La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ha situado hoy el discurso del president de la Generalitat, Quim Torra, y la actuación de su ejecutivo en el ámbito de las «proclamas políticas», y ha hecho una nueva apelación al diálogo para que la Generalitat abra un debate con las fuerzas catalanas no independentistas y con el gobierno español para la mejora del Estatuto. En una entrevista en RNE, Calvo ha asegurado que ante una hipotética escalada en el proceso «todo el mundo debe estar tranquilo» porque el Ejecutivo socialista «sabe donde debe estar»: «Somos el gobierno que nace del PSOE que sentarse a aplicar el 155, Y todo el mundo debe estar tranquilo del conocimiento práctico de saber el límite que no se puede pasar, que es el incumplimiento de la Constitución». Calvo también ha pedido a PP y Cs que actúen con altura de miras y no utilicen la situación política en Cataluña con fines partidistas, y ha recordado que su ejecutivo apoyó la estrategia del gobierno de Mariano Rajoy en este campo. La vicepresidenta del gobierno español también ha censurado la presencia de lazos amarillos en el espacio público y ha afirmado que el presidente Torra y el ministro Marlaska hablarán «de todo» en la Junta de Seguridad.
Calvo ha afirmado que la aplicación del 155 ya «ha cubierto bien el objetivo de reponer el orden constitucional y la legalidad impecable en cada una de las situaciones», y ahora hay que trabajar en el ámbito político. «Había faltado el espacio donde la política cumple su función, y este gobierno lo ha situado en agotar las posibilidades de acuerdos, que es donde estamos y donde no nos moveremos». «Nosotros no hemos bajado la guardia sobre los límites donde debemos reaccionar, pero no renunciamos a hablar porque somos gobierno de todos los catalanes, los independentistas y los no independentistas», ha dicho. En este sentido ha emplazado a Torra a hacer lo mismo y «atender a una mayoría social que no tiene y que no es independentista».
También ha emplazado al PP y Cs a actuar con sentido de Estado en esta cuestión y ha insistido en la oportunidad de impulsar una reforma del Estatuto. «Si los catalanes se proponen a partir de su Parlamento mejorar su nivel de autogobierno estaríamos saliendo cumpliendo con nuestra Constitución y saliendo de un ‘impasse’ donde se enfrentan dos mundos de la sociedad catalana: los que quieren pertenecer al Estado español y los que quieren más autonomía», ha dicho.
EL MÓN