El informe (*) que presentó ayer el Consejo Asesor para la Transición Nacional (CATN) es un nuevo hito importante en el camino a la independencia. Recordemos que es tan sólo un ente asesor, pero es parte de la estructura de la Generalitat. De modo que sus recomendaciones deben entenderse siempre en este contexto oficial. Y es en este contexto en el que resulta todavía chocante, viniendo de donde venimos, escuchar al presidente del CATN, Carles Viver Pi-Sunyer, hablar con tanta rotundidad y concreción de cómo se creará el nuevo Estado catalán.
El informe presentado ayer explica con detalle qué pasará a partir del día D+1. Cómo el Principado pasará de ser una comunidad autónoma de España a ser un país independiente. Los detalles técnicos, especialmente jurídicos, del informe son una guía determinante de la forma en que el parlamento y el gobierno de Cataluña deberán moverse para dar el paso que reclama la mayoría del país. Hay que atar muchos cabos y hay que hacerlo muy bien -aquí, no valen improvisaciones-. Y el informe detalla tanto como se puede detallar hoy, reconociendo que una parte de todo lo que pasará no la sabe nadie ni la puede saber nadie todavía. Si acaso, ya improvisaremos. Pero no es igual improvisar sobre una guía sólida que improvisar en el vacío.
Sin embargo, debo decir que desde el viernes estoy intranquilo. El parlamento explicó cómo sería la consulta del 9-N y el anuncio de quién votaría y cómo se votaría difiere sustancialmente de la propuesta que había formulado el CATN. Se ha retrocedido. Y eso me preocupa mucho. Entiendo que los diputados pueden pensar que el consejo se equivoca y cambiar sus opiniones. Pero si lo empeoran, si -como en este caso- proponen un cuerpo electoral incongruente y que puede originar muchos problemas a la hora de la votación, creo que al menos tenemos el derecho de preguntar de qué nos sirve este consejo y los dictámenes tan documentados que emite.
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(*) EL SINGULR DIGITAL
PROCESO SOBERANISTA
El CATN detalla cómo será el proceso constituyente del nuevo Estado catalán
Cataluña no debería asumir determinadas deudas si España no transfiere activos, según los nuevos informes
Bernat Vilaró
El presidente del Consejo Asesor para la Transición Nacional (CATN), Carles Viver Pi-Sunyer, ha presentado hoy tres informes sobre cómo será la creación del futuro Estado catalán. De los documentos destaca la definición de cómo será el proceso constituyente de Cataluña, ya con un Estado propio.
El CATN detalla dos fases. La primera tendrá lugar desde el 9-N (haya consulta o bien elecciones plebiscitarias) hasta el momento en que se inicie el proceso constituyente y se declare que el derecho jurídico español deje de tener aplicación en Cataluña. Por tanto, se declarará entonces que comienza ya el proceso para elaborar la nueva Constitución catalana. La fase dos continuará desde ese momento hasta que el Estado catalán se desconecte definitivamente de la legalidad española, hasta crearse -de manera formal- el nuevo Estado.
El informe también detalla los pasos a seguir en la práctica: «Lo primero que hay que hacer es una declaración solemne del Parlamento en la que se afirme que como consecuencia del mandato recibido por la mayoría de los ciudadanos de Cataluña, la Generalitat decide iniciar ya el proceso de creación del nuevo Estado», según ha explicado Pi-Sunyer. «A partir de aquí ya se pueden abrir negociaciones con España para proceder a la constitución del nuevo Estado catalán», ha añadido el presidente del CATN.
El informe aclara que la Generalitat debe proceder entonces a cuatro actuaciones: «Negociar con España las medidas para facilitar la creación del nuevo Estado catalán; establecer contactos con la comunidad internacional para lograr el reconocimiento del nuevo Estado; contactos con la UE y organizaciones internacionales para preparar la integración del nuevo Estado, y preparar la creación del nuevo Estado a base de construir ya estructuras de Estado e instituciones necesarias para poder ejercer el poder del nuevo país en el territorio de Cataluña», según Pi-Sunyer.
Dos escenarios posibles
El informe del CATN diferencia dos escenarios posibles en función de si hay colaboración del Estado español, o no. En caso de colaboración, «sería bueno acordar una flexibilización del sistema de redistribución de competencias, para evitar que todas acaben en el Tribunal Constitucional». Luego hay que «proclamar la independencia para desconectar inmediatamente el nuevo Estado de las instituciones y el ordenamiento español, y tener la decisión del inicio del proceso para elaborar la nueva Constitución catalana», ha explicado Pi-Sunyer.
En un escenario de no colaboración de España, el presidente del CATN remarcó que «si el Estado es beligerante y la demanda de negociaciones fracasa, se puede proclamar unilateralmente la independencia, y así se dice también que se abre el proceso para hacer la Constitución del nuevo Estado catalán».
«En un tiempo transitorio podrían convivir los dos ordenamientos, el antiguo español y el nuevo catalán», ha añadido Pi-Sunyer. La declaración unilateral de independencia no impide que se sigan pidiendo negociaciones con el Estado español, ha reiterado, y luego dijo que habría que ratificar con un posterior referéndum esta DUI.
Constitución catalana
«En la constitución provisional se regularían derechos y deberes los ciudadanos, las instituciones de Gobierno fundamentales, las relaciones con el Estado español y otros Estados, además de otros temas como la lengua y el tránsito del ordenamiento español al catalán». A continuación, habrá que convocar elecciones para constituir el Parlamento que elabore la nueva Constitución.
Deudas entre los dos Estados
Otro de los informes presentados es sobre la distribución de los activos y pasivos entre el Estado español y el eventual Estado catalán. El documento asegura que concluir las negociaciones antes de la separación definitiva entre los dos Estados «tiene la ventaja de una seguridad interna e internacional», y que hacerlo después tiene a favor que «se puede realizar con un tratado internacional, y por tanto con más garantías».
En concreto, Pi-Sunyer ha citado la convención de Viena de 1983, que se ampara en los principios de proporcionalidad, de equidad y de buena fe en la negociación. «El Estado sucesor debe asumir también parte de la deuda siempre y cuando se compense con la transferencia de bienes con relación proporcional entre bienes y deudas», dice el documento. Es decir, que el nuevo Estado catalán debería asumir parte de las deudas españolas, pero siempre en la medida en que se le transfieran también los bienes y derechos correspondientes, por parte del Estado español.
Permanencia en el euro
«Sería conveniente mantener el euro como moneda en el Estado catalán», ha dicho Pi-Sunyer, «aunque sólo fuera por los costes muy difícilmente asumibles de una transición y cambio de moneda». «Evidentemente se podría seguir utilizando el euro en caso de que el Estado catalán quedara temporalmente fuera de la Unión Europea», declaró el presidente del CATN. Además, ha añadido que habrá que crear un Banco Central Catalán como el que tienen todos los demás países, y una autoridad catalana de inversiones y mercados.
Agua y energía
Otro informe, éste sobre el agua y la energía, explica que «el futuro Estado no sería energéticamente suficiente, pero no habría en principio ningún problema para el abastecimiento de energía porque sería muy fácil asegurar la continuidad de las condiciones de los servicios actuales». De hecho, Pi-Sunyer ha recordado que hoy en día casi ningún Estado es energéticamente suficiente». «Debería producirse una sequía peor que la de 2008 para tener problemas de abastecimiento», sentenció.
Finalmente, Pi-Sunyer informado de que este jueves se presentarán dos informes más, sobre la viabilidad económica de un Estado catalán, y sobre las relaciones comerciales entre Cataluña y España.