Creo que es muy importante que el dirigente del PSOE venga a Barcelona a ofrecer una reforma de la constitución española. Es importante primero porque demuestra una voluntad de diálogo hasta ahora poco visible y que, por tanto, hay que atender. Pero también porque es la prueba de que en España comienzan a creerse lo que no se han querido creer hasta ahora, que es que esto, el proceso soberanista, va de veras.
Pérez Rubalcaba hace una propuesta y creo que es importante escucharla y responderla. Es cierto que no ha sido muy explícito. Pero algunas cosas creo que ya se pueden decir.
En primer lugar -y es la duda fundamental que tengo-, hay que saber de qué manera piensa cumplir esta reforma. Por el número de diputados necesario, es simplemente imposible de hacer sin el apoyo del PP. Ha venido a insinuar que Rajoy y él hablan, pero había falta mucha más concreción, y no es necesario que sea ahora. Sin que PP y PSOE aprueben esta reforma constitucional conjuntamente, creo que será muy difícil de hablar de nada.
Y la segunda gran cuestión que tampoco responde es qué se reformará. La reforma de la constitución española no puede ser abstracta. Hay que reformar cosas concretas. Y la lista concreta nos dirá si vale la pena hablar de ello o no.
Rubalcaba hoy ha señalado unos ámbitos donde dice que habría que reconocer la ‘singularidad’ de Cataluña, pero ya ha excluido directamente el concierto económico. Sinceramente, es un mal inicio. Porque el expolio fiscal es uno de los motivos más evidentes de desafección.
Sea como fuere, y esperando que concreten la oferta, creo que es posible explicarle algunas cosas que realmente demostrarían la voluntad de cambio y que si alguna vez se incluyesen en una reforma constitucional española darían una gran credibilidad al proyecto. Sin querer ser demasiado detallista, veo unas cuantas -obviamente, todo esto es una visión muy personal-.
1) Cualquier reforma constitucional española debería partir de la base de que la nación catalana es una nación distinta de la nación española, no un subconjunto de la misma como dijo el constitucional. Y todo debería seguir esta línea. Quiere decir que los poderes del Estado deberían tener en cuenta la existencia de dos naciones, o tres o cuatro o las que sea, pero esta vez no nos tragaremos eso del café para todos. Tenerlo en cuenta realmente. Por ejemplo: el TC como árbitro de la situación política debería estar formado por un mismo número de magistrados de cada una de las naciones. Si son dos, Cataluña debería tener la mitad.
2) Evidentemente, la lengua catalana debería ser oficial en todo el Estado español y no únicamente en las comunidades autónomas donde se habla. Con una protección especial en todas, pero muy intensa en los territorios donde la hablamos, los cuales deberían eliminar las trabas actuales. Los organismos centrales del Estado deberían usar regular y cotidianamente el catalán. TVE debería tener un canal en catalán para todo el Estado. Los catalanohablantes de Madrid deberían poder tener escuelas en catalán para sus hijos, etcétera.
3) La caja de los impuestos debería estar en Cataluña. Si no quieren llamarlo concierto económico da lo mismo. El hecho es quién tiene la llave. Y la solidaridad interterritorial debería estar claramente definida y marcada en la constitución, con topes que no se podrían superar de ninguna manera.
4) La pertenencia al Estado español no debería ser contradictoria con la presencia catalana en organismos internacionales, especialmente la Unión Europea o la UNESCO. Presencia no subordinada, sino igual y regulada constitucionalmente para evitar que el gobierno de turno la eliminara.
5) Y ésta es la principal: la nueva constitución española debería reconocer el derecho de autodeterminación y marcar explícita y claramente cómo se ejerce. Que se ejerza o no lo decidirá cada uno cuando convenga, pero la libertad de hacerlo no puede ser recortada.
Si el señor Rubalcaba presenta una reforma en estos términos, o muy parecidos, me parece que vale la pena hablar deello. Hablar de ello para ver si consigue algo, porque, sinceramente, a mí me parece más difícil que España acepte esto que la independencia.
Y, para que no se diga que esta propuesta de reforma es exagerada, aclararé que mayoritariamente es la reforma que los Países Bajos hicieron hace unos pocos años y que les ha convertidos en uno de los estados más interesantes y progresistas que hay actualmente.
VILAWEB