Entrevista: Salvador Cardús sociólogo y doctor en economía

 

«El auge del independentismo en Cataluña tiene que ver con la crisis del crecimiento español»

Organizada por Iturralde-Nabarralde, Cardús ofrecerá hoy una charla en el Condestable (19.30 horas) con el título ‘Cataluña en la encrucijada de la independencia’. Explicará los porqués del auge del independentismo catalán, que, «posiblemente, complique mucho la vida a CiU y a ERC»

Pamplona. ¿A qué se refiere cuando habla de encrucijada?

Después de mucho tiempo, parece ser que en Cataluña se está produciendo un movimiento mucho más amplio de lo que nunca se había manifestado, no sólo en cantidad, sino especialmente por el perfil de las personas. Se ha llegado a la conclusión, después de todo el agotamiento por el proceso de reforma del estatuto, de que no hay otra salida política para emancipar el país o para garantizar el futuro de la nación que no sea la independencia. Esto se puede ver en el movimiento de consultas populares, que está consiguiendo un apoyo amplio de científicos, políticos, gente mayor…

¿Cuáles son los ingredientes que han generado este movimiento?

Se ha producido una crisis de expectativas. En un momento determinado, una parte importante de la clase media, de los profesionales, de pequeños empresarios, han pensado que la vinculación con España les resulta un mal negocio, han visto que no les ofrece garantías de prosperidad. Se entiende que Cataluña, desde un punto de vista económico y social, está en una crisis importante. Eso produce una inquietud que tiene mucho que ver con la dependencia con el Estado español. Y esa dependencia, ese no futuro, o futuro gris, es lo que ha provocado la reacción, el hartazgo.

¿Influye la crisis económica?

El auge del independentismo también tiene que ver con una crisis del optimismo y el crecimiento español. El tema de la inmigración quizá también sea importante, concretamente, el pensar que el país va a tener dificultades para ofrecer futuro a tanta población inmigrante si no tiene instrumentos de Estado para facilitar los mecanismos de integración. No se trata de echar a nadie fuera, pero sí de poder asegurar que, por ejemplo, el catalán se mantenga como lengua común, de referencia, o que se pueda ofrecer riqueza suficiente para todo el mundo, cosa que ahora no está nada clara.

¿Los pasos de Cataluña podrían reproducirse en otros territorios?

Podría ser. De todas maneras, en Cataluña tiene mucho que ver con el cansancio que ha producido desde 2004 la reforma del estatuto y todo el descrédito de España en este proceso. Es algo bastante particular, pero puede tener efecto sobre alguna otra comunidad, por qué no. Las situaciones políticas son muy distintas de partida, pero esperemos que sí.

¿Qué paralelismos existen entre el caso catalán y el vasco?

Es muy difícil compararlos. No sé si en el País Vasco con el fracaso del Plan Ibarretxe se pudo haber producido un desengaño como el del Estatut. El plan fue algo muy vinculado al Gobierno, con un desarrollo corto, no tuvo la implicación de todos los partidos, no se discutió en Madrid largamente… No había tantas expectativas, tantas promesas.

¿Cómo afectará al independentismo catalán la sentencia del Constitucional sobre el Estatut?

Según las últimas informaciones, parece que la sentencia podría entrar en cuestiones que hasta ahora se pensaba que no tocaría. Si ocurriese eso, el fallo contribuiría a la confirmación del desarrollo del movimiento independentista.

¿Cómo ve a esta masa social de cara a las elecciones de otoño?

Hay mucha incertidumbre porque aún no queda claro si se va a producir una candidatura propiamente independentista que pueda recoger todo ese movimiento. Si no se articula políticamente el movimiento, creo que se producirá una elevadísima abstención, con una pérdida importante de voto para ERC por, entre comillas, haber traicionado las expectativas de sus electores. Y posiblemente habría una victoria relativamente holgada de Convergencia. Si se presentara esta formación podrían cambiar mucho las cosas.

Usted estuvo presente en la fundación de Reagrupament. ¿Cree esa podría ser la fórmula?

Lo que ocurre es que es una asociación y hay que ver cómo se traduce en un proyecto político. Ahí es donde las cosas no están nada claras. La plataforma empezó con mucha fuerza, pero aún no se ha concretado nada. El día 21 hay una asamblea en la que quizá se aclare alguna de estas cuestiones. Lo más posible es que acaben formando parte de una candidatura junto con Joan Laporta, si también se decide, que tampoco está del todo claro.

¿Qué ocurrirá si finalmente se articula esta opción?

Algunos predicen que podrían llegar a conseguir hasta diez parlamentarios, con lo cual se produciría una situación de inestabilidad en la Cámara. Posiblemente se les complicaría mucho la vida a CiU y a ERC. Habría que ver, pero, podría haber una especie de tormenta parlamentaria con nuevos equilibrios muy diferentes. Todo dependerá de cómo se presenten y si trabajan de manera adecuada. Y si no, puede que en estas elecciones no se concrete nada particular y se manifieste políticamente más tarde. El problema de las elecciones es que están demasiado cerca, y ese independentismo popular es ambicioso, no va a votar cualquier cosa. Si lo de Reagrupament es un fiasco, no va a recibir votos incondicionales.

 

Publicado por Noticias de Navarra-k argitaratua