El anuncio de una excursión del club de jubilados de Uxue a Uncastillo (zona de las Cinco Villas, provincia de Zaragoza) me ha traído el recuerdo de la representación histórica que hacían en ese pueblo recordando la ejecución de «los 50 caballeros de Uncastillo» por orden de Almanzor el año 997.
El pueblo de Uncastillo en el mapa. |
A finales del siglo X, Uncastillo pertenecía al reino de Pamplona.
Tiempos del Rey Sancho Garcés II, más conocido como Sancho Abarca.
Sí. De ese rey que, según la leyenda, cuando estaba en Gascuña peleando contra los vikingos, tuvo noticia de que los moros atacaban Pamplona. Rápidamente se puso en marcha y pasó el Pirineo en medio de una gran nevada haciendo calzar abarcas a su ejército. Pudo llegar a la capital del Reyno, atacar y vencer por sorpresa a quienes la estaban sitiando.
Sancho Abarca tuvo que repeler varias aceifas más…
Aceifa del año 982. Sancho Abarca dejó que su hija fuese llevada a Córdoba y que fuese tomada por esposa por Almanzor.
Leemos en La Gran Enciclopedia Navarra que Almanzor «En la campaña de las “Tres Naciones”(año 982), parece que se dirigió contra el reino pamplonés y obligó a pactar a su monarca, quien le dio una hija en matrimonio. De ella nacería ´Abd al-Rahman «Sanchuelo«.
Tras varios años de paz, las nuevas aceifas de 991 y 992 obligaron a Sancho Garcés II a presentarse en Córdoba para congraciarse con su poderoso rival (4 de septiembre del 992) y conocer también a su nieto.
La tregua duró poco tiempo y los ejércitos del Islam conquistaron nuevamente Pamplona en dos ocasiones (994 y 999)»
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Pues bien. La leyenda de los 50 caballeros relata como Almanzor apresó en el año 994 a cincuenta caballeros en una de sus razzias al reino de Pamplona en la que también tomó Uncastillo.
Seguidamente se los llevó a Córdoba en calidad de rehenes, para que los cristianos no atacaran plazas musulmanas, bajo la amenaza de matarlos si lo hacían.
Tres años más tarde, un ataque cristiano fue la excusa para que los musulmanes decapitaran a los cincuenta caballeros.
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Tomar rehenes para asegurar la paz.
De ser cierto el relato de los cincuenta caballeros, ésta vez no sería la primera en que gente de Navarra fuese llevada a Córdoba como rehén.
Las cinco generaciones en que los emires y califas de Córdoba tuvieron madres vasconas.
Posiblemente las mujeres que vamos a citar fueron llevadas como rehenes a Córdoba.
Seguramente eran de familias importantes del reino de Pamplona pues acabaron en los harenes de los emires y califas de cada momento.
Pudo haber muchas más vasconas, unas como rehenes y otras llevadas como esclavas.
Las vasconas que los emires y califas de Córdoba tomaron como esposas.
1ª generación – La vascona Ushar fue esposa de Mohamed I del que tuvo a Abdalá esposo de Onneca Fortunez.
2ª generación – Onneca Fortúnez nació hacia los años 848 – 850. Era hija de Fortún Garcés (nieto de Íñigo Arista) y de Oria ibn Lopo ibn Musa (descendiente de Musa Ibn Musa del clan de los Banu Qasi).
Onneca fue capturada junto a su padre en Milagro el año 860 y ambos fueron llevados a Córdoba en calidad de rehenes.
Onneca fue tomada por esposa por el emir Abdalá. Tuvieron a Mohamed II.
Cuando murió García Íñiguez, rey de Navarra, le sucedió su hijo Fortún (el padre de Oneca) y vuelven ambos a Pamplona.
Doña Onneca, ya en Navarra, contrajo matrimonio con Aznar Sánchez de Larraún, conde de Aragón. Fruto de este matrimonio nació Toda Aznárez futura esposa de nuestro rey Sancho Garcés I.
3ª generación – Mohamed II, hijo de Onneca, tomó como esposa a la vascona Muzna o Muzayna (Lluvia) y de ellos nació Abderramán III.
4ª generación – Abderraman III tuvo como esposa a la vascona Mariam y tuvieron a Alhaken II.
5ª generación – Alhaken II, tuvo como esposa a la vascona Shub y tuvieron a Hisamm II.
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Las leyendas nacidas a causa de las continuas aceifas contra los reinos cristianos.
– Existen leyendas sobre supuestos tributos a los emires y califas de Córdoba consistentes en «las cien doncellas anuales» que supuestamente debían entregar los reinos cristianos a cambio de paz… Cien doncellas que iban a engrosar los harenes de la gente de poder…
– Existe la leyenda de que durante los primeros tiempos de la invasión musulmana fueron llevados a Damasco mas de cien mil esclavos desde la Península…
– En la época de Almanzor, este caudillo necesitó recursos constantes para abastecer su ejército y mantener el poder. Hay quien opina que no le convenía dividir sus tropas en guarniciones dispersas por la Península y sí tenerlas concentradas junto a él…
– Hay quien piensa que las 52 aceifas que lanzó Almanzor contra los reinos cristianos fue una forma de tenerlos sometidos y una manera de financiar el ejército califal vendiendo los esclavos y esclavas que conseguía en cada razzia…
Tomado de Wikipedia. Aceifas de Almanzor |
Almanzor.
Nacido en una alquería en las afueras de Torrox (Málaga) en el seno de una familia de origen tuyibí (yemenies) con algunos antepasados jurisconsultos. Marchó joven a Córdoba a formarse como sabio en leyes
Después de unos comienzos humildes, ingresó en la Administración califal donde fue prosperando.
Se dice que fue amante de Shub, la esposa vascona del califa Alhaken.
Al morir Alhaken, Almanzor fue ganando poder a expensas de Shub que regentaba como sultana en nombre de su hijo Hisamm, muy niño todavía.
La muerte del esposo de Shub en el año 976 y que el heredero fuese un niño de corta edad, marcó el comienzo del indiscutible y total poder de Almanzor en el califato.
Almanzor, al hacer el amán con Sancho Abarca hacia el año 982, se llevó como rehén a la hija de éste, Abda Sanchez, convirtiéndola luego en su esposa.
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La noticia de los 50 caballeros es conocida por la composición de un poeta andalusí.
Ibn Darrāj al-Qasṭallī, poeta en lengua árabe de origen bereber y nacido en el Aldarve, dedicó a Almanzor una gran cantidad de poesías elogiando sus proezas.
Entre esas composiciones, está el relato del hecho de la decapitación de los 50 caballeros capturados en un lugar que el poeta describe como Uncastillo
La captura de los 50 caballeros, si nos fiamos del poema de Ibn Darrāj al-Qasṭallī, pudo ocurrir el año 994 ya que dice que el Guadalquivir bajó el río dos años y al tercero fue la ejecución de los caballeros.
Entre esos 50 cautivos, algunos eran allegados de la familia real pamplonesa.
La causa de la decapitación de los 50 caballeros.
La muerte de los 50 caballeros fue en represalia de que, el año 997, Navarra atacó la plaza musulmana de Calatayud.
Sancho Abarca había muerto el año 994 y en el año 997, cuando decapitaron a los caballeros, reinaba su hijo García el Temblón.
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Seguidamente reproduzco la parte del poema que se recitaba en Uncastillo en las representaciones de esta leyenda historicista.
Romance de los Cincuenta Caballeros cautivos de Uncastillo. Siglo X.
Ya besan a sus mujeres
ya abrazan a sus hijos
los cincuenta caballeros
que salían de Uncastillo.
Lloraban de los sus ojos
y daban grandes suspiros
que de fuerza y no de grado
van a tierra de enemigos.
En Córdoba la nombrada
de Almanzor serán cautivos
Este rey moro les jura
que los ha de dejar vivos
Más si guerreros cristianos
a moros pusieran sitio,
morirían los cincuenta
caballeros de Uncastillo.
Dos años bajó cantando
el Guadalquivir ese río;
dos años hubieron paces
y no hubieron desafíos.
Pero en el tercer año
llegan funestos avisos
de los mensajeros moros
que del norte son venidos:
Los cristianos de Navarra
Calatayud han vendido
y a su gobernador moro
lo pasaron a cuchillo.
El rey Almanzor tenía
grande cólera al oírlo
Bien oiréis lo que dirá
aquel terrible caudillo:
Coged vuestras cimitarras
afiladles bien los filos
y que traigan a palacio
a los cristianos cautivos.
A la puerta de la Azuda
entre un grande gentío
los fijosdalgos navarros
son deprisa conducidos
Almanzor habla a Sanchuelo
el suyo preferido hijo,
por sus venas corre sangre
de cristiana y de caudillo:
Muéstrale a tu madre
que ante un moro bravío
quien hace las afrentas
paga caro el desatino.
Catorce años tienes
ya no quiero verte niño
degüella a un cristiano
y serás guerrero mío.
Sanchuelo elige por reo
a Don Gonzalo su tío
El hermano de su madre
¡Oh Dios qué triste sino!
Ella llora y suplica,
Almanzor se muestra esquivo
Sanchuelo enpuña el acero
y decapita a su tío
Mientras, la luna jugaba
sobre las aguas del río
uno tras otro murieron
“los cincuenta de Uncastillo”
En las montañas los lobos
daban grandes alaridos
y sobre el río la luna
de rojo se hubo teñido
Como presagio de muerte
misma hora en Uncastillo,
las campanas tocan solas
más que sones, dan quejidos
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