Un mural sobre pastores vascos en Arizona, un Estado con nombre vasco

Nos lo hemos encontrado en la web de noticias de AOL, que referenciaba la información aparecida en el Arizona Daily Sun que nos cuenta que en la ciudad de Flagstaff (Arizona) un artista local, Joel Geist, ha realizado un mural dedicado a los logros y contribuciones de los pastores vascos a esa comunidad y al pasado inmediato del sendero.

El mural está realizado en un túnel del Flagstaff Urban Trail System que pasa por debajo de la Interestatal 17 y conecta el vecindario de Ponderosa Trails y el parque del condado de Fort Tuthill.

Mural de Joel Geist sobre los pastores vascos en Flagstaff (Arizona). Fotografía: Adrian Skabelund Mural de Joel Geist sobre los pastores vascos en Flagstaff (Arizona). Fotografía: Adrian Skabelund

En una de las entradas del túnel se encuentra el mural dedicado a los pastores vascos y en la otra un mural dedicado a un autor y ciclista local conocido popularmente como «Cosmic Ray».

Hemos hablado en numerosas ocasiones sobre la huella y la herencia vasca en el Estado de Arizona. Una huella que se inicia en el proceso de colonización, la parte sur de la actual Arizona es parte de la antigua provincia «Nueva Navarra» (parte del Virreinato de Nueva España), y llega a pasado cercano con la llegada de pastores vascos.

Una huella que llega, incluso, a influir en el nombre del Estado, «Arizona». Una historia que une el nombre del Estado con el nombre de una ranchería propiedad de Bernardo de Urrea llamada Arizona (Aritz ona), dado que era un lugar donde los robles abundaban y eran de buena calidad. Un lugar donde en la segunda mitad del siglo XVIII se encontró en una mina, entre otras piezas, una placa de plata que pesaba, ella sola, más de 1.100 kg.

El nombre de Arizona, puesto por Bernardo de Urrea a su propiedad, acabó, por la importancia del descubrimiento, dando nombre a la zona. De ahí se pasó a que diera nombre, tras la guerra de USA con México y su desvinculación de este último país, al territorio independiente de Arizona en 1863.

Como decimos a menudo, los vascos han dejado en los lugares donde se han instalado, también en Arizona, una huella profunda e intensa que se conserva hasta hoy.