Aunque la excomunión, como castigo de
Son muchos los grupos sociales entre los bautizados en
Podemos enumerar algunos de estos grupos sociales. En primer lugar, están excomulgados los abortistas por el artículo 1.398 del Código Canónico de 1983 que afirma: «Quien procura el aborto, si éste se produce, incurre en excomunión latae sententiae». «Quitar la vida a un ser humano es contradictorio con la fe católica. Quien contribuya a ello está en la herejía y, por tanto, excomulgado».
Por si quedase alguna duda sobre los aludidos,
En segundo lugar, la jerarquía española insiste en que puede negarse la comunión a los católicos que voten
En tercer lugar, han sido excomulgados los divorciados y de nuevo desposados, es decir aquéllos que habiéndose desposado por el sacramento de
En cuarto lugar, también han sido excomulgados todos aquellos católicos que en sus relaciones matrimoniales utilizan métodos anticonceptivos. En efecto, hay un capítulo titulado `Los anticonceptivos’ en el libro «La sal de la tierra», en el que Benedicto XVI da razones y argumentos de peso para explicar por qué
Y en último lugar, han sido excomulgados desde el siglo XVI los que participan y favorecen la fiesta taurina. El Papa San Pío V, en una bula promulgada en 1567, afirmaba que «pensando con solicitud en la salvación de la grey del Señor, confiada a nuestro cuidado por disposición divina, como estamos obligados a ello por imperativo de nuestro ministerio pastoral, nos afanamos incesantemente en apartar a todos los fieles de dicha grey de los peligros inminentes del cuerpo, así como de la ruina del alma. En verdad, si bien se prohibió, por decreto del concilio de Trento, el detestable uso del duelo, así y todo, no han cesado aún, en muchas ciudades y en muchísimos lugares, las luchas con toros y otras fieras en espectáculos públicos y privados, para hacer exhibición de fuerza y audacia; lo cual acarrea a menudo incluso muertes humanas, mutilación de miembros y peligro para el alma. Por lo tanto, Nos, considerando que esos espectáculos en que se corren toros y fieras en el circo o en la plaza pública no tienen nada que ver con la piedad y caridad cristiana, y queriendo abolir tales espectáculos cruentos y vergonzosos, propios no de hombres sino del demonio y proveer a la salvación de las almas, en la medida de nuestras posibilidades, con la ayuda de Dios, prohibimos terminantemente por esta nuestra Constitución, que estará vigente perpetuamente, bajo pena de excomunión y de anatema en que se incurrirá por el hecho mismo (ipso facto), que todos y cada uno de los príncipes cristianos, cualquiera que sea la dignidad de que estén revestidos, sea eclesiástica o civil, incluso imperial o real o de cualquier otra clase, cualquiera que sea el nombre con el que se los designe o cualquiera que sea su comunidad o estado, permitan la celebración de esos espectáculos en que se corren toros y otras fieras en sus provincias, ciudades, territorios, plazas fuertes, y lugares donde se lleven a cabo. Prohibimos, asimismo, que los soldados y cualesquiera otras personas osen enfrentarse con toros u otras fieras en los citados espectáculos, sea a pie o a caballo. Y si alguno de ellos muriere allí, no se le dé sepultura eclesiástica. Del mismo modo, prohibimos bajo pena de excomunión que los clérigos, tanto regulares como seculares, que tengan un beneficio eclesiástico o hayan recibido órdenes sagradas tomen parte en esos espectáculos».
Como vemos, son muchos los ciudadanos católicos españoles de ambos partidos mayoritarios, y nacionalistas, lo sepan o no, que están excomulgados.
¿Cuáles son los caminos a los que están abocados todos los católicos que, por una u otra razón, están excomulgados? El camino directo es la vuelta a la comunión interior a través del arrepentimiento y el propósito de la enmienda. Los que han contraído la excomunión «exterior» no pueden confesarse hasta que la autoridad competente los haya absuelto.
Otras salidas del estado de excomunión se ofrecen: en primer lugar a través del uso de la objeción de conciencia, en segundo lugar acogiéndose al sentir mayoritario de