Lo que han dejado ver las elecciones

Las elecciones municipales son las que hacen más difícil las valoraciones generales. Los cálculos agregados suman y restan cosas muy diversas, y si bien se pueden señalar ganadores y perdedores, las razones, las causas, las circunstancias dependen de los factores locales y de los liderazgos, a menudo muy lejos de las confrontaciones estrictamente partidistas. Basta con ver los casos de Terrassa o Badalona -tercera y cuarta ciudades del país en habitantes-, en las que su gente ha tomado decisiones que sólo se entienden en clave interna.

Tratando, pues, de no caer en el abuso de hacer una valoración global de las cifras concretas, sí se pueden hacer algunas afirmaciones. En primer lugar, y como consecuencia de un ahora ya largo contexto de debate político, se puede hablar de una alta proporción de voto maduro. Quiero decir, de un voto cada vez más estratégico y adaptado a la ocasión, y de un voto cada vez menos de adhesión incondicional. Claro que esto también tiene que ver con un terreno de juego político arenoso e incierto. Pero es obvio que hay un número muy elevado de ciudadanos politizados, que hablan de política en todo momento, lo que también se traduce en mejores cifras de participación. Una politización mayor, sin embargo, no siempre significa un ciudadano bien informado. La politización también es resultado de las lógicas de crispación alimentadas por algunos medios de comunicación, correas de transmisión de proyectos políticos. La desinformación también crece con la politización general.

También hay que advertir de los abusos interpretativos que quieren hacer decir al elector lo que nadie le ha preguntado. Se puede especular sobre si el independentismo ha mejorado posiciones o las ha perdido. En realidad, se mantiene estable, sí. Pero el voto local sólo estaba afectado colateralmente por esta cuestión. La presencia de presos y exiliados políticos introducía un cierto condicionamiento, pero al final no ha resultado decisivo. Era poca cosa junto a los factores locales. Desde mi punto de vista, en muchos casos, se ha abusado del reclamo de la denuncia de la represión, y se han echado en falta propuestas políticas diferenciadas.

Comparto la idea de fondo, no es necesario decirlo, que las estructuras tradicionales de partido deben ser superadas por nuevos modelos que favorezcan una permeabilidad mayor con la sociedad. O que las leyes electorales, especialmente en este ámbito municipal, deberían ser radicalmente diferentes. Por ejemplo, eligiendo el alcalde de manera independiente de la representación partidista. Pero, formulado el deseo, constato que lo que realmente funciona, de momento, como máquina electoral efectiva, son los partidos de siempre. Disponer de la maquinaria disciplinada de un partido o no, supone una gran diferencia. Bien lo saben en ERC y el PSC, a quienes ha venido bien haber resistido. Y bien lo deben lamentar los de JxCat o los comunes, envueltos en graves -o, al menos, confusos- procesos de confrontación interna. Y a pesar de las buenas intenciones, lo han sufrido -y lo han hecho sufrir- los de Primarias (Nota del traductor: Jordi Graupera y asociados).

Es una evidencia que ERC ha dado un gran paso adelante, particularmente en la ciudad de Barcelona. Que JxCat, con alguna excepción, presenta «fatiga de materiales»: de líderes, de discurso, de imagen. Que la derecha unionista sigue retrocediendo en Cataluña. Que la crisis de los comunes no se puede justificar por una supuesta persecución general, cuando ha contado con tantas simpatías mediáticas. Y que las CUP viven con dificultades cómo hacer la crítica al sistema desde el sistema. Hay trabajo para todos.

La buena noticia de este domingo, sin embargo, es que el país está vivo. Que es capaz de sorprenderse a sí mismo con decisiones osadas. Que no parece cansado del debate político intenso en el que está inmerso, y que vive con serenidad la confrontación política que lo provoca. Que resiste bien los embates de la extrema derecha. Que el populismo no le hace descarrilar. Y que habiendo cerrado un ciclo, está listo para abrir el siguiente.

ARA