En el siglo XII, las ferrerías bizkaínas y gipuzkoanas, gracias a su orografía más adecuada para las nuevas tecnologías, empezaron a superar por primera vez en producción y número a las alabesas, las principales hasta entonces dentro del reino de Nabarra.
Las ferrerías de monte o «haizeola», están arqueológicamente documentadas desde la Alta Edad Media, sobre ellas escribimos este artículo:
https://lehoinabarra.blogspot.com/2016/11/el-horno-vasco-la-protoindustria.html
«Fue entre los siglos XI y XII cuando se desarrolló en el Occidente europeo la aplicación del sistema hidráulico -experimentado ya en molienda de granos- a diversos procesos (molienda de cal, batanes, caña de azúcar, etc. ), y su difusión parece encontrarse asociada a órdenes religiosas y conventos.
En el caso de Gipuzkoa es probable que se encuentre ligado a sus relaciones con el Reino de Navarra, asiento de francos y monjes, a través del Camino de Santiago» (Revista Bertan de la Diputación de Gipuzkoa «Las Ferrerías Hidráulicas»).
En el fuero de la villa de San Sebastián-Donostia dado por Sancho VI el Sabio, nos habla por primera vez de los impuestos sobre el hierro:
«-Y la caloña (impuesto) del hierro es: la tercera parte del rey, y otra tercera parte del almirante, y otra tercera del alcalde».
(Notas acerca del fuero de San Sebastián: su expansión, vigencia y modernidad y análisis de sus textos» Maria Rosa Ayerbe Iribar).
El historiador bizkaíno Sabino Aguirre Gandarias, señalaba que para el siglo XII en Bizkaia, en la costa del reino de Nabarra: «se anota por cierta la existencia de una regular explotación de hierro en el ancho camino del mar hacia Inglaterra, mineral que era llamado de Hispania, según se registra en algunas tarifas aduaneras, y expresa una adscripción geográfica de tipo genérico alusiva a la península» («Primera aproximación a las relaciones de Bizkaia con Europa durante la Edad Media» 1988).
TRAS LA INVASIÓN DE LA NABARRA OCCIDENTAL
Las ferrerías hidráulicas aparecen a finales del siglo XIII en Bizkaia y Gipuzkoa, pero es en el siglo XIV cuando se extienden por toda la geografía de la Baskonia húmeda. A finales del siglo XIV aparecieron nuevos inventos.
«A lo largo del siglo XIV la industria siderúrgica se consolidó, y además se abrió a las mejoras de su producción y de sus instalaciones. Un siglo después de la difusión del martinete, el turno fue para los fuelles mecánicos (barquines), gracias a los cuales los hornos lograban mayores temperaturas y mejoraban aún más la productividad y la calidad del metal (a mediados de ese siglo).
No obstante, los fuelles mecánicos multiplicaban la necesidad de combustible de las ferrerías, por lo que pronto los recursos forestales comenzaron a escasear» (Íñigo Mugueta Moreno, “La primera industrialización en Navarra…).
Estas nuevas tecnologías, suponían una explotación de los bosques y de los ríos comunales de toda la Baskonia húmeda, que chocaba con otras explotaciones forestales y ganaderas, lo que trajo la necesidad de regular la actividad ferrona mediante ordenanzas, Fueros o leyes que aparecen primero en las cartas de las villas como el aprovisionamiento de materiales (sobre todo el carbón) y la explotación minera, hasta los sueldos y jornadas laborales de los trabajadores, regulando incluso el comercio del material resultante, sin olvidarnos de los importantes impuestos que caerán sobre el hierro, los cuales explicamos en: https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/10/el-donativo-la-alcabala-y-el-pedido-los.html
«El País Vasco (sic.) se convirtió, al menos desde mediados del siglo XIII, en uno de los principales focos siderúrgicos europeos que, juntamente con el sueco, dominaron el abastecimiento de hierros de calidad del área atlántica europea durante la Edad Media» («Precios y manufacturas en Gipuzkoa en el siglo XVI: la fabricación de armas de fuego” Ignacio M.ª Carrión Arregui).
La primera ferrería hidráulica documentada en Baskonia es en Gipuzkoa en el año 1290. Aparece en la Carta Puebla de la villa de Segura en Erraztiolatza de ese año, donde se dice: “… E por les hacer mas bien e mas merced, tengo por bien que las ferrerías que son en Legazpia, masuqueras, que están en yermo e les hacen robos los malos homes e los robadores, que vengan mas cerca de la villa de Segura…”.
EL FUERO DE FERRERÍAS EN GIPUZKOA, ALABA Y BIZKAIA
El primer Fuero o ley de Ferrerías completo para una comarca sería en el año 1328 el de Irun-Uranzu-Oiartzun (en la comarca de Oarso), después del más genérico de Donostia-San Sebastián sobre esta misma comarca, el cual fue aprobado por Alfonso XI de Castilla.
En este Fuero de Ferrerías habla explícitamente de “… las presas de las d(i)chas ferrerías…” y “… de las ruedas y molinos que son de parte de uso de las ferrerías, en las aguas do están pobladas…”, lo que no deja lugar a dudas de que son hidráulicas.
Este último Fuero fue ampliado después en el año 1338 a la Gipuzkoa nuclear (tenencia nabarra de Iputz), el cual también se aplicaba en Alaba, aprobado por el mismo rey castellano. Este último Fuero gipuzkoano, parece que fue además la base del bizkaíno.
A finales del siglo XIV, se contabilizan 110 ferrerías en funcionamiento en toda Gipuzkoa (tesis doctoral de Luis Miguel Diez de Salazar Fernández «Ferrerías de Guipúzcoa, s . XIV-XVI»).
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En cambio, los Fueros de Ferrerías de Bizkaia entró en vigor siglo y medio después en Urgoiti (Galdakano), en el año 1488, aunque las Juntas de Gernika habían aprobado la reglamentación de cuadernos y ordenanzas del hierro en 1440 y estaba una parte en el Fuero Viejo de Bizkaia de 1452, el motivo de este retraso en su promulgación y aprobación final, lo explicamos en: https://lehoinabarra.blogspot.com/2021/10/el-fuero-de-las-ferrerias-de-bizkaia.html
Según conversación mantenida con Xabier Valencia Barahona, estudioso de todos los caseríos, casas-torre y palacios de Galdakano y de sus escrituras («Galdakao, casas, propietarios y habitantes…desde el siglo XVI hasta 1936» -2019-), el palacio Ferral del barrio Urgoiti-Goikoa, cercano al actual hospital en la rotonda dirección Usansolo, pudo ser el lugar donde se aprobaron dichos Fueros de las ferrerías de Bizkaia.
EL FUERO DE FERRERÍAS EN LA NABARRA LIBRE
El Fuero General escrito por primera vez a finales del siglo XII por Sancho el Sabio, hace ya alguna alusión explícita a la actividad ferrona, pero: «en atención a la práctica corriente durante la segunda mitad del siglo XIV, parece más bien que la concesión de licencias (reales) de explotación se produjo de manera individual, y nunca colectiva. Por lo tanto no cabría hipotetizar sobre un supuesto “fuero de ferrerías” navarro que no se habría conservado (…)».
La primera documentación judicial sobre las ferrerías y sus actividades comerciales en la Nabarra libre se puede fechar sobre el año 1380 y después: «(…) los reyes (a mediados del siglo XV) habilitaron a la Cámara de Comptos para juzgar las “querellas y debates” que tuviesen lugar entre los ferrones o dueños de las ferrerías, y sus braceros (entre sí o unos con otros)» (Iñigo Mugueta Moreno -2010-).
El propio autor, en otro trabajo señala: «El modelo de asimilación de la nueva industria consistió en el establecimiento de contratos puntuales con cada uno de los empresarios (ferrones) que se implantaban en el reino. La corona realizaba un contrato bilateral con el empresario por el que le otorgaba licencia de explotación del subsuelo y del monte, y el empresario se comprometía al pago de una lezta anual (una cantidad fija de dinero)» (Iñigo Mugueta Moreno «Mercados locales e Industrias rurales en Navarra 1280-1430» -2017-)
En ese siglo XIV, por ejemplo, reinando Carlos II de Evreux «el Bravo» (1332-1387), los ferrones negociaron conjuntamente con la Cámara de Comptos el pago de la cantidad fija anual por la explotación de hierro a las arcas del Estado. Este rey estableció peajes e impuestos sobre la industria del hierro.
Ante el gran auge de esta industria, este mismo rey confiscó a Juan Corbarán de Lehet para su alquiler la explotación de las ferrerías y montes de Lesaka, Bera y Goizueta en el Pirineo de entre todas las del reino, controlando la producción de hierro en ellas y su posterior comercio, evitando el enriquecimiento de esta familia (lo que hoy sería nacionalizarlas).
«La característica del modelo navarro de explotación del hierro –en especial desde la segunda mitad del siglo XIV– es la omnipresencia de la administración regia, para quien los ferrones se convirtieron en colaboradores estrechos» (Iñigo Mugueta Moreno).
DOS ESTADOS, DOS ADMINISTRACIONES MUY DISTINTAS
Esta forma de legislar tan diferente en torno a las ferrerías, son otra señal de la también diferente realidad con la que se gobernaban ambas coronas a finales del siglo XIV.
La castellana en las tierras invadidas a Nabarra, estaba sujeta al poder de los Bandos ante la lejanía de Castilla y sus huestes, los propios banderizos ocupaban el puesto de merino, por lo que competían entre ellos y cometían numerosas tropelías ya que era imposible su control por la corona castellana.
Se trata de un modelo semifeudal con la implantación del orden en manos de los Parientes Mayores, dueños de las ferrerías, molinos, control de los puentes y de las iglesias de patronazgo laico. Este modelos semifeudal lo explicamos mejor en: https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/12/el-modelo-semifeudal-de-castilla-en-la.html
Era la corona de Castilla un Estado imperialista y plurinacional en términos actuales, que además contaba con diferentes ordenamientos legislativos en los territorios que iba invadiendo, con unas preventas o «feudos», con las cuales pagaba la lealtad de los Parientes Mayores, los que realmente controlaban el territorio.
Frente a él, el Estado nabarro estaba administrativamente más desarrollado, sobre todo, gracias a la Cámara de Comptos, implantada en el siglo XIII y, mucho más centralizado o controlado por la corona, gracias a ser más homogéneo en su origen baskón y en sus leyes o Fueros comunes.
Sería un Estado nacional y dividido en merindades con sus merinos o funcionarios reales al frente en nombre del rey, tal y como explicamos en el artículo «Cómo era el Estado Moderno de Nabarra» https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/07/como-era-el-estado-moderno-de-nabarra.html