Pinares de Lerín DNN
En octubre de 2019 el Ayuntamiento de Lerín decidió acometer el Plan de Gestión Forestal de los Pinares de Lerín. Dicho Plan fue contestado por parte del vecindario y de grupos ecologistas contrarios a semejante actuación: Acción Clima, Basoberri, Ecologistas en Acción, Greenpeace Navarra, Lurra, Colectivo Muérdago y Sustrai Erakuntza, consiguiendo que durante cinco años quedase parado hasta el presente. El actual Ayuntamiento ha retomado el tema y realizado la adjudicación de la primera fase.
El enclave de los Pinares, según recoge el informe redactado por Bioma Forestal sobre el Plan de Gestión Forestal de Lerín, dice: “que la principal función de esas masas forestales es la de la protección del suelo contra la erosión, el mantenimiento y mejora de la biodiversidad. También reconocen que la acción del cambio climático puede acarrear importantes cambios en las comunidades vegetales y animales, lo cual presentará un reto cada vez más complicado para los gestores, los cuales deberán procurar aminorar los efectos que éste tiene sobre el medio natural”. Este informe que ignora el Ayuntamiento de Lerín y Medio Ambiente, se realizó a petición de la Sección Gestión Forestal del Gobierno de Navarra.
Aunque estamos de acuerdo con los principios y objetivos del Informe, hemos encontrado contradicciones significativas en su aplicación, que en la práctica se convierte en algo peligroso y preocupante, por priorizar en el calendario propuesto intereses económicos y no ambientales.
Los Pinares de Lerín, en los que se pretende realizar aprovechamientos forestales, se extienden aproximadamente 750 hectáreas, de las cuales 700 se encuentran en un elevado riesgo de incendios debido a la falta de intervención en ellas. Sin embargo, el Plan de Gestión prioriza actuar en la primera fase en las 50 hectáreas restantes, donde se encuentran pinos adultos de entre 60 y 80 años que se planean talar y suman alrededor de 25.000 ejemplares. Estos pinos, a diferencia de los más jóvenes, están con buena salud y no requieren una intervención urgente.
Contradiciéndose, el mismo Plan de Gestión clasifica el riesgo de incendio en la zona de pinares como Bajo y Medio, a pesar de que las proyecciones sobre el cambio climático indican un aumento de temperaturas y una disminución de precipitaciones. Los megaincendios son una amenaza, que sin duda irán en aumento y podrían afectar al conjunto de Pinares de Lerín.
También identifica actuaciones urgentes que no están programadas en la lista de prioridades: “Resulta de gran urgencia realizar los clareos en las zonas del estrato C de pinos jóvenes, porque representan un verdadero peligro de incendio, además de la necesidad de que esa gestión favorezca el desarrollo de las masas forestales de esas zonas”.
Según el Plan de Gestión, resulta contradictorio que la explotación de madera durante 15 años, valorada en 24.287,31 euros, requiera la construcción de 1.565 metros de nuevas pistas y 9.773 metros de mejoras en las existentes, incluyendo repaso de explanación, construcción de terraplenes, excavación de desmonte etc. por valor de 82.303,06 euros, las cuales sin duda alterarían los suelos. Si los balances económicos y ambientales son desfavorables con la tala de árboles adultos, ¿no sería más sensato conservarlos y actuar en lo verdaderamente urgente?
Una gestión forestal sostenible es fundamental para aumentar la capacidad de los bosques de secuestrar carbono y adaptarse al cambio climático. Las talas injustificadas de árboles adultos, no solo agrava la desertificación y erosionan el suelo, sino que también reducirían su función como sumideros de CO2.
Es preocupante la escasa formación en materia medioambiental de la actual alcaldesa de Lerín, Esmeralda Maso (UPN), que recientemente declaró refiriéndose a los aprovechamientos forestales: “Tenemos pinares, muchos pinos, y me alegro que puedan servir para algo”. Por lo visto, para la alcaldesa la existencia hasta ahora de un excelente un pinar en Lerín no servía para nada. Igualmente resulta preocupante comprobar que cuando Medio Ambiente del Gobierno de Navarra plantea “reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 55% en 2030 respecto a 1990”, permite actuaciones como recoge el Plan Técnico de Gestión de los Pinares aprobado.
La deforestación importa porque los árboles purifican el aire y generan oxígeno, regulan la temperatura, protegen la fauna y flora y estabilizan los suelos previniendo la desertificación. Además, ayudan a conservar agua, aumentan la humedad atmosférica, favorecen las precipitaciones… Esto sin olvidar los paseos y el deporte en los pinares, que también promueven la salud y el bienestar vecinal.
Solicitamos al Departamento de Gestión Forestal del Gobierno de Navarra y al Ayuntamiento de Lerín, que respeten la certificación actual de los Pinares de Lerín como bosque sostenible PEFC, cosa que no se hace. Esta certificación obliga a que las actividades de extracción y manejo de la madera no pongan en riesgo el área forestal ni dañen el medio ambiente, como generalmente ocurre en estos casos por el empleo de maquinaria industrial.
Sabemos que aprovechamientos semejantes realizados en otros pinares no se ejecutan teniendo como principio la sostenibilidad de los mismos. El más reciente que conocemos fue el que se realizó en los pinares de Allo el pasado verano y que fuimos testigos de los destrozos ambientales en pistas y suelo arbóreo por el uso de maquinaria pesada industrial inadecuada. También sabemos que Gestión Forestal del Gobierno de Navarra no controla, como es su obligación, los estragos que se producen en esos aprovechamientos.
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