la Diputación Foral de Araba es lamentable. En primer lugar, no se enteró hasta que apareció en los medios de comunicación que el proyecto de la TELOF en Pancorbo estaba prácticamente decidido. Es cierto que entonces desplegó una intensa actividad para intentar atraer el citado proyecto a Araba, pero ni a nivel institucional, ni económico ni político consiguió apoyo y, finalmente, la APB firmó con el Ayuntamiento de Pancorbo la compra de los terrenos del polígono Industrial del Prado, donde se construirá la TELOF o puerto seco de Bilbao.

Pretende la Diputación alavesa explicar su fracaso con el argumento de las ayudas especiales que para el desarrollo y promoción de los ayuntamientos burgaleses del entorno de Garoña, entre ellos Pancorbo, van a recibir por parte del Gobierno de España en compensación por el cierre de la central Nuclear de Santa María de Garoña, que en el caso de Pancorbo servirían para subvencionar la construcción de la TELOF en este municipio de Burgos. Sin ignorar este hecho, una acción decidida y oportuna en su momento por parte de la Diputación podría haber neutralizado esa supuesta ventaja económica. Se está hablando de unos 10-20 millones de euros, cuando Araba se está gastando más de 20 millones de euros en el nuevo Buesa Arena y otras inversiones de discutible prioridad.

Se ha perdido esta batalla pero no la guerra. Araba sigue teniendo todas las bazas para ser la auténtica retaguardia logística del Puerto de Bilbao (y en su caso de Pasajes), pero la Diputación tiene que concretar su acción hacia una infraestructura pública y no privada como Arasur, bien posicionada (Jundiz, Zambrana, Miranda) tanto por carretera como por ferrocarril, tanto hacía la meseta como hacía el valle del Ebro, que la TELOF de Pancorbo no soluciona bien, y buscando la implicación de otras instituciones como el Gobierno Vasco, la Autoridad Portuaria de Bilbao y, porqué no, el Ayuntamiento de Miranda y la Diputación de Burgos, pues una TELOF en el área de Miranda beneficiaría a ambos territorios.

Pero para ganar la guerra la Diutación alavesa tendría que ponerse las pilas ya. Y, sobre todo, el PNV de Araba -en el gobierno foral- tendría que presionar a sus iguales de Bizkaia para que tengan un poco más de visión de País que parece que falta desde Bilbao.

 

Publicado por Noticias de Alava-k argitaratua