15 de mayo de 2010, la expresamos luego existimos…
«EUROPA está orgullosa de su diversidad cultural. Las lenguas, la literatura, las artes escénicas, las artes plásticas, la arquitectura, la artesanía, el cine y la radiodifusión pueden proceder de un país o una región determinados, pero a su vez forman parte del patrimonio cultural europeo. La Unión Europea quiere mantener la diversidad, fomentarla y hacerla accesible al resto del mundo».
Destacamos «…fomentarla y hacerla accesible al resto del mundo…», en lo que a la cultura euskaldun se refiere, porque estos términos de la declaración de las instituciones europeas no encuentra su reflejo en la acción pública de las instituciones navarras, más bien es el impulso civil el que ha llevado a éstas a tener que ir asumiendo la realidad, pero todavía muy lejos del principio de igualdad real y de no discriminación, y más lejos todavía de una expresión de orgullo y satisfacción por su diversidad cultural que prestigia y da valor a la sociedad que la integra.
La cultura euskaldun en Navarra tiene un recorrido histórico pleno de dificultades, por su represión, minusvaloración y marginación. La convicción y perseverancia de sus protagonistas la han impulsado hasta el siglo XXI en términos de modelo educativo, medios de comunicación, redes sociales, publicaciones, expresiones artísticas y entidades científicas, como conjunto de formas, modelos, patrones, explícitos e implícitos, a través de los cuales una sociedad regula el comportamiento de las personas que la conforman.
Es incomprensible que esta energía social no se vea acompañada por un mayor apoyo, impulso y proyección social por parte de los poderes públicos navarros en lugar de dedicar sus esfuerzos a minimizar su protagonismo social.
Y hablando de poderes públicos, «corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean reales y efectivas; remover los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social».
Pero, a pesar de todo, siempre surge nuestra disponibilidad proactiva y los obstáculos han estructurado un continuo I+D+i en nuestras iniciativas, proyectos e ilusiones que si algunas Administraciones Públicas fueran empresas privadas, hace tiempo que habrían acudido a nuestro laboratorio de ideas y destacarían por su fuerza emprendedora, en lugar de sentirse satisfechos porque nos hacen salir a la calle.
Como estamos lejos de poder disponer de esta inteligente visión de lo público, optamos por hacernos legibles, visibles y audibles, expresando que cultura es algo más profundo que poder acceder al mercado de las obras de arte:
«…Que la cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo. Es ella la que hace de nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente comprometidos. A través de ella discernimos los valores y efectuamos opciones. A través de ella el hombre se expresa, toma conciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto inacabado, pone en cuestión sus propias realizaciones, busca incansablemente nuevas significaciones, y crea obras que lo trascienden».
(Declaración de la Unesco, en 1982).
