Con motivo de las elecciones del 12 de julio, con un resultado abrumador de partidos netamente vasquistas, entendemos que la sociedad vasca está pidiendo desde hace ya tiempo un fuerte estrechamiento de las relaciones entre los territorios de Hegoalde e Iparralde, siendo un primer y muy notorio paso la apertura de una sede del Gobierno en Iparralde, ejerciendo funciones en Lapurdi, Baja Navarra y Zuberoa.
En la situación actual, las relaciones institucionales y sobre todo las lingüísticas y culturales entre Iparralde y el resto del país no están reconocidas, no están establecidas, no están oficializadas. No existen.
Los territorios de Iparralde son los de más baja demografía de Euskal Herria y el efecto frontera hace que vivan prácticamente ajenos al devenir de Hegoalde y viceversa. De hecho vivimos de espaldas. Además, se da la circunstancia de que no tienen un reconocimiento oficial dentro del Estado francés, salvo la recientemente y afortunadamente creada Mancomunidad Vasca.
Uno de los hechos más preocupantes es la no oficialidad del euskera en este territorio, lo que conlleva un nivel cada vez más bajo de conocimiento general y utilización práctica de esta lengua.
Por otro lado, los organismos transfronterizos existentes, cuyo ámbito de actuación sobrepasa el territorio vasco, no cubren, ya que no es su objetivo, los aspectos de defensa y expansión de nuestra lengua, el euskera, y cultura. Tampoco propician unas relaciones institucionales normalizadas que conlleven la concepción de pertenencia de todos a un mismo país, Euskal Herria, por encima de las divisiones administrativas actuales.
El Gobierno Vasco ya opera en un campo similar al que proponemos al trabajar con la Comunidad de la Diáspora, mediante las Eusko Etxeak. Esta actuación en el exterior, meritoria, visibiliza por contraste el enorme vacío de la ausencia de relaciones institucionales entre el conjunto de territorios vascos y en especial con los continentales.
Se trataría de forma inmediata en crear todo tipo de organismos transfronterizos, especialmente en todo lo relacionado con la lengua y cultura vasca pero también en intercambios normalizados entre los diversos ayuntamientos, ligas deportivas de ámbito vasco, intercambio y conocimiento de los festivales musicales, teatro, fiestas de todo tipo en la totalidad del territorio, que las dos orquestas de Hegoalde y la de Iparralde amplíen sus ciclos de abono a todo el país etc. En una palabra que ese terrible efecto frontera que divide secularmente a los vascos se vaya permeabilizando.
Una Delegación del Gobierno Vasco en Iparralde, sería de enorme importancia para dinamizar estas funciones además de las relaciones institucionales. En concreto:
-Promover, canalizar y potenciar las actividades de comunicación, intercambio cultural, cooperación y soporte para el fomento del euskera y la cultura vasca en Iparralde.
-Potenciar y dinamizar las relaciones entre el conjunto de instituciones –culturales, sociales, económicas y políticas- de Hegoalde y de Iparralde. En especial el intercambio y participación en todas las manifestaciones culturales, memoriales, turísticas, festivas, deportivas etc. que acerquen a la ciudadanía de ambos lados de la frontera.
-Facilitar y promover una asociación de ayuntamientos de toda Euskal Herria, alejada de cualquier política partidista y dentro de la tradición municipalista de nuestro País, con énfasis principal en el hermanamiento entre los ayuntamientos de ambos lados de la muga.
-Lograr una mayor cohesión social, humana y territorial, nacional en suma, del conjunto de Euskal Herria.
Por otro lado, y triste es decirlo, ni los medios de comunicación públicos ni privados, salvo alguna honrosa excepción, en general ayudan en nada a esta concepción de un único país, un único territorio. Especialmente penosa es la actuación de ETB en sus dos canales, donde las noticias de cualquier suceso en el Estado son absolutamente prioritarias sobre cualquier noticia de interés en Iparralde. Ha sido notoria la falta de cobertura de las recientes elecciones municipales francesas, donde además las candidaturas vasquistas han obtenido excelentes resultados. Tele5 o Telenorte no lo hubiesen podido hacer mejor. La responsabilidad es obviamente del ente EITB, cuya estrategia habría que debatir en sede parlamentaria.
Es tan inmenso el campo a cubrir, tan enormes las complicidades a tejer, tantos los asuntos que nos unen, tan desazonante la situación actual, que no entendemos como no ha surgido en tantos años un clamor reivindicativo por parte de la ciudadanía para corregir esta situación. Nos quedaremos con lo que dice el refrán: Nunca es tarde si la dicha es buena. Sin embargo esta vez la petición está hecha y nos consta que es una aspiración de miles de ciudadanos vascos que no se puede obviar. El nuevo Gobierno Vasco debería asumir el reto y emplazado queda.
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