Los Estados han mantenido contra ETA y contra el pensamiento Independentista una auténtica GUERRA SUCIA.
El Derecho del que se han dotado los Estados, no acepta la capacidad de decisión de los Pueblos que lo componen y a los que enfrenta su elemento más violento; EL EJERCITO, a través del mandato Constitucional y su determinación de la UNIDAD del propio Estado.
Lejos de una práctica democrática, se han disuelto organizaciones exclusivamente políticas, cerrado periódicos y radios.
Ajeno a la seguridad de los Ciudadanos, cualquiera hemos podido ser culpables de delito a través de autoinculpaciones arrancadas bajo tortura. Se ha obligado al TORTURADO cuando éste ha sobrevivido al «tratamiento» a callar su sufrimiento ó a verse denunciado por el torturador, por el Juez u otros.
Hemos presenciado como se ha indultado a Torturadores declarados culpables y además se les ha condecorado.
Se ha asesinado, secuestrado y se ha hecho desaparecer impunemente a ciudadanos vascos a través de organizaciones ligadas con el Estado y se ha indultado a dirigentes de las mismas (Barrionuevo etc.)
Tampoco se reconoce el carácter de víctimas a personas asesinadas por las Fuerzas policiales ni se han juzgado a los responsables físicos y/o políticos (Gasteiz, etc.)
Continuaron con la misma práctica Judicial que el Franquismo a través de Juzgados especiales (antes el TOP y ahora la Audiencia Nacional)
Los Prisioneros políticos además de su condena han soportado el añadido de la dispersión, las palizas y la dura venganza con ellos y sus familias. Están siendo mantenidos en la cárcel más allá de lo que la propia Ley tiene previsto y para ello se chapucea su contenido.
Desarme, reconocimiento y reconciliación para todos es lo Justo; es aceptar el sufrimiento propio y el de los demás.
Porque no aceptar una doble ó única nacionalidad para quien así lo desea (Euskaldunak, Franceses, Españoles, Vasco-Franceses, Vaco-Españoles, Navarro-Francés, Navarro-Español) y negociar el contenido de cada figura. Armonizar es un trabajo de futuro y la dialéctica el instrumento de las partes.
La esencia de la democracia es la consulta a la Población. Los vascos de Iparralde llevan tiempo exigiendo el Departamento y no se les consulta sobre ésa ú otras opciones y los vascos de Hegoalde cuando nos han preguntado por la Constitución Española, ésta ha sido rechazada.
A qué viene extrañarse por haber interiorizado la necesidad de buscar un nuevo marco de acuerdo frente a la imposición de los Estados.
Que se nos consulte a los vascos si queremos constituirnos en un marco propio de decisión ó nos gusta que nuestro futuro lo decidan los Estados. O se nos consulta ó se nos impone; arriesguémonos a vivir en democracia; disfrutemos de ella y no olvidemos que en lo Social tampoco se nos ha permitido decidir sobre el modelo económico actual, el llamado Liberalismo que por su práctica resulta ser un Capitalismo salvaje al que nos negamos a mirar con resignación. No sólo es una cuestión ideológica sino sobre todo práctica; de ése elemento subjetivo y superior al que llamamos Justicia y que debe de situarnos en modelos que superen la inmensa desigualdad actual entre más ricos y más pobres.